Introducción a la historia de la población

Lugar de paso natural desde las tierras de la Meseta al litoral alicantino Novelda, en la cuenca media del río Vinalopó, ha sido testigo del devenir de los pueblos.

Los primeros vestigios de su ocupación datan de unos seis mil años atrás en el periodo de la Prehistoria conocido como Neolítico. Desde entonces tenemos constancia de enterramientos en la zona tal y como pueden atestiguar los hallazgos arqueológicos de enterramiento en cueva.

En la Antigüedad, los íberos dejarán su huella en el término municipal aunque esta vez en el paraje del Campet donde está perfectamente documentado un poblado en llano. En esta misma área se han encontrado numerosos vestigios materiales de la época de ocupación romana como ánforas, olpes o monedas.

Los oscuros inicios de la Edad Media también nos dejan sombras en la historia de la localidad pues no existen noticias relevantes sobre la época visigodo-bizantina. Con la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica se van abriendo nuevas luces, nuestro territorio que estaría incluido dentro de la célebre Cora de Tudmir, está formado por una comunidad totalmente islamizada en el siglo IX tal y como demuestran las excavaciones en la Sierra del Zambo. Serán estas mismas comunidades islámicas quienes se asienten en las laderas de la Mola, en el siglo XI, y un siglo más tarde se construirá el castillo almohade. En estos momentos, la población es conocida como Niwala.

Durante la Reconquista el castillo, emblema de la ciudad, recayó en un primer momento en manos cristianas pues el término estaba dentro del Reino de Murcia. Los cambios de titularidad son constantes pasando primero al alfoz de Alicante por privilegio de Alfonso X el Sabio, retornando a la Corona castellana poco después y, finalmente, pasarán a formar parte de la Corona Aragonesa en tiempos de Jaime II tras la firma del Tratado de Torrellas-Elche (1304). No acabarían aquí, sin embargo, los cambios de titularidad del castillo que acabaría siendo vendido por doña Violante de Bar a  don Pedro Maza de Lizana en 1393.

En 1449 se crea la baronía de Novelda que incluye también los enclaves de La Romana, Monovar y Chinorla. Así, como municipio de señorío, Novelda se desarrollará durante toda la Edad Moderna creciendo no sólo en número de sus habitantes sino también su patrimonio cultural con la construcción de ermitas e iglesias entre ellas la principal, la Iglesia Parroquial de San Pedro, cuyos primeros trabajos se documentan en el siglo XVI. En 1609 la población se verá menguada por la expulsión de los moriscos a lo que hay que añadir las numerosas epidemias, sequías y otros desastres del siglo. En el siglo XVIII, con la implantación del señorío de los Caro, vemos signos de recuperación en los habitantes de la villa dedicados casi en exclusiva a labores agrícolas y ganaderas aunque también se documenta una incipiente industria artesanal.

La Edad Contemporánea se abre con nuevas expectativas para los habitantes de un municipio que deja de ser de señorío a consecuencia de la  abolición de los señoríos (1837) y las posteriores desamortizaciones que darán pie al crecimiento de un burguesía agraria y comercial. El crecimiento se hará patente en las magníficas construcciones modernistas de finales del XIX y principios del XX. Del mismo estilo, aunque finalizado ya en tiempos de la dictadura franquista, es el famoso Santuario de Santa María Magdalena, considerada patrona de la ciudad- así lo es desde 1901- desde que salvase a sus habitantes de una epidemia de cólera.

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