En cuanto a la vestimenta de los hombres, en la mayoría confeccionada por ellos mismos, destacan las alpargatas de esparto, el gorro de fieltro y el sombrero jijonenco (quizás representaba una de las costumbres de cuando se pertenecía a Xixona). Por lo que respecta a las mujeres también usaban alpargatas, junto con sus faldas largas y, por debajo de ellas,enaguas.
Sin embargo, dentro del libro de Roque Chabás podemos encontrar una descripción sobre la vestimenta de las mujeres y de los hombres de Jijona. Esta visión viene recogida en un libro escrito por el cocinero de Felipe II a finales del siglo XVI:
“(…) son ellas las jijonencas, muy hermosas, de tez blanca y delicada, llevan blanquísimo calzado de cáñamo, con cintas pasadas, medias blancas, redonda falda con vuelo, ajustado jubón, con una pañoleta cruzada, con muchos plieguecillos, peinanse hacia atrás, la abundosa cabellera, que atan fuertemente por la nuca con un cordón, y de allí parte la gruesa y larga trenza, que a muchas llega mas abaxo de las rodillas. Los hombres son altos, cenceños, emprendedores, llevan el mismo calzado que ellas y tambien medias blancas sin pies, y amplios zaragüelles, faja, chopetin y chupa, con botones de plata y sombrero redondo de terciopelo con alas duras, y recogidas y levantadas. el vestir de unos y otros es sumamente pintoresco y muy distinto de los que se usan en los demás Reynos de España (…)”
(Traje de finales de la segunda mitad del siglo XIX)
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