Evolución de los núcleos de población

Los núcleos urbanos castellonenses, como la mayoría de ciudades de la península, se han visto influidos por las diferentes culturas que, desde la Edad Media, han predominado en la Península Ibérica. Si pudiéramos delimitar un punto de génesis a partir del cual se desarrolla una nueva concepción de ciudad, sería el que marca el comienzo de la dominación musulmana.

La ciudad musulmana, partiendo del análisis de su topografía, parece más bien una circunstancia accidental que el resultado de una voluntad de vida comunitaria. Si las calles y plazas son elementos de relación, el islam prefiere la intimidad de la casa, lo más espaciosa posible interiormente, pero haciendo laberíntico su acceso exterior. La irregularidad, el desorden y la antítesis de la lógica planificadora prevalecen en sus trazados callejeros, aunque dispongan de terreno llano. Las calles estrechas, a veces de forma inverosímil, no se buscan para formar espacios abiertos. Estos, en caso de existir, son minúsculos y se localizan junto a las mezquitas o, de crecer, lo hacen fuera de las cercas.

Durante este periodo, el llano costero de la Plana, al contrario de lo que ocurre más adelante, se encontraba escasamente poblado. La concentración de población más común era la alquería y la mayor parte de la población se concentraba en la Sierra de Espadán.

Este carácter laberíntico y desordenado de la madina musulmana queda conservado en la ciudad cristiana, viniendo a constituir su casco antiguo. Pero tras la conquista y la repoblación del territorio se introducirán nuevos esquemas de hábitat urbano.

En la segunda mitad del siglo XIII, la comarca de la Plana conocerá momentos decisivos para el afianzamiento de su sistema urbano. Aunque la consolidación y construcción de las ciudades requerirá largo tiempo, la repoblación cristiana impulsada por el rey Jaume I pondrá la primera piedra de los principales núcleos de la Plana y potenciará en los otros su ulterior crecimiento.

La llegada de los cristianos fue lenta e incruenta, salvo por las escaramuzas normales que produce la difícil convivencia entre comunidades distintas. La premisa que nada se conquista por largo tiempo si no se repuebla, se aplicó al pie d la letra en la Plana. El llano, de amplia panorámica desde las montañas vecinas, será un atractivo indudable para los cristianos. Motivos estratégicos, como levantar un cinturón de seguridad frente a las zonas musulmanas, y políticos, para reforzar el Brazo Real, son apuestas corrientes para estas actuaciones.

Villarreal parece ser el único núcleo de nueva fundación. Nules se edifica en el llano a escasa distancia de Vilavella, que permanece poblada por mayoría musulmana. El llano donde se ubica Castellón estuvo poblado anteriormente, pero repoblado prácticamente desde cero con un contingente cristiano.

En resumen, el 30% de los pueblos de la Plana comenzaron su andadura a partir del siglo XIII. La conquista cristiana, trascendental para la historia de la comarca, también lo fue para su urbanismo.[1]


[1] ORTELLS CHABRERA, V., Geografía urbana y del poblamiento en la Plana de Castellón, Ed. La Gavina, Castellón, 1986, Premio de Humanidades “Ciudad de Castellón”, pp. 80-86.


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