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Discriminación En apoyo a Sara y David

Derechos humanos ¡Ya!

CáDIZ

José Antonio Giñán, Presidente de la Junta de Andalucia

Carta al nuevo presidente de la Junta de Andalucía


Sr. Presidente:

Desde principios de enero he venido siguiendo con inquietud las noticias relacionadas con la retirada a sus padres, personas con discapacidad, de una recién nacida en un hospital de Cádiz.

El asunto tendrá la solución que tendrá, porque como persona con un elevado grado de discapacidad, que precisa importantes apoyos, incluso para respirar, le puedo garantizar que el personal sanitario implicado desaconseja casi sistemáticamente los embarazos por considerarlos de alto riesgo, ocultando su desconocimiento profesional para tratar a una mujer con discapacidad en esta situación.

Pero en este caso la cuestión es más grave. Si el conocimiento profesional del personal sanitario es escaso, el del de Servicios Sociales es prácticamente inexistente, especialmente cuando se trata de discapacidades intelectuales o mentales. Es de público conocimiento que a la pareja de discapacitados fue conminada por parte de dos trabajadoras sociales a que la embarazada abortara, siendo lo grave del asunto que la situación de la embarazada y del feto no está contemplada como supuesto que permita la interrupción del embarazo. Ni hubo violación, ni la salud del feto y la madre corrían peligro.

Usted es el responsable de que la legalidad impere en Andalucía y no puede mirar para otro lado. Como primer andaluz debe de ser el primer defensor de la legalidad vigente y no puede permitir que miles de ciudadanos nos preguntemos si el ofrecimiento de las trabajadoras sociales responde a instrucciones internas de la Junta, como en el caso de la denegación del derecho a la asistencia personal a los menores de 16 años. ¿Se llevan a cabo abortos en centros sanitarios del SAS a personas con discapacidad en supuestos que no contempla la legalidad vigente?

El hecho de que no se hayan iniciado actuaciones para reunir a esta familia pone en cuestión el cumplimiento de lo ordenado por la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad y, entre otras cosas, la utilidad de programas financiados y publicitados a bombo y platillo por la Junta, como es el caso del Programa de Vida Independiente para personas con Síndrome de Down. ¿En qué consiste eso de: ‘Este proceso es necesario culminarlo con el desarrollo de programas de formación en Vida Independiente, que van más allá de la mera satisfacción de las necesidades para entrar en el terreno de los apoyos para la autonomía personal, las oportunidades para la elección y la toma de decisiones, como reflejo de una vida integrada en la comunidad.’

La actualidad me ha llevado a la conclusión de que desde los poderes públicos y la administración existe una doble vara de medir. La capacidad para cualquier cosa se cuestiona siempre cuando se trata de personas con discapacidad que precisan apoyos, y se da por sentada cuando se trata de ciudadanos ‘perfectos’.

Para ilustrar lo anterior quiero que considere dos casos.
1) Los medios de comunicación se han hecho eco de que a principios del año pasado una niña de 5 años fue un domingo por la tarde sola a comprar un paquete de patatas y desapareció, seguramente no era la primera vez que iba sola, y el padre se plantó en casa de un vecino, conocido pederasta en el barrio, para interesarse por su hija. Días después apareció el cadáver de la niña y poco después la policía detuvo al pederasta que resultó tener una orden judicial para averiguar su paradero, pero no se había expedido la orden de busca y captura.

Muchos ríos de tinta han corrido sobre el caso, la familia del menor clama públicamente por el mal funcionamiento del sistema judicial y han llegado a entrevistarse con Rodríguez para pedir la pena de muerte. La de Dios se ha liado con el expediente abierto al juez, una parte de este asunto ha llevado a dimitir a un ministro, pero nadie ha cuestionado públicamente la actuación de los padres. El servicio de menores de la Junta desde luego que no, ni ningún tertuliano de los muchos programas que han tratado el asunto. Cierto es que los padres arrastran un inmenso dolor, pero nadie se ha pronunciado sobre el hecho de que la menor fuera sola a la calle. De haber sido hija de los padres con discapacidad de Cádiz ¿Qué se hubiera dicho?

2) También recogía la prensa recientemente que un penado había sido trasladado a un centro penitenciario en el que cumple condena su pareja; que ha tenido recientemente el segundo hijo, concebido como el primero en un bis a bis en otro centro penitenciario. El Ministerio del Interior posibilita que los penados mantengan relaciones íntimas en sus centros, incluso entre ellos, como es el caso, y no cuestiona la idoneidad de las reclusas para ejercer de madres. Incluso de aquellas que penan por haber por asesinato, entre otros de un joven de Ermua. Tampoco es baladí el hecho de que el padre también pena por asesinato, además del joven de Ermua por el hermano del Defensor del Pueblo, cosa que me llega a concluir de la legalidad de la situación, pero me plantea la pregunta de ¿Por qué se prestan apoyos para que una reclusa tenga a sus hijos con ella durante 3 años y a la madre discapacitada de Cádiz se le separa de su hija a las 48 de haber nacido? ¿Por qué se cuestiona la capacidad de los padres discapacitados y no se les presta ningún apoyo para ejercer la paternidad y a penados por asesinato no se les cuestiona y se les presta apoyos?

Evidentemente el Ministerio del Interior ha evaluado la situación y circunstancias personales de la pareja de penados y considerado que su idoneidad para ejercer la paternidad, permitiendo la legalidad vigente que los hijos convivan con la madre hasta los tres años. Supongo que el periodo de tres años obedece, entre otras, a que el menor disfrute del derecho a la lactancia que preconiza la OMS; por ello se me hace especialmente difícil comprender los motivos por los cuales se le impide a la hija de la discapacitada disfrutar del derecho a la lactancia materna.

Cuando presida el Consejo de Gobierno andaluz, por favor, lea en voz alta el art 23.4 de la convención y pregunte:

• A la Consejera de Salud si se practican abortos en centros públicos de supuestos no contemplados en la ley.

• A la Consejera de ¿Igualdad? y Bienestar Social si existe alguna instrucción para que se coaccione a las personas discapacitadas para que aborten, si en centros y residencias públicas de discapacitados se permite y prestan apoyos para el ejercicio del derecho a ejercer la sexualidad, qué apoyos existen para que residentes discapacitados en centros públicos convivan con hijos tenidos durante su estancia en el centro;

• Al Consejero de Empleo qué prestaciones cubren a los desempleados discapacitados y qué programas o actuaciones han realizado respecto a esta pareja de padres;

• A la Consejera de Justicia que seguimiento llevan los juzgados de la rendición de cuentas de quienes ostentan la curatela y si en el caso de Sara, la madre discapacitada, se ha verificado que el curador ha dado cuenta de sus actuaciones anualmente;

• Al consejero de Vivienda,, dado que la pareja vivía en un piso sin agua y luz que no reunía condiciones de habitabilidad para un menor, qué procede para que se beneficien de una de las 700.000 viviendas a las que el anterior Presidente aludió en su intervención en el programa ‘Tengo una pregunta para usted’.

Su formación jurídica y experiencia como Ministro de Trabajo y Seguridad Social me dan la plena confianza de que sabrá encontrar el procedimiento pertinente para que se haga realidad lo preconizado por la Convención. No obstante me permito hacerle dos consideraciones. La primera es que desde tiempo inmemorial personas con capacidad intelectual limite han criado a hermanos y sobrinos, pero paradójicamente no se les ha considerado capacitadas para tener y criar hijos propios. La segunda es que los informes técnicos han avalado la incapacidad de personas con Síndrome de Down para completar estudios normalizados y prescrito la educación en centros especiales, pero la familia de Pablo Pineda no sabía que era imposible que su hijo pudiera obtener una titulación universitaria y lo hizo, quizá en una Universidad Especial.

Si algo me ha decidido a escribirle es el hecho de que en su discurso de investidura usted hizo una apuesta decidida por la igualdad y transversalidad. Estoy seguro de que hará honor al compromiso adquirido en sede Parlamentaria.

Valencia, 25 de abril de 2009

Fdo: Vicente Valero Sanchis

Fuente: La Voz Digital – Cádiz

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Convención de los derechos de personas con discapacidad de la ONU En apoyo a Sara y David

En el caso de Sara y David, quienes tienen capacidad para hablar, no se callan.

TRIBUNA

¿POR QUÉ DECIDEN POR SARA?

CARMEN GARCÍA PASTOR
Catedrática de Educación Especial.
Universidad de Sevilla.

Lo quieran o no, lo reconozcan o no las diferentes instancias administrativas implicadas, la familia formada por Sara, su compañero y su hija, existe, es una realidad.

Es tan real como la situación de desventaja social que en este caso acompaña a la condición de discapacidad, haciendo de Sara sujeto de una doble marginación que se hace evidente en las medidas cautelares tomadas. Tanto la discapacidad como la falta de unas condiciones socioeconómicas adecuadas llevan a separar a cada uno de los miembros de esta familia, procurándole un lugar adecuado. Al padre y a la madre en una residencia en habitaciones diferentes se les exige una demostración de su capacidad para hacerse cargo de su hija ¿cómo se puede aprender a criar a un bebé sin bebé? ¿como hemos aprendido las demás madres y padres? Yo diría que nunca hemos aprendido del todo, que siempre hemos estado asaltados por las dudas sobre lo que podría ser mejor para nuestros hijos e hijas. Diría que más que nuestros conocimientos, ha sido nuestro amor, nuestra generosidad, lo que nos ha llevado a adoptar esa posición incondicional, que llegamos a llamar «instinto» a falta de una explicación racional, y nos ha hecho «luchar por ellos», «sacarlos adelante».

Las embarazadas suelen gozar del mimo de sus familias, no sólo de sus parejas. Nuestras madres nos ayudan a preparar el nido, nuestras casas se van llenando de patucos, peleles y últimamente de catálogos con los objetos más sofisticados para el bienestar del futuro bebé. Todo el mundo se alegra y nos felicita por haber decidido traerlo al mundo. Sara escondía su barriga porque sabía que nadie iba a felicitarla, nadie le iba a hacer patucos a su bebé. No querían que ese bebé viniera al mundo. Asusta la unanimidad en esa decisión en contra de la de Sara de seguir adelante con su embarazo. La negación a la posibilidad de ser madre.

Soy partidaria de la despenalización del aborto, en tanto que significa la libre decisión de la mujer para asumir la maternidad, no soy partidaria de que otros tomen esas decisiones, ni la Iglesia, ni la Administración. He leído y oído en los medios de comunicación estos días que se propone que las jóvenes de dieciséis años puedan abortar sin necesitar la autorización paterna. Podrán decidir, aun siendo menores, que hacer. Sara decidió, pero en contra de la decisión que otros ya habían tomado por ella, por eso, e inmediatamente, con una diligencia que llama la atención, se dio orden a las maternidades de avisar cuando la criatura naciera.

La decisión de los otros siguió su curso: no podían impedir el embarazo, no podían impedir que fuera madre, pero sí podían hacer que no ejerciera como tal. Y lo hicieron con una diligencia tan insensible y despiadada que no les importó arrebatarle a la criatura de sus brazos, tratando de impedir que la lactancia que ya había comenzado afianzara el vínculo, reafirmara el afecto.

¡Qué extraño sentido de la preservación de los derechos del niño es ese que le impide mamar del pechomaterno!

¡Qué extraña forma de preocuparse por ayudar a esa madre que tanta ayuda necesita! Parece como si desapareciendo el bebé el problema también desapareciera. Pero el problema no desaparece, las condiciones de desventaja en las que ha vivido Sara siguen existiendo, una atención adecuada se revela inexistente para personas como ella. Si hubiera tenido un trabajo, una vivienda digna y una familia que la protegiera, la historia hubiera sido otra. Su discapacidad considerada de otra manera.

Para las personas que apostamos por la integración desde hace más de treinta años, trabajando junto con padres y madres para eliminar la segregación, encontrarnos después de todo, con situaciones como éstas, nos sume en la impotencia de la incomprensión primera: la de la desconsideración del otro diferente.

Nos lleva a la incredulidad ante tantas declaraciones políticamente correctas que nos abandonan en esta desesperanza. Porque se puede entender que haya que tratar con calma todos estos temas que entran dentro de lo que se llama «una vida adulta independiente », pero que se dé por supuesto que esta expresión sólo venga a significar el derecho a realizar actividades de ocio y tiempo libre, a una continua acumulación de «prácticas laborales» que excepcionalmente concluyen con un contrato de trabajo, a unos cursos de sexualidad para manejarse con corrección, y a jugar a las casitas aprendiendo a hacer las tareas del hogar, sin luego tener posibilidades de una vivienda digna…permítanme decirles que es un tipo de cinismo políticamente muy incorrecto. Yo he trabajado por otra causa, en la que a pesar de todo sigo creyendo, y es la que considera que la preparación para la vida adulta significa tener oportunidades para tomar decisiones, significa autodeterminación e independencia.

Porque el reconocimiento de la diferencia significa tratar de comprender, ponerse en el lugar de ese otro, de esa otra extraña que hoy se llama Sara, y sentir esa incómoda complicidad con un nosotros que nos ha dejado de gustar porque nos encierra en un lugar de desesperanza en el que no queremos estar. Por eso, por librarme de ese encierro miserable, elijo hacerme yo también extraña y estar a tu lado, Sara.

Dibujo de un bebé

Artículo de opinión publicado en La Voz de Cádiz Digital, el día 28 de marzo de 2009.

Aquí en Enlace con el archivo del artículo en .pdf

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Convención de los derechos de personas con discapacidad de la ONU En apoyo a Sara y David

Carta del Foro de Vida Independiente al Presidente del CERMI, solicitando intermediación en el caso de Sara Maldonado y David Olvera.

Logotipo del Foro de Vida Independiente

D. Luis Cayo
Presidente CERMI.

C/. Recoletos n° 1 Bajo

28001 Madrid
FAX: 91429 0317

Estimado Sr:

Nos dirigimos a Ud. por mayoría de miembros participantes del Foro de Vida Independiente en demanda de intermediación directa para Sara Maldonado Pino y David Olvera Sánchez, personas con discapacidad intelectual, a quienes recientemente la Junta de Andalucía y como medida cautelar, ha retirado la tutela de su hija recién nacida, tras 48 horas de su nacimiento, por entender que se encontraba en situación de desamparo.

Entendemos que dicha situación de haberse aplicado medidas de transversalidad en favor de esta pareja, como garantiza nuestra legislación vigente así como la recién aprobada Convención Internacional de los derechos de las personas con discapacidad hubiesen podido evitarse, lo que puede constituir un acto discriminatorio administrativo contra ellos, ya que fueron ellos mismos quienes de propia voluntad acudieron a la administración en demanda de apoyos para poder salvar la situación de precariedad en que se encontraban y con ello garantizar los derechos de su hija, sin que recibieran tales apoyos a que la administración y nuestros estamentos sociales vienen obligados.

Sabemos y nos felicitamos que el CERMI, como Comité de representación de las personas con discapacidad en España ha manifestado públicamente su repulsa ante esta situación y ha llevado a cabo determinadas gestiones con la idea de solventarla. Sin embargo, pasa el tiempo y la pequeña de David y Sara sigue en un centro de menores porque sus padres no disponen de medios suficientes para criarla.

Actualmente se encuentran en una residencia de Afanas del Puerto de Santa María en Cádiz y disfrutan únicamente de un régimen de visitas a su hija que se encuentra en Chipiona de una hora un solo día a la semana, lo que significa que los apoyos que la propia junta de Andalucía había públicamente anunciado, siguen sin ser tales y sus derechos más elementales como familia, como madre y como hija continúan no solo sin reforzarse sino siendo sistemáticamente vulnerados en comparación a otros grupos sociales en riesgo de exclusión como madres menores, solteras, delincuentes, etc, lo que les somete a una flagrante discriminación, al no habérseles ofrecido, ni siquiera participar de programa alguno como este que le aportamos.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/chicas/pegan/elpepusoc/20070429elpepisoc_2/Tes

Es condición indispensable para que esta familia, se desarrolle plenamente, disponer de recursos necesarios, empleo, vivienda, etc. por lo que entendiendo que el CERMI se compone de más de 4.500 entidades de personas con discapacidad de ámbito nacional podría y entendemos que también debería, instar en el entorno asociativo en que actualmente se encuentra esta pareja, a la dotación de esos apoyos para que cuanto antes puedan recuperar la tutela de su hija.

Por lo que desde el Foro de Vida Independiente y entendiendo que con ellos se ha vulnerado y se sigue vulnerando la prácticamente totalidad de los artículos recogidos en la Convención Internacional de los derechos de las personas con discapacidad, instamos al CERMI, como máximo órgano de representación y gestión de los derechos de nuestros colectivos a que adopte las medidas oportunas, en la dirección de apoyos directos y transversales para que esta familia puedan convertirse en ciudadanos de pleno derecho cuanto antes, máxime en este momento tan especial en que recientemente han publicado el libro “Maternidad y Discapacidad” de Ana Pelaez en que el que se viene a decir desde el CERMI que ser madre ha de estar por encima de cualquier discapacidad.

Atentamente:

FORO DE VIDA INDEPENDIENTE

19 de febrero de 2009

«NADA SOBRE NOSOTROS SIN NOSOTROS»

www.forovidaindependiente.org

foro.vida.independiente@gmail.com

¡Esperamos igualdad!

Persona de contacto: Mª. Ángeles Sierra. Mov. 639883348

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Convención de los derechos de personas con discapacidad de la ONU Denuncia Pública Derechos humanos Discriminación En apoyo a Sara y David Vida Independiente

Sara y David. ¿Qué se esconde debajo?

Sara y David, en el hospital.


¿Qué se esconde debajo?



Esmeralda es un bebé de menos de un mes al que la Junta de Andalucía ha puesto bajo protección porque, en realidad no supo, no quiso o no le interesó y a saber por qué oscuros intereses, proteger a tiempo su legítimo derecho a permanecer con su única y verdadera familia.

El artículo 9 de la Convención Internacional de los derechos del niño de 1989, establece que los estados partes velarán porque el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos.

Así pues, y paradójicamente, Esmeralda nació con sus derecho a la familia vulnerado por la propia administración (in)competente, que no supo velar por el artículo 37 de la Convención Internacional de los derechos del niño ya que, a solo 48 horas de su nacimiento, recibió el cruel, inhumano y degradante trato de ser retirada del seno de su madre, en pleno periodo de lactancia por ser esta una mujer con discapacidad intelectual, al igual que su padre, y carecer de recursos y apoyos para garantizar la estabilidad, la seguridad y el pleno desarrollo de la niña.

Sara y David son sus padres, dos personas con una discapacidad intelectual (inteligencia límite) a los que también protege o debería proteger, una Convención Internacional de Derechos, los de las personas con discapacidad, ratificada por nuestro Estado, el 3 de Mayo del año pasado y que también la administración (in)competente, parece haberse dado mucha prisa en haber descaradamente conculcado.

Con los padres de Esmeralda no se tuvo en cuenta la convención en sí misma, es decir, el artículo 4, el 5, el 6, el 8, el 11, el 12, el 13, el 14, el 15, el 16, el 17, el 19 y sobre todo el 23, que viene a reconocerles el derecho a la familia, el 26, el 27 y el 28 han sido y están siendo todavía vulnerados.

Sara y David eran libres y felices hasta que el equipo de (in)competencia social puso la zarpa sobre ellos, cuando tras un ejercicio de responsabilidad, se dirigieron en demanda de ayuda a los servicios sociales de la junta de Andalucía, ante la previsión de que su hija nacería en situación de desamparo y con el único objetivo de que, desde ahí, les ayudaran a solucionarlo. De los datos recabados se deduce que solo les dieron tres soluciones:

a) Posibilidad de abortar, la que los progenitores abierta y decididamente desestimaron.

b) Que algún familiar, cosa que tampoco quisieron, se hiciera cargo.

c) Que antes del alumbramiento encontrasen una varita mágica que les sacase de su situación de desamparo, ya que la administración no estaba dispuesta a aplicar una serie de medidas y políticas de transversalidad, a la que conforme a la legislación vigente y muy especialmente a la Convención de derechos de las personas con discapacidad y del Niño, viene obligada.

O de lo contrario, harían lo que han hecho, y que comenzó siendo una amenaza, para terminar en un «rapto legal», al arrancarles a su hija de las manos.

El día 7 de enero, como regalo de reyes para David y Sara, nació en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, una preciosa niña a la que sus padres quisieron llamar Esmeralda. Quienes estuvieron junto a la pareja, manifiestan que no daban crédito a tanta felicidad de los padres amamantando, aseando, mimando, mirando y protegiendo a su pequeña.

El día 9 de enero tras 48 horas de su nacimiento, llegaría el Rey Herodes, en forma de asistente social, acompañada de la policía, que ante la desesperación del padre, por querer recuperar a su hija, le estamparía contra un armario, con una resolución de desamparo en la mano para arrancar a Esmeralda del cariño de sus padres y depositarla en un centro de menores concertado de Chipiona. También quienes allí estuvieron, cuentan la desgarradora cruel e inhumana situación por la que estos infelices padres pasaron, viendo desde entonces su más deseado sueño truncado. Mientras Sara suplicaba “No me hagáis esto, mi hija no, dejadla conmigo. No os la llevéis” Una fría y calculadora funcionaria pública, le diría: “Ya te lo habíamos dicho Sara, o cambiaba vuestra situación o nos la llevábamos y vuestra situación no ha cambiado” ¿Qué pensaría esta burócrata si la misma situación maquiavélica se la hubiesen planteado a ella misma?

No fuimos pocos los que además de ver que esto se trata de una mera cuestión de aplicación o no de sendas convenciones de derechos humanos. Nos sentimos conmovidos e inmediatamente actuamos. CERMI, Foro de Vida Independiente, FEAPS y un buen puñado de ciudadanos que no descansaremos hasta ver esto claro.

Sara y David, posteriormente, fueron recogidos en un piso tutelado de una entidad de personas con discapacidad, para posteriormente ser trasladados a una residencia porque la vivienda en la que residían no tenía ni luz ni agua.

Tienen un régimen de visitas, con su hija, consistente en una hora, un solo día a la semana, con la advertencia también de que, si un solo día se retrasaran, por las razones que fuera, pasará a la semana siguiente la visita establecida. ¿Este comportamiento es el que han deducido de la lectura del artículo 23 de la Convención de derechos para discapacidad de la ONU?

Entre organizaciones y ciudadanos nos hemos dirigido al Presidente de la Junta de Andalucía, al Defensor del Pueblo andaluz, a la Consejera de Igualdad y Servicios Sociales de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, a la Ministra de Igualdad Bibiana Aido; a un paquete incontable de senadores, diputados y eurodiputados, a la Comisión Parlamentaria de discapacidad, a la fiscalía de menores de Cádiz, al movimiento asociativo femenino… Mientras el tiempo sigue pasando, y Esmeralda crece lejos de sus padres; parece ser que la presión no está siendo todo lo efectiva que debería y algunos ya nos preguntamos ¿Qué se esconde aquí debajo para que a una niña y a unos padres, se les pueda vulnerar tan descaradamente sus derechos más fundamentales: los humanos? Argumentando una situación de desamparo que es producto de la incompetencia, de la ineficacia, de la negligencia y del desamparo político, social, administrativo a que a esta familia han enfrentado, por no haberles sabido o no haber querido darles a tiempo lo que estaban demandando y que parece ser, tampoco están muy por la labor de corregir e irles proporcionando?

Mª Ángeles Sierra y Enrique Rubio,

activistas del Foro de Vida Independiente

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En apoyo a Sara y David Vida Independiente

… y seguimos con el caso de Sara y David.

El pasado día 15 de enero, el Foro de Vida Independiente publicó, en los medios de difusión social, una nota de prensa que también recogímos en este blog. Ahora hemos recibido contestación desde la Dirección General de Infancia y Familias de la Junta de Andalucía en el correo que reproducimos a continuación, y tras su lectura, acompañamos la respuesta de la que también dejamos constancia para que nuestros asiduos lectores puedan formarse una idea de este dramático episodio.

———- Mensaje reenviado ———-
De: Dirección General de Infancia y Familias <DGInfanciayFamilias.cibs@juntadeandalucia.es>
Fecha: 29 de enero de 2009 11:51
Asunto: NOTA DE PRENSA 16/01/09
Para: foro.vida.independiente@gmail.com

En relación con su correo electrónico de fecha 16 de enero, le indicamos que esta Dirección General de Infancia y Familias ha solicitado informe a la Delegación Provincial para la Igualdad y Bienestar Social en Cádiz, sobre las actuaciones llevadas a cabo en el caso que expone en su consulta. En el informe emitido por la citada Delegación Provincial, se pone de manifiesto que en el procedimiento de referencia se ha actuado conforme regula el Decreto 42/2002, de 12 de febrero, del régimen de desamparo, tutela y guarda administrativa y como se actúa en cualquier otro caso que pudiera poner en grave riesgo la integridad física o psíquica de un menor. En el presente caso, como en cualquier otro, antes de dictar una resolución de esta naturaleza, se han valorado y estudiado todas las circunstancias sociales y familiares de la menor y su familia y se ha constatado la situación de riesgo para el desarrollo personal o social de la misma, tal y como se dispone en el artículo 19 de dicho Decreto.

Atentamente

———- Mensaje reenviado ———-
De: Foro de Vida Independiente <foro.vida.independiente@gmail.com>
Fecha: 29 de enero de 2009 13:30
Asunto: Re: NOTA DE PRENSA 16/01/09
Para: Dirección General de Infancia y Familias <DGInfanciayFamilias.cibs@juntadeandalucia.es>

Estimado Sr:

Muchas gracias por la información que nos envía.

Desde el Foro de Vida Independiente, no cuestionamos las actuaciones llevadas a cabo en favor de la menor ni la aplicación de la legislación por la que se rigen, lo que sí cuestionamos es la ausencia de transversalidad en la acción para evitar la situación de desamparo, dotando a los padres de la niña de los apoyos que también la legislación vigente y muy especialmente la convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad, de obligado cumplimiento por parte de nuestras administraciones públicas desde el pasado 3 de mayo, a través de su artículo 23 sobre derechos de familia les garantiza cuyo texto adjunto.

Artículo 23. Respeto del hogar y de la familia

2. Los Estados Partes garantizarán los derechos y obligaciones de las personas con discapacidad en lo que respecta a la custodia, la tutela, la guarda, la adopción de niños o instituciones similares, cuando esos conceptos se recojan en la legislación nacional; en todos los casos se velará al máximo por el interés superior del niño. Los Estados Partes prestarán la asistencia apropiada a las personas con discapacidad para el desempeño de sus responsabilidades en la crianza de los hijos.

4. Los Estados Partes asegurarán que los niños y las niñas no sean separados de sus padres contra su voluntad, salvo cuando las autoridades competentes, con sujeción a un examen judicial, determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que esa separación es necesaria en el interés superior del niño. En ningún caso se separará a un menor de sus padres en razón de una discapacidad del menor, de ambos padres o de uno de ellos.

Lo que entendemos en definitiva es que por falta de apoyos adecuados esta pareja, contra su voluntad, está alejada de su hija desde casi el momento de su nacimiento, habiéndole sido suspendido su periodo de lactancia, lo que puede suponer una discriminación ejercida al derecho de la familia contra dos personas con discapacidad. Por lo que agradeceríamos una rápida y justa intervención, además de en favor de la seguridad de la menor, en favor de su legítimo derecho con las mismas garantías, a estar en el seno de su familia.

Atentamente.


Nota de prensa del día 15 de enero de 2009