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Paris-Manhattan

MEDIATECA. Apuntes de cine

 

Paris-Manhattan (2012)

París, mon amour

 

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Siguiendo con “el cine de verano”, tanto en el contenido como en la forma;  Paris- Manhattan, una historia muy refrescante.

 

 

 

 

 

Esta semana toca cine francés, una comedia romántica, muy ligera cinematográficamente hablando, pero muy agradable de ver, y como no podía ser de otra manera, ambientada en París, la ciudad del amor.

 

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“Siempre nos quedará París”

 

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Paris-Manhattan es la ópera prima de la cineasta Sophie Lellouche, una historia que se mueve entre París y Manhattan, es decir entre la historia que transcurre en la capital francesa y Manhattan, en alusión a Woody Allen y su mundo del barrio neoyorquino.

 

 

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Woody Allen, omnipresente en toda la cinta, casi de forma obsesiva, saliendo de un póster, de una habitación del hotel, en plena calle… Y en el origen de todas estas apariciones mágicas, está la admiración que siente Alice (la protagonista) por Allen, al que descubrió en plena post adolescencia.

 

 

 

https://youtu.be/pBXeM0gGD88

 

 

 

Mitomanía

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Un tema muy corriente en el mundo del cine, entre los aficionados al “séptimo arte”. Alice, la protagonista de la historia, una auténtica mitómana. En su mundo bullen todos los gustos, aficiones y manías de Woody Allen:  el jazz, el arte, el cine nórdico de Ingmar Bergman, el psicoanálisis y Freud, el sexo, el mundo judío…

En la presentación, en la primera escena, la cámara recorre en un barrido lateral la habitación de Alice, mientras suena un tema de jazz, y sobre la mesa, las estanterías y la cama aparecerán todo un muestrario de estas obsesiones en forma de libros,  películas, discos y posters.

 

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FOTOGRAMAS.  Unas pinceladas

 

Los protagonistas

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Alice, una farmacéutica joven y guapa, eclipsada aún por Woody Allen, que vive feliz su soltería entre el cine, la música, el arte y la literatura, y no le preocupa en absoluto la ausencia de un compromiso amoroso.

 

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Víctor, un técnico instalador de alarmas de seguridad.

 

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Los padres de Alice. Una familia parisina acomodada, de buenas maneras, y bien relacionada en círculos académicos y culturales. Como padres tradicionales, sólo les preocupa una cosa, encontrar pareja a su hija Alice.

 

 

La trama

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Como si de una maldición se tratara, Alice y Víctor  están condenados a coincidir y a quedar atrapados dentro de un círculo de situaciones diversas  y algo desagradables.

 

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Una fiesta, y una suma de encuentros casuales, serán los causantes de varios malentendidos.

 

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Y la situación se complica, cada vez más

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Y hasta puede que, detrás de esta trama de malentendidos, esté la mano de Woody Allen, con sus historias rocambolescas que van entre la farsa, el sainete  y el cine negro de “Serie B”.

 

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Así que,  acércate a París-Manhattan

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¡Pasarás un buen rato!

 

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Recomendaciones bajo prescripción facultativa

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Una historia amable y previsible, algo edulcorada. Siguiendo las prescripciones de Alice, la protagonista, farmacéutica, advertimos de los beneficios y de los riesgos de verla.  Indicaciones:  se puede ver a cualquier hora del día, no produce insomnio, y además puede que os suba las endorfinas, y hasta que os dé un subidón.  Contraindicaciones:  no recomendable para cinéfilos empedernidos, puede causar cefaleas, ni para detractores de Woody Allen, ni para diabéticos, ya que puede subir los índices de azúcar en sangre…  Y por último, dejad lejos del alcance de los niños.

 

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Entre director y actores

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Sophie  Lellouche, una novata en el cine. La directora francesa en su bautismo cinematográfico, durante la realización de su primer largo “Paris-Manhattan”.

 

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La pareja de protagonistas,  Alice Taglioni  (Alice) y Patrick Bruel  (Víctor), durante la presentación del film.

La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la UA,


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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