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El señorío de los Maça

A finales del siglo XIV, nos encontramos con un momento de cambios dinásticos en la monarquía, acompañados de enlaces matrimoniales. Esto afectará directamente a Novelda, cuya propiedad irá pasándose entre familiares del rey y personajes ilustres de la corte. La situación se estabiliza ya entrados en el siglo XV, cuando el señorío de Novelda y el castillo de la Mola (además de Monóvar) pasan a formar parte del patrimonio de la familia de los Maça, concretamente con Pere Maça “el Barbudo”, en agradecimiento por haber luchado junto a Martín I el humano.

Martín I el Humano

Se crea pues un señorío particular al margen de la legalidad real, con un sistema de relaciones propio del feudalismo, ejerciendo la suprema jurisdicción o “mero imperio” al ser el señor quien juzga a sus súbditos. Esta nueva etapa abre una época de estabilidad política, no solo en Novelda, sino también en los alrededores con el Conde de Concentaina, que dominaba Aspe, Elda, Petrer y Salinas, y el Marqués de Villena, que también tenía Sax. Además, coincide con un menor impacto de las epidemias y se suceden las buenas cosechas.

Si bien no estará libre de conflictos militares, pues aparte de la elección del nuevo rey, en 1404 Martin I el Humano (el que otorgó la villa), ordenará al gobernador de Valencia que “no entrar a la tierra y castillos de don Pere Maça […] para no destruir la tierra de dicho noble y en especial a los valles que son poblados de moros, que cuando vieran las huestes abandonarían sus tierras y huirían”, lo que revela la importancia del nuevo señor en la aristocracia valenciana del momento (además del temor a perder a una gran parte de la población.

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Novelda durante las Germanías

Entre 1520 y 1522, se desarrollará un periodo clave, en el que confluirán el fenómeno de las Germanías con la conversión forzosa de la población musulmana (esto último lo veremos en otra entrada). Si bien el territorio valenciano es el foco principal de la revuelta, también se extenderá por Baleares y parte de Cataluña. ¿Pero por qué suceden y qué son las Germanías? A comienzos del reinado de Carlos I quedará patente el conflicto entre las clases populares y los gobiernos municipales debido la endogamia de los segundos y a una pésima política administrativa, basada en favorecer una mano de obra barata y no cualificada. Esto supone un problema si tenemos en cuenta que no pertenecen al sistema gremial, lo que provoca su oposición. A ello hay que sumar una importante peste en 1519 y los problemas con el nuevo virrey Diego Hurtado de Mendoza, contrario a los intereses populares y del lado de la aristocracia.

La participación en Valencia no será por igual, ya que en si era un reino desigualmente repoblado. Así pues, las poblaciones del litoral serán más afines a la revuelta debido a que habían sido repobladas con catalanes, de mentalidad burguesa y artesana. Mientras, los núcleos de interior, como Novelda, eran mayormente mudéjares y se mantendrán del lado aristocrático (al menos oficialmente).

Debemos contar con que desde tiempos de Fernando el católico se había concedido un privilegio a los gremios valencianos, permitiéndoseles poseer armas para defenderse de las incursiones de los piratas berberiscos que frecuentaban nuestras costas. Así pues, los gremios utilizarán estas armas para alzarse y constituir la “Junta de los Trece”, que tomaría el control de Valencia ante la ausencia de la aristocracia y sus gobernantes, que habían huido de la peste que la azotaba. Sabiendo esto, podemos decir que las Germanías son un alzamiento de las hermandades gremiales.

Desde la capital se irá extendiendo por el litoral, volviéndose radical y asaltando propiedades nobiliarias. En la zona sur, la que nos afecta, el movimiento se asentará en Alzira, Játiva, Gandía y Elche. Novelda, al ser de mayoría morisca y tener un señor muy influyente al frente, se pondrá del lado aristocráctico. La población será utilizada como punto de reunión de un importante contingente de tropas, jugando un papel importante pero desde la retaguardia.

La paz de las Germanías

La intención del señor Pere Maça era utilizar el contingente para atacar Játiva, una de las principales ciudades agermanadas, pero se desviará para enfrentarse a los agermanados de Orihuela, capital de la gobernación. Esto desencadenará la posterior rendición de Alicante y Elche, una victoria decisiva, que derivará en la toma de la capital del reino en 1521. El conflicto acabará en 1522 con la rendición de Játiva y Alzira, los últimos reductos agermanados.