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Francisco Pizarro

Francisco Pizarro en Facebook

Además de ser un conquistador, Francisco Pizarro también es un idolo para algunas personas. Vamos a ver qué opiniones tiene la gente en facebook sobre él:

-Gran conquistador español,viva la conquista española!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Medio mundo habla español

-A true brave man! with few men conquered a whole empire! a true spaniard!

-because of this man my parents were born in Peru. XD

-Como limeño y unido mas que intrisncamente con francisco pizarro,el es el hacedor de mi pais,y el fundador de mi ciudad.

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La Infancia y Juventud de Pizarro

Francisco Pizarro nació en la ciudad de Trujillo de  Extremadura en 16 de marzo de 1478. Fue hijo natural de Gonzalo Pizarro y Rodrçiguez de Aguilar, un noble militar y participó en los conflitos entre la Corona de Castilla y León, y de Francisca González, la criada de la tía de Gonzalo Pizarro.

Como los otros bastardos de aquella época, Francisco tuvo una infancia pobre y difícil. Vivía y crecía en el medio de los labradores al que pertenecía su madre. No recibió educación que se deba a los jóvenes hidalgo y perteneció analfabeto toda su vida.

Hay una leyenda conocida sobre su infancia:

Abandonado en la puerta de una iglesia, el joven Francisco fue alimentado por una cerda. Luego fue reconoció por su padre y había sido empleado por pastorear cerdos de la familia. En 1493, habiendo perdido unos cerdos y temiendo ser castigado, huyó de Trujillo hacia Sevilla.

No se dispone de información sobre los primeros pasos de Francisco Pizarro en Sevilla, ni tampoco sobre sus andanzas en los años siguientes.

Un documento oficial manciona hojas de su servicio militar en Italia. Allí, el conquistador, dedicamente avaro en dealles sobre su pasado  e insensible sin duda al poder de la huella escrita, no dio tampoco ninguna indidación sobre este capítulo de su existencia. Los especialistas, y particularmente Busto Duthurburu, han logrado reconstruir estos tres años italiano (1495-1498). Según López de Gómara, Pizarro habría servido en Italia bajo las órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Pizarro se habría encontrado entonces en el sur de la península, en Calabria y en Sicilia particularmente, antes de regresar a España, siempre como simple hombre de tropa. Debía de tener veinte años.

El período que sigue, hasta los inicios de siglos XVI, es todavía más enigmático. Una exégesis un poco aventurada haría pensar que Pizarro continuó entonces durante algún tiempo en España una carrera de soldado seguramente bastante opaca, quizá aburrida, de todos modos sin perspectiva de futuro. De nuevo en Sevilla, no es para asombrarse entonces que, como muchos otros, haya soñado con America.

Bastardía, analfaberismo, relativa marginalidad social, vagabundeo militar sin perspectivas, todo convergía para hacer de Francisco Pizarro uno de los soldados anónimos de los que rebosaba ya España en vísperas de los que iba a ser su Siglo de Oro. Así que, partió hacia el Nuevo Mundo.

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El Asesinato de Francisco Pizarro

La ambición de riquezas y sobre todo de poder creó rivalidades entre los conquistadores Francisco Pizarro y Diego de Almagro y los lanzaron a la lucha fratricida, que con sangre y muerte levantó una barrera entre almagristas y pizarristas. La ejecución de Diego de Almagro suscitó entre los seguidores del viejo soldado que tenía muy fieles devotos, el deseo de venganza.

Los partidarios de Almagro se agruparon en torno a su hijo Diego de Almagro ‘el Mozo’. Los conjurados, bajo el mando de Juan de Rada, resolvieron la muerte del conquistador, como única forma de vengar al jefe ajusticiado.

El domingo 26 de junio de 1541 a la hora de la misa, un bullicioso grupo de 21 complotados, cruzó en forma tumultuosa la plaza de Armas y lanzando gritos contra el conquistador (¡Viva el rey! ¡Muera el tirano!), asaltaron el palacio de Pizarro ante la mirada de muchos que se encontraban en la puerta de la catedral y en la plaza, sin que nadie osara obstruirles el paso. En el palacio había en esos momentos, también 21 personas amigas de Pizarro, fuera de pajes y criados. La mayoría de los asistentes huyó cobardemente y sólo un pequeño grupo, incluido los pajes, se enfrentó a los asaltantes.

El conquistador del Perú, pese a su edad, vendió cara su vida y se defendió valientemente espada en mano. En el duelo que se trabó, Pizarro mató a un atacante, pero recibió una estocada mortal en el cuello. Además de Pizarro; murió en la lucha Martín de Alcántara su hermano materno, así como los pajes Cardona y Vargas. Quedaron heridos otros pajes, el maestresala Lozano y el capitán Francisco Chávez que olvidando su valeroso proceder de años anteriores, trató en esos momentos de entrar en tratos con los conjurados. También quedó herido un servidor llamado Juan Ortiz. De los conjurados murió Diego Narváez, de una estocada que le dio Pizarro y resultó herido Martín de Bilbao por un corte que le infirió el servidor Juan Ortiz de Zárate.La muerte de don Francisco Pizarro por don Diego de Almagro, el hijo mestizo de su antiguo aliado (pág. 412)

Así a los 65 años, murió el conquistador del Perú, gobernador de Nueva Castilla y marqués de los Atavillos don Francisco Pizarro.

Muerto Pizarro, los almagristas nombraron gobernador a Diego de Alamgro ‘el Mozo’ y se levantan contra la autoridad del enviado real, Cristóbal Vaca de Castro, que había llegado al Perú en calidad de Juez Comisionado y Gobernador del Perú.
Ambos ejércitos se enfrentaron en la batalla de Chupas, muy cerca de Huamanga (Ayacucho) el 16 de septiembre de 1542, siendo derrotados los almagristas. Almagro ‘el Mozo’ pretendió refugiarse entre los rebeldes incas de Vilcabamba, pero fue capturado y ejecutado en el Cuzco.
Onieva cuenta estos luctuosos sucesos de la siguiente forma:

“Pero los partidarios de Almagro no descansaban y prepararon una emboscada contra Pizarro. El día 26 de junio de 1541 entraron sigilosamente en su casa y le acometieron con las armas.

Seguidamente los caciques se comieron los dos miembros en presencia de la pobre víctima, y aún por mofa quisieron obligarle a comer su propia carne.

Aún siguieron ensañándose con él durante tres días, siendo tales las penalidades, que no existen palabras con las cuales describirlas. A los tres días murió.”

Evidentemente se han mezclado los relatos de las muertes de Pizarro y los de Valdivia. En los libros mutilados pasan estas cosas. Señalar (del texto conservado) que la entrada de los conjurados en el palacio de Pizarro (¿los tiranicidas?) fue de todo menos sigilosa.

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La Fundación de Lima

El 18 de enero de 1535, Francisco Pizarro procedió a fundar la ciudad en nombre de sus megestades el emperador  Carlos V y su madre la reina Juana la loca. Impuso el naciente capital el numbre ¨la Cuidad de los Reyes¨ porque coincidió con la fecha en que los Reyes Magos se encaminaron a Belén, al igual que Pizarro y su compañeros andaban buscando el lugar para establecer la nueva capital.

Hay otro dicho de  que se elegió el numbre en honor del Carlos V y Juana la loca. Sea como sea, era el numbre oficial. Luego se adquirió el numbre Lima, que proviene del quechua Rímac, un rió rega a la ciudad.

Acta de fundación de la Ciudad de los Reyes.
Ciudad de los Reyes, 18 de enero de 1535.
Archivo del Cabildo Municipal de Lima, vitrina.

transcripcion

E después desto en el dícho pueblo de Lima lunes XVIII días del mes de henero del dícho año el dícho gobernador en presencia de mí el dícho escríuano e testigos yuso escíptos dixo que por cuanto visto el dícho pedímento a el fecho por la Juistíçía e Regímíento e vecinos de la dícha çíbdad de xauxa el proueyo a los díchos Ruí díaz e Juan tello e alonso martín de don beníto para que vinyesen como vínyeron a ver el dícho asyento e pasear el dícho cacique de líma çerca de lo qual díxeron sus paresçeres segund que todo de suso se contiene e que agora el a venydo juntamente con los señores ofíçiales de su magestad alonso Ríquelme tesorero e garçía de salcedo veedor e Rodrígo de maçuelas que fue nombrado juntamente con el dícho veedor por el dícho Regímíento para hazer lo susodicho e a vísto e paseado çiertas vezes la tierra del dícho cacique de líma y examínado el mejor sytío les paresçía e ha paresçído quel dícho asiento del dícho caçíque es el mejor e junto al Río del e contíene en sí las calidades suso díchas que se Requyeren tener los pueblos e çíbdades para que se pueblen y ennoblezcan e se perpetuen y esten bíen situados y por que conuíene al seruíçío de su magestad y bien y sustentación e población destos díchos sus Reynos e conseruaçíon y conuersíon de los caçíques e indios dellos e para que mejor e mas presto sean endustríados e Reducidos al conosçímíento de las cosas de nuestra sancta fee catholíca por lo qual en nombre de sus majestades como su gouernador y capítan general destos díchos Reynos después de auer fallado el dícho sytío con acuerdo e parecer de los díchos señores ofícíales de su magestad que presentes se hallaron e del dicho Rodrigo de maçuelas mandaua e mando quel dicho pueblo de xauxa y ansy mismo el de san gallan porque no estan en asiento conuíníente se pasasen a este dícho asiento e sytío por quanto quando el dícho pueblo de xauxa se fundo arríba en la sierra no estaua vísto para que el dícho pueblo estuuíese mejor fundado el hízo la dícha fundacíon del con adíctamento e condíçíon que se pudiese mudar en otro lugar que mas conuíníese e paresçíese e porque agora como dícho es conuíene que los dhos. pueblos se haga nueua fundacíon acordo e determíno de fenecer e hazer e fundar el dicho pueblo el qual mandaua e mando que se llame desde agora para siempre jamas la çíbdad de los Reyes el qual hizo y poblo en nombre de la Santísíma trinidad padre hijo e espíritu santo tres personas e un solo dios verdadero syn el qual ques prínçípío e críador de todas las cosas e hacedor dellas nynguna cosa que buena sea se puede hazer ní prínçípíar ni acabar ni permanecer e porque le prínçípío de cualquier pueblo e çíbdad a de ser en dios y por dios y en su nombre como dícho es conuíene príncípíallo en su yglesia començo la fundaçíon e traça de la dicha çibdad en la yglesia que puso por nombre nuestra señora de la asunçíon cuya aduocaçíon sera en la qual como gouernador e capítan general de su magestad destos dichos Reynos despues de señalado plan hizo e edífíco la dicha yglesia e puso por sus manos la prímera píedra e los prímeros maderos della y en señal e tenencia de la posesíon vel quasí que sus magestades tienen tomada en estos dichos Reynos ansy de la mar como de la tierra descubierta e por descubrir e luego Repartío los solares a los vecínos del dícho pueblo segund paresçera por la traça que de la dícha çibdad se hízo la qual espera en nuestro Señor y en su bendíta madre que sera tan grande y tan prospera quanto conuiene y la conseruara e augmentara perpetuamente de su mano pues es fecha e edífícada para su sancto seruíçío y para que nuestra sancta fee catholíca sea ensalazada abmentada e comunícada e sembrada entre estas gentes baruaras que hasta agora an estado desbíadas de su conosçímyento e verdadera doctrina e seruíçío para que la guarde e Conserue libre de los peligros de sus enemigos e de los que mal e daño le quísíesen hacer e confía en la grandeza de su magestad que siendo ynformado de la fundaçíon de la dha. çibdad confírmara e aprouara la dícha poblaçíon por mí en su Real nombre fecha e le hara muchas merçedes para que sea ennobleçída e se conserue en su seruíçío y los díchos señores gouernador e ofíçíales de su magestad lo firmaron de sus nombres y ansy mísmo el dícho Rodrígo de maçuelas testígos que fueron presentes Ruí díaz e Juan tello y Domyngo de la Presa escríuano de su magestad estantes en el dícho asyento y caçíque de lima.

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Biografía de Diego de Almagro

(Almagro, España, 1475 – Cuzco, actual Perú, 1538) Conquistador español, descubridor de Chile. Los orígenes de Diego

de Almagro son inciertos. Parece que fue hijo ilegítimo de Juan de Montenegro y Elvira Gutiérréz, razón por la que adoptó el nombre de su ciudad natal como apellido.

En 1514 se enroló en la expedición a Panamá de Pedro Arias Dávila. En 1530 aparece asociado a Pizarro, cuando éste se dirigió a Perú y conquistó, de manera sorprendente, el Imperio Inca. Almagro permaneció en Panamá para reclutar hombres y conseguir avituallamiento.

Los éxitos de Pizarro lo movieron a solicitar el permiso real para emprender, por cuenta propia, la conquista de nuevos territorios, lo que le fue denegado; no obstante, cuando llegó a Perú, en 1533, lo hizo con un título de igual importancia que el de Pizarro, lo cual causó fricciones entre ambos. Tras repartirse el tesoro de Atahualpa y ejecutarlo, partieron hacia Cuzco y tomaron la ciudad. La intromisión de Pedro de Alvarado se resolvió con el pago de una indemnización a éste y su retirada, con lo que se evitó un conflicto.

Almagro se dedicó a partir de entonces a la exploración de los territorios del sur del Imperio Inca, en el actual Chile, hasta el valle de Aconcagua. En 1535, el emperador Carlos I lo recompensó con la gobernación de Nueva Toledo, al sur de Perú, y el título de adelantado en las tierras más allá del lago Titicaca.

A su regreso a Perú, en 1537, Almagro ocupó la ciudad de Cuzco, por considerar que pertenecía a su gobernación. Este hecho suscitó un sangriento enfrentamiento entre almagristas y pizarristas que concluyó con la victoria de los hermanos Pizarro en la batalla de las Salinas, en abril de 1538. Hecho prisionero, Almagro fue ejecutado el mes de julio de ese mismo año.

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Los Viajes de Francisco Pizarro

Francisco Pizarro dirigió 3 viajes para conquistar el Tahuantinsuyo. Los organizó desde 1524 cuando fundó la “Empresa del Levante” con sus socios Diego de Almagro y Hernando de Luque.

Para recordar las rutas y los principales episodios de los tres viajes, ingresa a los siguientes enlaces:

El primer viaje de Francisco Pizarro (1524-1525).

El segundo viaje de Francisco Pizarro (1526-1528).

* La capitulación de Toledo (1529).

El tercer viaje de Francisco Pizarro (1531-1533).


El Primer Viaje de Pizarro

En 1524, con mucha ilusión por conquistar las ricas tierras del Perú, Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque fundar en Panamá la Compañía del Levante. El fraile Luque representaba los intereses de Gaspar de Espinoza, principal financiador de la empresa. El gobernador Pedrarias también se incorporó aportando una apreciable cantidad de dinero.

A comienzos de setiembre del mismo año ya estaban listos dos barcos, el “Santiago” y el “San Cristóbal”. El día 13 zarpó el “Santiago”, al mando de Francisco Pizarro, con 112 españoles y algunos indios nicaraguas de servicio.

De Panamá se dirigieron a las islas Perlas, luego desembarcaron en Puerto Piñas, avanzaron por la costa colombiana hasta que llegaron a un punto que llamaron Puerto de Hambre, por que se acabaron las provisiones, y el barco “San Crisóbal” no aparecía para socorrerlos. Entonces Pizarro envío a Gil de Montenegro con el “Santiago” para recoger alimentos en las islas Perlas. Durante 47 días esperó el capitán en Puerto de Hambre. Cuando llegó Montenegro ya habían muerto más de 30 expedicionarios por la falta de comida.

Españoles esperando en Puerto de Hambre. Dibujo: Jorge Salazar.

A comienzos de 1525 se reanudó el viaje y llegaron al Fortín del Cacique de las Piedras, donde los españoles fueron recibidos con una lluvia de piedras y  lanzas, que dejaron varios heridos, entre ellos el mismo Francisco Pizarro. Dejando 5 desaparecidos, los sobrevivientes se reembarcaron y emprendieron el retorno hasta Chochama, al sudeste de Panamá.

Mientras tanto, Almagro ya estaba en camino con 50 hombres a bordo del “San Cristóbal”, y para su mala fortuna desembarcó en el Fortín de Cacique de las Piedras. Los indígenas los atacaron con fiereza. En el combate una flecha le cayó en un ojo a Diego de Almagro, quien por poco es capturado por los nativos. Un negro esclavo logró rescatarlo, pero el manchego quedó tuerto para siempre. Almagro mandó incendiar el fortín rebelde, que desde entonces es recordado como Pueblo Quemado.

Almagro buscó a Pizarro hasta el río San Juan, en los manglares colombianos. Al no encontrarlo regresó hasta las islas Perlas. Aquí se enteró que su compañero estaba en Chochama. Al reencontrarse se abrazaron y prometieron intentarlo de nuevo, pase lo que pase.

El Secundo Viaje de Pizarro

Episodio de la Isla del Gallo, en el Segundo Viaje de Pizarro

Episodio de la Isla del Gallo, en el Segundo Viaje de Pizarro.
Pintura: Juan Lepiani.

En octubre de 1526, Pizarro y Almagro, con los dos barcos, partieron de Chochama hacia el Sur y llegaron al rio de San Juan. Mientras Almagro volvía por refuerzos a Panamá, el piloto Bartolomé Ruiz, exploró la costa sudamericana occidental hasta Coaque, en cuyo viaje capturó una balsa de indios tumbesinos con los cuales confirmó la existencia del Tawantinsuyo. Luego Pizarro avanzó con su expedición hacia la bahía de San Mateo y al río Santiago, a fines de julio de 1527, y luego llevó a sus hombres que se hallaban descontentos a la isla del Gallo, mientras enviaba los dos barcos a Panamá, con Almagro y el veedor Juan Carballo.

En una de las naves, los soldados descontentos, enviaron a la esposa del gobernador de Panamá un ovillo grande de algodón en cuyo seno iba una denuncia escrita, que terminaba con un texto que decía:

“A Señor Gobernador
miradlo bien por entero
allá va el recogedor
y aquí queda el carnicero”

Enterado del documento el gobernador de Panamá, Pedro de los Ríos, envió dos barcos a recoger a la fuerza a los expedicionarios, los mismos que llegaron a la Isla del Gallo a fines de setiembre de 1527. Al mando de ellos venía el capitán Juan Tafur, a recoger a todos los hombres. Entonces Pizarro, viendo a punto de fracasar su empresa, asumió un gesto heroico, desenvainó su espada, trazó una raya en la arena de la playa y les dijo a sus hombres: “Por este lado se va a Panamá a ser pobres, por éste al Perú a ser ricos, escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviere”. Sólo trece hombres atravesaron la raya siguiendo a Pizarro, los célebres “Trece del Gallo”. Los demás soldados se embarcaron con Tafur rumbo a Panamá, y éste trasladó a Pizarro y a su pequeñísima hueste a la Isla Gorgona.

Luego de estar en ella, solos, seis meses, en marzo de 1528, volvió el piloto Ruiz a la isla para recoger a Pizarro. Pizarro convenció a Ruiz para explorar el Sur y llegaron a la isla Santa Clara y a continuación a Tumbes, donde los españoles por primera vez encontraron una ciudad importante y civilizada con fortalezas, templos y murallas. Varios españoles descendieron a tierra y comprobaron la importancia de la ciudad y su elevada cultura y por lo que es más, confirmaron visualmente la existencia del Imperio del Tawantinsuyo.

Pizarro llamó a Tumbes, Nueva Valencia y luego navegó hacia el Sur por las costas del reino vasallo de Chimor, hasta llegar a la desembocadura del río Santa. El Tawantinsuyo había dejado de ser un sueño y un mito, había sido descubierto y Pizarro volvió en triunfo a Panamá.

La Capitulación de Toledo en 1529

Al volver a Panamá con la noticia del descubrimiento del Tawantinsuyo, Pizarro tropezó con las dificultades que le puso y la casi oposición del gobernador, Pedro de lo Ríos, que quería impedir una nueva expedición, por lo que los tres socios decidieron negociar la conquista del Perú con el propio rey. Pizarro fue designado por sus socios como Procurador, es decir apoderado en el lenguaje de la época, y viajó a España con ese carácter, en octubre de 1528, acompañado del griego Pedro de Candia, llevando oro, plata, piedras preciosas, llamas y tejidos del Perú. En Sevilla, Pizarro fue apresado por antiguas deudas con el bachiller Enciso, todavía de la época de su estancia en el Darién. Logró salir libre gracias a la influencia de su pariente, Hernán Cortés, conquistador de México y éste lo ayudó para que fuera recibido en la corte. Allí se entrevistó en Toledo, con el propio rey, Carlos V, a quien expuso sus planes y pretensiones y negoció con el Consejo de Indias.

El resultado fue la firma de la Capitulación de Toledo, realizada el 26 de julio de 1529, que le autorizaba para la conquista del Perú. Por la corona firmó la reina Juana la Loca, madre de Carlos V.

Por esta Capitulación, Pizarro obtuvo la autorización para conquistar el Perú, fundar ciudades, dentro de los límites de su gobernación que abarcaría una longitud de 200 leguas a lo largo de la costa sudamericana del Pacífico, a partir del río de Temumpalla (Santiago) en el norte del Ecuador hasta Chincha, en la costa central del Perú. Se le dio el título de Adelantado, alguacil mayor, gobernador y capitán general del territorio adjudicado y un sueldo de 725.000 maravedíes por año.

Por la misma capitulación Diego de Almagro ganó la jerarquía de hidalgo, fue nombrado gobernador de la fortaleza de tumbes y se le concedió una renta de 300.000 maravedíes al año.

Hernando de Luque, en virtud del Real Patronato, fue propuesto al Papa como Obispo de Tumbes y protector de los indios. A Bartolomé Ruiz se le nombró Piloto Mayor del Mar del Sur y a los trece valientes españoles de la Isla del Gallo se les dio el status de hidalgos y se les designó Caballeros de la Escuela Dorada.

La Corona por su parte tendría derecho al quinto real, el 20% de las riquezas que obtuvieran los españoles, con el despojo de los indios.

Esta Capitulación, como vemos, privilegió a Pizarro y postergó a Almagro y a Luque y fue el origen de las futuras desavenencias entre los tres socios.

El Tercer Viaje de Pizarro

De Panamá a Piura

Partieron de Panamá en enero de 1531, tocando como primer punto la bahía de San Mateo, de donde continuarán su viaje por tierras a través de la región de Coaque. En esta zona fueron atacados por el mal de las verrugas y aún se encontraban en este camino cuando el cacique Tumbalá los invitó a visitar su isla Puná, isla en la cual Pizarro terminará cerciorándose de que el Imperio de los Incas se debatía en guerra civil.

Llegaron a Tumbes en enero de 1532. Al llegar a esta ciudad, Pizarro le ordenó a Hernando de Soto que tomara preso al cacique Chilimasa en represalia porque los tumbesinos lo habían atacado. De Tumbes se trasladaron a Poechos donde su cacique Maizavilca le obsequió a don Francisco Pizarro a uno de sus sobrinos, al que le llamaron Martinillo.

Estando ya en el valle de Chira, en el lugar llamado por los indios Tangarara, Pizarro funda la primera ciudad española en nuestro país, con el nombre de San Miguel (15 de mayo o julio de 1532). También en este lugar construyeron un fuerte donde se quedaron 60 hombres a las órdenes de Sebastián de Benalcázar.

Marcha de Piura a Cajamarca

Partieron en setiembre de 1532. Acompañaban a Pizarro 110 hombres de infantería y 67 de caballería. Después de avanzar por la costa hacia el sur y por Saña levantar a Cajamarca, entrarán a esta ciudad el 15 de noviembre de 1532 e inmediatamente Pizarro le ordenó a Hernando de Soto y luego a su hermano Hernando Pizarro que fuesen a los baños del Inca (Pultamarca) a invitar a Atahualpa a cenar esa noche en Cajamarca, pues Pizarro tenía pensado tomar preso al Inca en plena ceremonia.

Atahualpa no aceptó la invitación para esa noche, sino para el día siguiente, Atahualpa ya estaba en la plaza de Cajamarca y los únicos que se le presentaron por parte de los españoles fueron: Hernando de Aldana, el traductor Martinillo y el dominico Valverde.

Bibliografía:

– HAMPE Martínez, Teodoro. La conquista y la temprana colonización.

– DEL BUSTO, Antonio. La conquista del Perú.

– VARÓN, Rafael. La ilusión del poder: apogeo y decadencia de los Pizarro.

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Biografía de Francisco Pizarro

Francisco Pizarro González, Marqués (Trujillo, España, 1478-Lima, 1541) Conquistador español. Hijo natural del capitán Gonzalo Pizarro, desde muy joven participó en las guerras locales entre señoríos y acompañó a su padre en las guerras de Italia.

En 1502, embarcó en la flota que llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española. Hombre inquieto y de fuerte carácter, no logró adaptarse a la vida sedentaria del colonizador, razón por la que decidió participar en la expedición de Alonso de Ojeda que exploró América Central (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que descubrió el océano Pacífico (1513).

Entre 1519 y 1523, sin embargo, se instaló en la ciudad de Panamá, de la cual fue regidor, encomendero y alcalde, lo que le permitió enriquecerse. Conocedor de los rumores que hablaban de la existencia de grandes riquezas en el Imperio Inca, decidió unir la fortuna que había amasado con la de Diego de Almagro para financiar dos expediciones de conquista (1524-1525 y 1526-1528), que se saldaron con sendos fracasos.

A causa de las penalidades sufridas en el segundo intento, Pizarro se retiró a la isla del Gallo con doce hombres, mientras Almagro iba a Panamá en busca de refuerzos. Los «trece de la fama» aprovecharon para explorar parte de la costa oeste de América del Sur, región que denominaron Perú, tal vez por la proximidad del rio Virú, y tuvieron constancia de la existencia de una gran civilización. No obstante, ante la negativa del gobernador de Panamá a conceder más hombres a Almagro, en 1529 Pizarro viajó a España a fin de exponer sus planes al rey Carlos I, quien, en las capitulaciones de Toledo (26 de julio de 1529), lo nombró gobernador, capitán general y adelantado de las nuevas tierras, designación real esta que provocó el recelo y la frustración de Almagro.

De regreso en Panamá (1530), Pizarro preparó una nueva expedición de conquista, y en enero de 1531 embarcó con un contingente de 180 hombres y 37 caballos hacia Perú. Informado de la guerra que enfrentaba al emperador inca Atahualpa con su hermanastro Huáscar, el 16 de noviembre de 1532 el conquistador español se entrevistó en la ciudad de Cajamarca con Atahualpa y, tras exhortarle sin éxito a que abrazase el cristianismo y se sometiera a la autoridad de Carlos I, lo capturó en un sangriento ataque por sorpresa.

El inca acordó con los extranjeros llenar de oro, plata y piedras preciosas una habitación a cambio de su libertad, pero de nada le sirvió cumplir su parte del pacto, pues Pizarro, reforzado por la llegada de Almagro al frente de un centenar de arcabuceros, acusó a Atahualpa de haber ordenado el asesinato de Huáscar desde la prisión y de preparar una revuelta contra los españoles y ordenó su ejecución, que se cumplió el 29 de agosto de 1533. A continuación se alió con la nobleza inca, lo cual le permitió completar sin apenas resistencia la conquista de Perú, empezando por Cuzco, la capital del Imperio (noviembre de 1533), y nombrar emperador a Manco Cápac II, hermano de Huáscar.

Poco después, Pizarro y Almagro se enemistaron por la posesión de Cuzco, y si bien primero unieron sus fuerzas para sofocar la rebelión indígena dirigida por Manco Cápac contra el dominio español (1536), acabaron por enfrentarse abiertamente en la batalla de las Salinas, en abril de 1538. Derrotado y prisionero, Almagro fue procesado, condenado a muerte y ejecutado por Hernando Pizarro, hermano del conquistador (8 de julio de 1538).

La venganza de los partidarios de Almagro, liderados por su hijo, se produjo el 26 de junio de 1541, fecha en que Pizarro murió asesinado en su palacio de Lima, ciudad que él mismo había fundado a orillas del río Rímac seis años antes.