Las eafis se plantean reconvertirse para crecer

La negativa del Ministerio de Economía de permitir que las Eafis cuenten con agentes financieros es «discriminatoria» frente al resto de las empresas de servicios de inversión y les «perjudica», ya que frena su desarrollo, asegura Carlos García Ciriza, presidente de la Asociación de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi).

Esta prohibición puede impulsarlas a convertirse en otras figuras legales que sí pueden contar con agentes, apuntan los expertos, como sociedades de valores, agencias de valores o Sociedades Gestoras de Instituciones de Inversión Colectiva (SGIIC); sobre todo aquellas que tengan vocación de gestión o pretendan potenciar su crecimiento a través de una red agencial.

La fecha clave para esta permuta es enero de 2018, cuando entre en vigor la directiva MiFID II. «Pueden producirse reconversiones y fusiones de eafis debido a que hay empresas de servicios de inversión, como las agencias de valores, que permiten tener un programa de actividades muy similar al de una eafi, pero, además, pueden tener agentes. Por ello, la eafi que quiera basar su crecimiento en un modelo de agentes tendrá que optar por convertirse en agencia de valores», afirma García Ciriza. Sin embargo, aquellas eafis con mayor inclinación por la gestión optarán por convertirse en SGIIC, esta sería su «evolución natural», según el presidente de Aseafi.

Este ha sido el caso de Ginvest Patrimonis Eafi que en septiembre ha recibido luz verde por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores para transformarse en sociedad gestora de instituciones de inversión colectiva.

Esta sociedad se constituyó en Girona en 2013 como eafi con el objetivo de proporcionar asesoramiento financiero personalizado a clientes minoristas e institucionales. Ahora asesora un patrimonio de 200 millones de euros distribuidos entre 109 clientes minoristas y ocho vehículos de inversión colectiva.

Tras constituirse como SGIIC, además de la gestión de fondos y sociedades de inversión, llevará a cabo la gestión discrecional e individualizada de carteras incluidas las de fondos de pensiones, la comercialización de IIC’s propias y de terceros y el asesoramiento sobre inversiones.

Según Jordi Justicia, socio director de Ginvest, el objetivo que perseguían al convertirse en gestora fue el de ampliar las capacidades de servicio que ofrecen a sus clientes. «Como eafi la actividad quedaba muy reducida al servicio de asesoramiento y muchos clientes nos pedían que nos encargáramos de la ejecución y no podíamos. Lo que hemos hecho es adaptar lo que somos capaces de hacer al tipo de sociedad que puede englobar los servicios que podemos ofrecer».

«Creímos -añade- que lo sensato era tener todo el control del proceso de gestión de una institución de inversión colectiva, no solo el asesoramiento sino la capacidad de creación de producto, la gestión, la administración y la comercialización».

UNA RECONVERSIÓN «COSTOSA Y COMPLICADA»

Pero el paso de una figura legal a otra no es fácil, requiere un análisis complejo e implica mayores gastos. Por ello, «la eafi que dé este paso tiene que tener en cuenta que el cumplimiento normativo es más duro cuanto mayor es el programa de actividades. Esto requiere recursos considerables y tamaño para hacerlo», afirma García Ciriza.

Jordi Justicia califica esta reconversión de «laboriosa». «Cuando tomas esta decisión es porque tienes las cosas muy claras, ya que primero tienes que afrontar un expediente ante la CNMV que es muy duro en cuanto a requerimientos de medios, tanto técnicos como humanos. Después has de tener claro que poseer una Sociedad Gestora de Instituciones de Inversión Colectiva implica incrementar costes en cuanto a temas regulatorios y de control. Tienes que saber que los ingresos pueden ser mayores pero los costes también lo serán. No es un tema baladí. Es un paso que se ha de pensar muy bien y tener muy claro qué modelo de negocio vas a querer y qué programa de actividades vas a ofrecer».

Otra eafi que se ha planteado acometer cambios antes de la entrada en vigor de MiFID II ha sido Asset Growth Eafi, que se ha integrado en Norgestión, empresa de servicios profesionales especializada en asesoramiento económico, financiero, jurídico y fiscal.

Norgestión Asset Growth Eafi será liderada por Miguel Puertas, socio fundador de la eafi y, según fuentes de Norgestión, el motivo que les ha llevado a integrarla es dar respuesta a las inquietudes planteadas por sus clientes relativas a su patrimonio o al asesoramiento financiero independiente ausente de conflictos de interés.

¿EJEMPLOS A SEGUIR?

Los expertos aseguran que de las 170 eafis que operan en España, que asesoran un patrimonio cercano a los 30.000 millones de euros, algunas optarán por cambiar de figura legal a corto plazo. «Cada una elegirá el modelo que más se ajuste a su actividad y a su tamaño», declara Carlos García Ciriza. No obstante, recomienda que deberían «seguir teniendo la estructura más ligera posible, ya que todo lo que sea ir hacia un modelo más complejo endurece los requisitos de cumplimiento normativo».

También prevé que se pueden producir fusiones en el sector, que darán lugar a «eafis más grandes con medios suficientes como para prestar sus servicios en todo el territorio nacional».

Por su parte, Jordi Justicia vaticina que, aunque habrá eafis que optarán por reconvertirse, no serán muy numerosas. «La mayoría de ellas continuarán siendo empresas de asesoramiento financiero y se adaptarán a la nueva normativa tal y como lo han hecho hasta ahora».

LAS EAFIS DEMANDAN RETENER INCENTIVOS

La Asociación de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi) ha enviado al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad un escrito en el marco de la consulta del Anteproyecto de Ley del Mercado de Valores y del Real Decreto de adaptación reglamentaria a la Ley del Mercado de Valores en el que asegura que es posible que tanto en el asesoramiento independiente como no independiente se produzca una devolución de los incentivos a los clientes y que cada eafi decida si percibe o no incentivos y, en el caso de hacerlo, si los retiene o los devuelve al cliente.

Fuentes de la asociación explican que la finalidad de esta alegación es que se puedan compensar las cantidades finales que se devuelvan al cliente (sujetas a las retenciones o impuestos que correspondan) con los importes a facturar en concepto de asesoramiento, siempre que se informe al cliente de forma anticipada.

La asociación entiende que las cuestiones administrativas deberían estar excluidas del texto normativo y, en todo caso, ser aclaradas en guías o formularios de la CNMV y «no condicionar la independencia o no del asesoramiento que nada tiene que ver con esto».

Fuente: FINANZAS.COM


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