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Cartas de los lectores. Diversidad funcional La LEPrA y la Generalitat Valenciana Ley de Dependencia

Carta abierta de Carmen Calpena para Angélica Such

 

Angélica Such

No confundamos, consellera

No nos confundamos en que los pocos avances que la Comunidad Valenciana haya podido experimentar con la aplicación de la Ley de Dependencia hayan sido por voluntad política del conseller de turno: no, señores. Hay decenas de colectivos y plataformas de dependientes que se han visto a lo largo de estos casi tres años, obligados a recordarles a los conselleres de cada momento que no estaban haciendo bien los deberes por el que se les pagaba, y eso ha hecho que miles de grandes dependientes que en su día solicitaron prestaciones y servicios se marcharan sin ver ni un solo euro de sus derechos. ¿Será esa una de las causas por la que Bienestar Social alarga los plazos? Si no es así es que no hay suficientes trabajadores sociales para llevar una mejor aplicación de la ley, lo que demuestra que la Generalitat Valenciana carece de sensibilidad política para el colectivo más vulnerable de esta sociedad. Los dependientes sólo son cifras y pilares de folios aparcados encima de las mesas de los despachos municipales, no importa el calado aterrador de muchos historiales médicos, difíciles de sobrellevar tanto por el esfuerzo físico, psíquico o económico de los familiares. Por lo tanto, señora Such, sólo la presión popular de los afectados les hace a ustedes de vez en cuando dar un empujoncito a la atascada documentación, cuya dejadez, por revanchismo político, hace que los dependientes sean utilizados en un tira y afloja de sus mangoneos partidistas.
Carmen Calpena Galiana