La Ciudad del Sol: un encuentro entre Campanella y Bacon

La Cittá del Sole nos presenta un diálogo entre un caballero de la Orden de Malta y un marino. Este navegante genovés le narra su vivencia en la Ciudad del Sol, una urbe situada en una isla cerca de Sumatra.

Fue fundada por los Bramanes, un grupo de filósofos. Estos detentarán el primer escalafón social, puesto que serán los encargados de repartir entre la población la alimentación, los oficios, los estudios…

Cabe resaltar que el esquema urbano de la Ciudad del Sol responde a los modelos urbanísticos propios del Renacimiento. La ciudad está formada por siete círculos concéntricos de edificios a parcelados por cuatro avenidas radiales.

La sociedad, al igual que en la Nueva Atlántida, es teocrática y está fuertemente jerarquizada, siendo la máxima figura el Sumo Sacerdote, el Sol.

No obstante la principal similitud entre la Nueva Atlántida y la Ciudad del Sol es el peso que detenta la tecnología y la ciencia dentro de estas utopías

En ambas obras sendos autores dan vuelo a la imaginación en lo que respecta a las innovaciones tecnológicas.

En la obra del italiano los solarianos poseen un gran conocimiento de los mares, disfrutando de “carros de vela movidos por el viento”. A su vez detentan un navío sin velas ni remos, los cuales se desplazan por un sistema similar al de los antiguos barcos de vapor.

Paralelamente son grandes conocedores de los astros puesto que han desarrollado una lente capaz de ver las estrellas ocultas. Por lo que escasas son las zonas desconocidas del universo para los solarianos. A destacar el siguiente invento: “un auricular que permite captar la armonía que produce el movimiento de los planetas”, materializando de este modo la armonía celestial de Platón.

 

Creo que estos autores del XVI tiene varios puntos en común. El primero de ello, la superioridad de la inteligencia humana sobre la Naturaleza, prueba de ello es el control que efectúan dichas sociedades sobre su entorno.

Y en segundo lugar, esta ciencia experimental conjuga perfectamente con la justicia social y con la concesión y salvaguarda por parte del Estado de unos derechos básicos.

 

This entry was posted in Otros. Bookmark the permalink.