Categories
Sin categoría

Interpretaciones

Al tener dudas considerables acerca de si Hume estaba expresando únicamente sus opiniones superficiales en lugar de expresar su personalidad completa, A. E. Taylor (1927) dudó sobre si Hume era en efecto un gran filósofo o sólo un hombre extraordinariamente lúcido.

Ayer (1936) al introducir su exposición clásica del positivismo lógico, declaró que «los puntos de vista expuestos en este tratado derivan son el resultado del empirismo de Berkeley y Hume».

Tanto Bertrand Russell (1946) como Kolakowski (1968), vieron a Hume como un positivista que sostenía la opinión de que el conocimiento proviene sólo de la experiencia, de las impresiones de los sentidos y (más tarde) del sense datum y que el conocimiento obtenido de otra forma era un sinsentido. Albert Einstein (1915) declaró que el positivismo de Hume le inspiró al formular su Teoría de la relatividad.

Anderson (1966), al discutir los primeros principios de Hume, que dicen que todos los gobiernos y toda la autoridad de las mayorías sobre las minorías están fundamentados en el derecho al poder y el derecho de la propiedad concluyó que Hume fue un materialista.

Popper (1970) puntualizó que dado el idealismo humeano le resultaba una refutación estricta del realismo del sentido común, y que aunque sentía racionalmente que el realismo del sentido común es un error, admitía que en la práctica era incapaz de dejar de creer en él durante más de una hora, Hume era un realista del sentido común.

Husserl (1970), asoció la fenomenología con Hume cuando mostró que ciertas percepciones están relacionadas o asociadas con otras percepciones que se proyectan en un mundo putativo fuera de la mente.

Stroud (1977) consideró a Hume un naturalista, al decir que veía todos los aspectos de la vida humana explicables naturalistamente. Situó al hombre en el mundo de la naturaleza, interpretable por tanto según la ciencia, en conflicto con la idea tradicional que considera al hombre un sujeto racional disociado de la naturaleza.

Flew(1896) dirigió su atención al escepticismo moral y lógico de Hume y le denominó escéptico pirroniano.

Hume fue denominado el profeta de la revolución de Wittgenstein por Philipson (1989), al referirse a su consideración de que la matemática y la lógica son sistemas cerrados, tautologías que no tienen relación con el mundo de la experiencia..

Al tratar a Hume de neo-helenista, Phenelum(1993) le conosideró continuador de las tradiciones esoica, epicúrea y escéptica, pues Hume tenía en común con estas corrientes su creencia de que debemos entender nuestra propia naturaleza antes de tratar cualquier otro asunto.

Norton (1993) aseguró que Hume fue el primer filósofo postescéptico de la era moderna. Hume desafió la certeza de los cartesianos y otros racionalistas, que trataban de refutar el escepticismo, y además emprendió la tarea de articular una nueva ciencia de la naturaleza humana que proporcionase unos fundamentos estables para el resto de ciencias, incluidas la moral y la política.

Fogelin (1993) concluyó que Hume fue un perspectivista radical, similar a Protágoras. Se refirió a las palabras de Hume en las que declaraba que sus escritos exhibían «una propensión que nos inclina a a lo positivo y cierto en puntos particulares, de acuerdo a la luz bajo la que los examinamos en cada instante particular» (T 1.4.7, 273).

Categories
Sin categoría

Análisis de películas

Un hombre para la eternidad: La película es sobria, pero lejos de ser una carencia lo considero una virtud, ya que muestra como ser puede ser un héroe sin pretenderlo, y de un modo natural, corriente.
El tema es super actual, la objeción de conciencia, la corrupción del poder autoritario que quiere convertirse en totalitario, invadir la esfera más íntima de la persona. La defensa de la verdad hasta las últimas consecuencias.
El guión es lo mejor de la película, especialmente fiel a la realidad histórica la representación del juicio, pues los diálogos son tomados de las actas que se conservan del mismo. Requiere ser vista varias veces para calar en los densos diálogos y en lo profundo del mensaje.

Lutero: Lutero tiene a su favor un interesante reparto internacional, entre los que están Peter Ustinov, Alfred Molina, Joseph Fiennes y Bruno Ganz (Hitler en “El hundimiento“). Además tiene, por supuesto, un tema interesante. Es algo desolador que pese a la grandeza de sus intérpretes y a la figura histórica en la que se basa esta biopic, Martin Lutero, la película de Martin Till no llegue a tener toda la fuerza que estas perspectivas hacen esperar. La dirección del alemán Till es soberbia en los aspectos técnicos, en los decorados y los vestuarios, pero todo esto sobrepasa lamentablemente las actuaciones y el planteamiento que hace de la historia. Martin Lutero, acosado por la iglesia de Roma por sus escritos, se encuentra entre la redención y la reforma total del cristianismo. Sabemos que optó por esta última opción, y esta película pretende arrojar luz sobre los procesos mentales, las dudas espirituales y el contexto de que vivió rodeado Lutero durante estos años de su vida. Sin embargo hay muchos elementos que chirrían. No basta para hacer un buen filme histórico ser fiel a los sucesos más importantes de una vida, aunque esto esté en “Lutero”. La confusión y la banalidad dirigen muchas veces la trama, dejando al espectador huérfano de hilo argumental. Todos los intérpretes han demostrado con anterioridad su buen saber hacer; a las órdenes de Till y con unos diálogos mal escritos, hasta Ustinov se muestra acartonado, cuando no son absolutamente incapaces de meterse en sus personajes. Fiennes (Shakespeare in love), que debería representar a un Lutero fuerte pero enfrentado a dudas naturales, aparece como un insoportable y petulante niño malcriado, neurótico aparentemente y casi con doble personalidad. Con todos estos elementos estropeados es difícil que la impresionante reconstrucción histórica de los espacios y los ropajes bastasen para dejar una sensación favorable después del visionado de Lutero. A pesar del fuerte ritmo que el director crea, es difícil meterse en una película con unos personajes y una historia tan poco definidas. El inevitable epílogo final, explicando la grandeza y el valor de Lutero, nos hacen preguntarnos por qué todo eso que nos cuentan en cinco líneas finales no se ha visto durante la película.

Categories
Sin categoría

Frases célebres

– ¿Una esposa? No es éste ninguno de los requisitos indispensables de la vida.

–  Toda cualidad del espíritu que es útil o agradable a la propia persona o a otras, proporciona un placer al espectador, suscita su estimación y es admitida bajo la honrosa denominación de virtud o mérito.

– La avaricia o el deseo de lucro es una pasión universal que opera en todas las épocas, en todos los lugares y sobre todas las personas.

– Si se admite que el suicidio es un crimen, sólo la cobardía puede impulsarnos a él. Si no es un crimen, tanto la prudencia como el valor nos obligan a desembarazarnos de la existencia cuando ésta se convierte en una carga.

– Nada resulta más sorprendente para el que examina los asuntos humanos con mirada filosófica que la facilidad con que la mayoría es gobernada por la minoría.

– Las primeras ideas de la religión han surgido no de la contemplación de las obras de la naturaleza, sino de la preocupación por los sucesos de la vida y de las esperanzas y temores incesantes que actúan en la mente humana.

– La primera cualidad de un historiador es ser veraz e imparcial, la segunda es ser interesante.

– Las decisiones filosóficas no son otra cosa que reflexiones sobre la vida ordinaria, metodizadas y corregidas.

– La razón es y debe ser solamente la esclava de las pasiones.

– La avariciao el deseo de lucroes tan universal como la pasión, que actúa en todos los tiempos, en todos los luagres y sobre todas las personas.

– No hay para mí nada tan agradable que la conversación libre de un amigo.

– La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla.

– El arte confecciona un vestido, la naturaleza produce un hombre.

– Los errores en materia de religión son peligrosos, en filosofía son simplemente ridículos.

– La oscuridad es efectivamente penosa para la mente, como lo es para el ojo, pero sacar la luz de la oscuridad, por el esfuerzo que sea, ha de ser deleitable y producir regocijo.

– Sé filósofo, pero en medio de toda tu filosofía sé  hombre.

– Todo el mundo se queja de su mala memoria, nadie de su poco entendimiento.

– Nada es más libre que la imaginación humana.

– Ningún testimonio es suficente para establecer un milagro, salvo que su falsedad fuese más milagrosa que el hecho que se trata de establecer.

– Pues siempre que la repetición de un acto u operación particular produce una propensión a renovar el mismo acto u operación, sin estar impelido por ningún razonamiento o proceso del entendimiento, decimos siempre que esta propensión es el efecto de la costumbre.

 

 

 

Categories
Sin categoría

Diálogos sobre la religión natural

Fue publicada póstumamente por su sobrino en 1779, también llamado David Hume. Es una discusión entre tres personajes de ficción que esgrimen argumentos para probar la existencia de Dios, tratando con detenimiento el argumento del diseño. A pesar de una cierta controversia, la mayor parte de los estudiosos de Hume están de acuerdo en que la postura de Philo, el más escéptico de los tres, es la más cercana a la del propio Hume.

 

Categories
Sin categoría

Historia de Inglaterra

Hume no sólo escribió sobre filosofía, sino que entre sus obras se encuentras trabajos de tipo histórico, como es esta “Historia de Inglaterra” que llevó a cabo entre 1754-1762. Se debe de considerar como una colección de libros en lugar de un trabajo único. Es un trabajo monumental que comprende desde la invasión de Julio César hasta la Revolución de 1688. Esta obra le aportó casi toda la fama que se granjearía en vida, editándose más de un centenar de veces. Muchos la consideran la historia de Inglaterra hasta la publicación de la historia de Inlgaterra de Thomas Macaulay.

Thomas Macaulay
Ejecución Carlos I

 

Categories
Sin categoría

Ensayos sobre moral y política

La primera edición fue en 1741-1742. Es una colección de ensayos escritos durante muchos años y publicados en varios volúmenes antes de ser reunidos en uno hacia el final de la vida de Hume. Estos ensayos pueden resultar confusos por la gran variedad de asuntos de los que tratan: cuestiones de juicio estético, la naturaleza del gobierno británico, el amor, el matrimonio, la poligamia o la demografía de las antiguas Grecia y Roma. Sin embargo, hay temas recurrentes, como la cuestión de qué constituye el refinamiento en materias de gusto estético, educación y moral. Los ensayos están escritos imitando inequívocamente el estilo de Joseph Addison, a quien Hume leyó con avidez en su juventud.

Joseph Addison

 

Categories
Sin categoría

Tratado de la Naturaleza Humana

  • Tratado sobre la naturaleza humana: Un intento de introducir el método de razonamiento experimental en las cuestiones morales. (1739–40)
    • Libro 1: “Del entendimiento” Tratado que comprende desde el origen de las ideas a su división.
    • Libro 2: “De las pasiones” Tratado de las emociones.
    • Libro 3: “De la moral” Ideas morales, justicia, obligaciones, benevolencia.

Hume esperó a ver si el Tratado alcanzaba el éxito, y de ser así lo completaría con libros dedicados a la política y a la crítica. Sin embargo, no lo logró, así que nunca lo completaría.

  • Resumen de un libro recientemente publicado: Titulado Tratado sobre la naturaleza humana (1740)

En ocasiones atribuido a Adam Smith, en la actualidad se cree que fue un intento de Hume de popularizar su Tratado.

Tratado de la Naturaleza Humana
Categories
Sin categoría

Obras del pensador escocés

Una carta a un medico en la que se pide consejo acerca de la “Enfermedad de lo aprendido” que le aflige. En esta obra declara que a los dieciocho años de edad «pareció abrirse ante mí una nueva área del pensamiento..» que le hizo «abandonar otro placer u ocupación» y le condujo a la búsqueda de la erudición.
Tumba de David Hume

Categories
Sin categoría

Comentarios de texto sobre David Hume

La importancia de este autor llega a la actualidad, puesto que es uno de los autores estudiados en filosofía en Bachiller y del cual, miles de alumnos tienen que examinarse de él en Selectividad. En este apartado se aportan algunos comentarios de textos ya realizados para que cualquier estudiante pueda estudiarlos y pueda comprender mejor la realización de un comentario de texto filosófico. Del mismo modo, se introducen algunos comentarios en lengua catalana para facilitar mejor la tarea.

El costum, doncs, és el gran guia de la vida humana. Només aquest principi fa útil la nostra experiència i ens permet esperar, per a l’esdevenidor, una successió de fets semblants als que han aparegut en el passat. Sense la influència del costum, no sabríem res de les qüestions de fet, tret del que és immediatament present en la memòria i els sentits. Tampoc no sabríem com ajustar els mitjans als fins, ni com fer ús de les nostres capacitats naturals per produir un efecte determinat. Seria la fi immediata de tota acció i de la part principal de les nostres especulacions.

Hume, Investigació sobre l’enteniment humà
SÈRIE 4 (Tribunal ordinari. Setembre 2001)

1.- Expliqueu breument la idea principal del text. [2 punts]

En aquest text, el filòsof empirista David Hume (1711-1776) posa de relleu la importància del costum en la nostra vida. És l’hàbit o el costum, segons Hume, el que ens permet establir una relació de necessitat entre experiències separades en el temps. Els nostres actes passats restarien del tot deslligats dels presents si no fos per les estructures psicològiques i especialment per la memòria, que els vincula i, d’aquesta manera, ens allibera de viure en un present continu, on només tindríem la possibilitat de conèixer allò que els sentits ens mostren en aquell moment. Aquesta constant vinculació d’experiències que opera la memòria acaba donant lloc a un hàbit o costum: com que estem acostumats, habituats, a constatar que a uns mateixos fets els hi segueixen fets semblants, podem gestionar les nostres accions presents comptant que produiran efectes similars als que han produït en el passat.

2.- A quina època de la història de la filosofia pertany aquest text? Relacioneu-lo amb alguna característica pròpia del pensament d’aquesta època. [3 punts]

David Hume és un filòsof escocès del segle XVIII que pertany al corrent de la filosofia empirista, els principals representants de la qual són l’anglès John Locke (1632-1704), i l’irlandès George Berkeley (1685-1753). L’empirisme és un corrent filosòfic que reivindica la primacia de l’experiència sensible com a fonament de la raó. Per a un empirista la veritat és un concepte empíric o s’origina en l’experiència. Un empirista considera inaceptable la tesi cartesiana i dels seus seguidors racionalistes (Spinoza, Leibniz…) segons la qual la raó és el fonament del coneixement i l’experiència sensible no fa sinó desvetllar les nostres idees, que portem, com incorporades, des de sempre, de manera innata.

Aquesta proclamació de les evidències sensibles com a únic criteri de coneixement de la veritat porta l’empirista a negar qualsevol rellevància epistemològica (de coneixement) als nostres continguts de consciència (allò que pensem) si no troben un correlat (un eco), en l’experiència: el criteri de veritat en l’empirisme s’anomena “principi de la còpia”: un concepte només és cert si podem assenyalar de quina impressió prové. Tot coneixement significatiu és sempre individual, singular i concret. Per a l’empirisme, fora de l’àmbit estricte de la matemàtica i de la lògica, és a dir del que s’anomenen “relacions d’idees”, ni tan sols no resulta comprensible la noció de coneixement universal i necessari. Si un coneixement fos realment universal hauria d’estar relacionat amb una experiència també universal i això és empíricament inviable. Perquè un coneixement fos necessari n’hauríem hagut de fer experiència abans que tingués lloc.

Si abans que una cosa passi podem dir que passarà necessàriament, és perquè ja ha passat anteriorment; així, per exemple, només podem dir que aquesta aigua que posem a bullir bullirà necessàriament quan arribi a 100 graus perquè ja abans l’hem posat a 100 graus i hem vist que bullia. L’únic que podem afirmar és que experiències similars que han tingut lloc en el passat han donat aquest resultat i, per això, ara comptem que això es donarà novament. Però per poder fer aquesta connexió ens cal, justament, vincular les dues experiències, la passada i la present. Aquesta vinculació, que és operada pels mecanismes psicològics i, particularment, per la memòria, acaba generant un costum; ens acabem habituant a la concatenació de determinats fets i aquest hàbit adquirit és el que ens permet viure confiant que les nostres accions no es veuran sorpreses per efectes imprevistos.

3.- Expliqueu el concepte de costum que es desprèn d’aquest text. [3 punts]

L’hàbit és l’afecció del de l’esperit que el porta a estendre a casos semblants allò que ha observat en experiències anteriors i que determina, per tant a inferir una situació futura. Als textos de Hume, “hàbit” i “costum” són generalment mots sinònims, tot i que d’una manera més tècnica, el costum tendeix a ser l’operació de la ment i l’hàbit n’és el resultat. Malgrat que Hume, en aquest text, no esmenta directament el terme “creença” (belief), l’explicació que dóna de la noció de costum ens condueix directament a la creença. Podríem dir que el costum és, per a Hume, la condició de possibilitat de les nostres creences. Parlem de creences i no pas de certeses o de coneixement perquè, sobre tot allò que té relació amb les nostres experiències futures, no en podem tenir altra cosa que creences.

Creiem que el cop que ara donem a aquesta bola de billar la farà moure i farà moure, també, totes les altres boles que la nostra bola toqui (aquest és l’exemple proposat pel mateix Hume i que ha acabat exemplificant millor la seva crítica al concepte de causalitat). Ho creiem perquè cada vegada que hem realitzat una acció semblant, hem observat que produïa aquest mateix efecte i hem acabat acostumant-nos a esperar, novament, el mateix efecte a la mateixa acció. Ara bé, que l’efecte sigui novament l’esperat no ens confirma pas que hi hagi cap llei universal i necessària que ens hagi de portar a pensar que això s’hagi de donar sempre així. Una de les afirmacions bàsiques de Hume és precisament aquesta: que el contrari de qualsevol “qüestió de fet” (matter of fact) sempre és possible. Fins al mateix moment que passi no podrem estar segurs que efectivament passarà. Mentrestant, podem sobreviure amb la creença, que és fruit del costum.

Tot plegat es podria reflectir amb una fórmula com aquesta:

fets passats + costum = creença dels fets futurs.

Expressar-ho així ens permet adonar-nos que, per a Hume, el costum fonamenta el nostre concepte de causalitat, és l’únic pont que ens permet transitar dels fets passats (ja experimentats) als fets futurs (que encara hem d’experimentar). La creença ens permet transitar amb confiança entre el passat i el futur. Si no fos pel costum, viuríem esclavitzats pel present i cada vegada que realitzéssim una acció (encara que n’haguéssim fet de similars moltes altres vegades) n’esperaríem qualsevol efecte (podríem pensar, per exemple, que quan empenyerem la bola de billar es trencarà, es posarà a volar o es queixarà perquè li hem fet mal).

Quan Hume afirma que: “el costum, doncs, és el gran guia de la vida humana” ens està dient que vivim en un món fet de provisionalitat, però també que només a través de l¡hàbit o el costum podem evitar les conseqüències de l’escepticisme radical. Un escepticisme que, tanmateix, resulta sempre possible quan s’adopta un concepte empirista del coneixement. Mentre Descartes buscava una veritat “clara i distinta” que li permetés superar el dubte, Hume considera que un moderat escepticisme ens ajuda a situar-nos millor en el coneixement. Cal especialment malfiar-nos de les abstraccions i de les grans paraules que no volen dir res, perquè el món real que sempre és concret. Només per la força del costum ens podem mantenir en un escepticisme moderat i evitar un escepticisme radical que ens obligaria a guardar silenci sobre qualsevol cosa i a reconèixer que mai no sabem res. Hume en aquest text ens diu que podem conèixer, però mai no d’una manera absoluta, total i irreversible. Les qüestions de fet les coneixem pel costum però això no vol dir que aquest coneixement sigui perfecte o que no pugui transformar-se al llarg del temps.

4.- Quina vigència creieu que pot tenir avui el contingut d’aquest text? [2 punts]

L’empirisme i el racionalisme són, ambdós, plantejaments epistemològics que fan de mal acceptar sense matisos. Si féssim cas a un racionalista podríem acabar dubtant metòdicament de tot allò que passa al nostre voltant i que constitueix el nostre hàbitat d’experiència, el medi on es desenvolupa la major part de la nostra vida. No treu a res dubtar universalment de fets que són immediats (el meu nom, la meva edat, etc.). Un plantejament com el de Descartes, basat en les idees innates, tampoc no queda gens clar que aporti més solucions que problemes, al menys en la mesura que no sembla que conceptes que per a Descartes són innats (“Déu” o “món”, per exemple) siguin compatibles amb la primera de les seves regles metòdiques, que era l’evidència.

Si, en canvi, fem cas de l’empirista, segurament la vida pràctica ens serà més senzilla però correm el risc d’acceptar de manera poc crítica el caràcter absolut, decisiu, de les nostres experiències. Aquesta és la crítica que el filòsof de la ciència Imre Lakatos feia a l’empirisme, quan afirmava que aquesta doctrina filosòfica recolza sobre el “dogma de la immaculada percepció”. És evident que les nostres percepcions no són sempre (¿ho són mai?) immaculades, neutres, plenament fiables. Molt sovint les nostres impressions no són neutres, sinó que estan condicionades per les emocions, els afectes, les experiències passades etc., i per això l’empirisme corre el risc de caure en una certa ingenuïtat epistemològica en definir la primacia del principi de la còpia.

Això no obstant, tant un enfocament com l’altre posen de relleu aspectes molt interessants de la nostra manera de conèixer. El racionalisme ens ensenya a prevenir-nos de l’experiència sensible i els seus enganys; l’empirisme ens recorda que la nostra confiança en tot allò que ens sembla que passarà de manera necessària potser és excessiva.

En aquest context de confrontació teòrica, la noció de costum humeana és com una àncora per a la percepció. Però dóna la sensació de ser una àncora poc consistent. Estem habituats fins a tal punt a confiar que el trànsit passat-present es donarà que, intuïtivament, fa de mal acceptar que això només passi per casualitat i no pas perquè hi ha un veritable nexe de causalitat darrere. Dit d’una altra manera, si veritablement és concebible que la bola de billar es trenqui, o es posi a volar o a cridar, com és que, fins ara, no ho ha fet mai? ¿Realment, no tenim motius racionals per pensar que darrere d’una tal regularitat hi ha una llei universal i necessària?

Segurament, els dos plantejaments, l’empirista i el racionalista, són conciliables si no extremen, ni l’un ni l’altre, els seus punts de vista. Podríem acceptar, per tant, la validesa de les lleis universals i no perdre de vista, alhora, la seva fragilitat, els límits del seu caràcter necessari, la importància de sumar l’experiència a aquestes lleis per tal que el coneixement esdevingui complet. Popper va recollir, al cap de 200 anys, aquesta profunda intuïció humeana quan va afirmar que “tota teoria és sempre una hipòtesi”: milers d’experiments e favor d’una teoria no la demostren absolutament mentre que, en canvi, un sol experiment en contra la falsa. Totes les hipòtesis científiques tenen una validesa -limitada- fins que l’experiència no les posa en crisi. El text ens explica, doncs, que he hem de confiar en el costum però no fer-ho mai d’una manera cega. Només així, fent-nos conscients de la limitació dels nostres hàbits o costums, podrem orientar la nostra vida d’una manera adient. Saber que tot coneixement té un caire de provisionalitat, perquè el contrari de qualsevol qüestió de fet sempre és possible, ens ajuda a viure atents a la realitat i al concret i a allunyar els prejudicis.

“Quan veig una bola de billar que es mou cap a una altra, la meva ment es veu immediatament portada per l’hàbit al seu efecte habitual, i s’anticipa a la vista concebent el moviment de la segona bola. No hi ha res en aquests objectes, considerats abstractament i de forma independent de l’experiència, que em condueixi a treure una conclusió com aquella; i fins i tot després d’haver tingut experiència de molts efectes repetits d’aquesta classe, no hi ha cap argument que em determini a suposar que l’efecte serà conforme a l’experiència passada. Els poders pels quals actuen els cossos ens són completament desconeguts. Només percebem les seves qualitats sensibles: i quina raó tenim per pensar que els mateixos poders estaran sempre conjuntats amb les mateixes qualitats sensibles?”

HUME, David. Resum del Tractat sobre la naturalesa humana. Barcelona: La Busca Edicions, 2005, p. 19.

1. Fes un breu resum del text (entre 40 i 80 paraules). Recorda atenir-te al que s’hi diu i no en facis valoracions personals. [2 punts.]

Per a l’empirisme resulta impossible tenir experiència d’una cosa que encara no ha succeït. L’exemple de les boles de billar mostra que no es pot establir una relació entre dos fets successius en termes de causa i efecte. La causalitat és un producte del tot injustificat de la nostra ment, que actua guiada pel costum.

2. En el text, Hume utilitza el billar d’exemple per il•lustrar un dels punts clau de la seva teoria del coneixement. En el mateix sentit, proposa un altre exemple. Sigues breu (no més de 30 paraules). [1 punt.]

Pensar que sempre que hi ha núvols foscos necessàriament plourà és un producte de l’hàbit. Però que això passi sovint no justifica creure que hagi de succeir sempre.

3. Basant-te en el text, explica la importància del mètode inductiu en Hume. [2 punts.]

Hi ha dos mètodes de coneixement fonamentals en ciència: deducció i inducció. En la deducció a partir d’un principi general o una llei científica ja demostrada passem a explicar un cas concret (si l’aigua bull a cent graus, l’aigua que bull ara a la cuina en concret està a cent graus – per posar un exemple). En canvi el mètode inductiu compara fets concrets (experiències), observa el que tenen en comú i, per comparació elabora una llei general. Si m’acosto repetidament a la llar de foc i sempre noto l’escalfor, deu ser perquè el foc té poder calorífic. Això seria un exemple molt senzill d’inducció.

El mètode inductiu es basa en l’experiència i l’observació repetida d’una sèrie més o menys extensa de fets concrets en què es manifesta un principi general que es repeteix. A diferència de la deducció, la inducció no permet oferir cap veritat indubtable o necessària. Dit d’una altra manera: cap experiència passada no ens autoritza a creuar la línia entre el que hem observat i el que encara no ha estat observat. No hi ha evidència de coses no observades: com a molt hi haurà creença (belief) però no saber. Ningú no pot estar segur que entre una infinita quantitat de casos possibles sempre i inevitablement es doni exactament el mateix comportament dels fets. La inducció és probable (té moltes experiències al darrera que la recolzen), però no és inevitablement certa. Serà prudent agafar un paraigües quan veiem núvols molt foscos, però això no vol dir que hagui de ploure inexorablement.

El billar ofereix un bon exemple de les limitacions del pensament inductiu: creure que el moviment d’una bola que topa contra una altra la farà moure sempre, en tots els casos, és un error que ens condueix a predir un fet sense tenir prou motius per fer-ho. La certesa només prové de l’experiència i, aquesta sempre és l’experiència d’un fet concret ocorregut en el passat, mai no podem estar certs de res futur. Els moviments de les dues boles, doncs, són dos fets separats, independents l’un de l’altre que l’enteniment relaciona per ser habitualment consecutius; la repetida observació d’aquesta consecució porta la ment a generalitzar, establint una relació de causa i efecte inexistent en realitat. Del futur en podem tenir un coneixement probable (una creença), però no cap certesa.

Hume manté com a principi bàsic de la seva teoria del coneixement el ‘principi de la còpia’, segons el qual totes les idees certes provenen d’impressions sensibles i només és veritat aquella idea que prové d’una impressió sensible concreta. Cada fet observat – és a dir, cada experiència – genera una impressió en l’enteniment, que la memòria converteix en idees. Les idees sobre aquests fets, posades en relació, l’una amb l’altra, per la imaginació poden donar pas a una idea complexa sense cap mena de referent real que de fet s’hi correspongui. Per això es diu que Hume és psicologista. És la ment el que ens fa creure (imaginar) que el fet simple de colpejar una bola en repòs amb una altra en moviment causa el moviment de la segona bola. En cas que es produeixin aquests dos fets, només podrem observar el comportament, per separat, de cada bola, i en cap cas tindrem experiència de la relació entre una causa i el seu suposat efecte. L’exemple del billar serà extensiu, segons Hume i els empiristes, a tot l’àmbit del coneixement.

4. Relaciona la teoria del coneixement de Hume amb altres teories epistemològiques. [3 punts.]

Hume és escèptic; això vol dir que no creu en la possibilitat d’elaborar conceptes de valor universal sobre fets que estan constantment canviant i transformant-se (per exemple el ‘jo’, o identitat personal, el món físic…). Considera, en canvi, els sentits com a única font possible per al coneixement. Abans que ell, molts altres filòsofs van vincular el coneixement a l’experiència, a les dades obtingudes a posteriori. És el cas, per exemple, d’Aristòtil que -contra el seu mestre, Plató- defensava l’experiència sensible com a lloc d’origen de les idees. Per a Aristòtil, per exemple, només podem parlar del concepte ‘home’ si abans coneixem homes concrets (Ramon, Agustí…), en aquest sentit el podem acostar al empiristes, mentre que Plató està molt més proper a la tradició racionalista cartesiana. Però Aristòtil era ‘naturalista’ (creia que a cada cosa naturalment li correspon un concepte), mentre que Hume és un escèptic (considera que mai no podrem arribar a conèixer perfectament les coses, que sempre estarem limitats pel nostres sentits corporals i pel nostre enteniment que finalment és imperfecte -tot i que perfectible).

Però l’oposició fonamental en teoria del coneixement a l’edat moderna és la que es dóna entre Descartes (racionalisme) i Hume (empirisme). Les idees que els cartesians consideren innates i ‘clares i distintes’ (és a dir indubtables i sempre certes) – com la de Déu, del jo o de la substància – no tenen, per a Hume, cap base real en l’experiència sensible; i en la mesura que no compleixen amb el ‘principi de la còpia’ seran, doncs, considerades idees buides o sense contingut.

Hume, però, no és estrictament un inductivista. A diferència d’altres empiristes (com Locke) i de predecessors de l’empirisme (com Bacon de Verulam) que eren inductivistes, Hume sap que una inducció al cap i a la fi no deixa de ser una creença que es basa en la memòria i segons la qual si una cosa ja ha passat, tendirà a repetir-se. Però una inducció no deixa de ser una suposició. Que una cosa hagi passat molts cops en el passat no vol dir que continuï succeint en el futur i que una cosa no hagi passat mai no vol dir tampoc que no pugui començar a succeir demà (o d’aquí a dos minuts).

La pràctica de l’inductivisme no és irracional perquè la naturalesa humana està feta de tal manera que quan una cosa es repeteix sovint tenim una expectativa que allò tornarà a succeir en el futur. Però l’inductivisme és simplement una ‘suposició’; l’únic mètode que li queda a Hume per fonamentar la ciència és la creença (belief) en la continuïtat i en la coherència de les percepcions; però d’aquesta continuïtat no en podem tenir cap garantia. El seu escepticisme s’orientarà contra el dogmatisme dels racionalistes segons els quals podem tenir idees clares i distintes.

Per als racionalistes quan trobem una idea innata que és una evidència per ella mateixa (el ‘cogito’, per exemple), podem deduir-ne altres veritats amb valor universal. Mentre Descartes creu que les idees innates són autoevidents (intuïcions immediates de la ment), Hume és molt escèptic respecte als continguts mentals que anomenem idees. Per a Hume qualsevol idea, tot i que derivi d’una impressió, és sempre una percepció més dèbil que cap impressió, aquesta sí, directament relacionada amb un objecte d’experiència. El pensament, ens dirà Hume, no és de fiar: debilita les percepcions (en transformar, a través de la memòria, les impressions en idees) i pot generar idees falses (la imaginació, que relaciona idees simples entre elles, pot elaborar idees complexes que no s’adiguin a fets observables), com les de Déu, substància, món i jo. O, com ens diu en el text, pot engendrar la il•lusió de creure que un fet pugui causar-ne un altre.

5. Creus que hi té res a veure la llibertat amb la capacitat predictiva de la ciència? Raona la resposta. [2 punts.]

Si alguna cosa és segura per a un escèptic és que la veritat absoluta no la pot tenir ningú. Com a molt tenim aproximacions a la veritat. si el contrari de qualsevol qüestió de fet sempre és possible, llavors això té també conseqüències socials i polítiques. Si ningú no pot posseir la veritat absoluta això obliga a la tolerància envers totes les idees provables.

De fet, podríem preveure el futur només si hi hagués un futur causalment preestablert, però aquest no és el cas. L’exemple de les boles de billar ens ha mostrat que la causalitat és una ficció de la ment i, per tant, el futur està obert. A partir d’aquí ens podem fer una idea del lloc en què queda la llibertat en les teories científiques. Mil experiències a favor d’una teoria no la demostren i, en canvi, una sola experiència en contra la posa o en crisi o més tècnicament ‘la falsa’, per dir-ho en el vocabulari del filòsof del segle passat Karl Popper. La investigació científica consisteix a formular hipòtesis i esperar que l’experiència les refuti. Mentre això no succeeixi es pot prendre la hipòtesi com a llei provisional, ens dirà Popper, però no com a certesa absoluta.

La ciència té una capacitat predictiva molt gran però limitada; no hi ha cap ‘coneixement absolut’ o cap teoria de la qual poguéssim estar segurs absolutament. Cal sotmetre sempre a prova totes les hipòtesis Cada nova hipòtesi és una nova variable, i els termes amb què tractem a cadascuna, no són extrapolables. D’aquí la necessitat de la llibertat en la investigació científica.


“Tota la moralitat depèn dels nostres sentiments; quan una acció, o una qualitat de la ment, ens agrada en certa manera, diem que és virtuosa; i quan, al seu torn, la seva negligència o el seu incompliment ens disgusta, diem que hi ha obligació de realitzar-la. Un canvi d’obligació suposa un canvi de sentiment; l’aparició d’una nova obligació suposa el ressorgiment d’un nou sentiment. Però és cert que de forma natural no podem canviar els nostres propis sentiments més del que [podem canviar] els moviments dels cels; ni tampoc per pura apetència de la nostra voluntat, és a dir, per una promesa, no podem convertir una acció en agradable o desagradable, en moral o immoral; amb o sense promesa, una acció pot haver produït impressions contràries, o haver estat qualificada de formes ben diferents.”

David HUME. “Sect. V: Of the obligation of promises”. A Treatise of Human Nature

1. Fes un breu resum del text (entre 40 i 80 paraules), exposant-hi les idees principals. [2 punts.]

Els sentiments i les inclinacions humanes determinen que considerem morals o immorals les accions. L’acció que ens produeix bons sentiments tendim a considerar-la com a bona i ni la voluntat no pot variar els nostres sentiments. Pretendre modificar a voluntat els sentiments és tant com voler modificar l’ordre celeste.

2. Respon breument les següents qüestions (màxim 30 paraules cadascuna):

2.1 Com es relacionen, en el text, “moral”, “sentiments” i “promesa”? Sigues breu. [0,5 punts.]

Si la ‘moral’ es fonamenta en els ‘sentiments’ i aquests no depenen de la voluntat, tampoc la ‘promesa’ (el compromís) no tindrà cabuda en l’ordre moral de Hume.

2.2 Com definiries relacionant-les, segons l’ús que en fa Hume, “obligació” i “virtut”? [0,5 punts.]

Una ‘obligació’, en sentit emotivista, pressuposa una exigència penosa o desagradable generada per una acció o “qualitat de la ment”; però quan un acte és plaent, portar-lo a la pràctica ens sembla una ‘virtut’.

3. Què vol dir Hume quan diu que “tota la moralitat depèn dels sentiments”? Justifica la resposta. [2 punts.]

Aquesta frase, que obre el text, resumeix la idea de moralitat de Hume. Segons Hume només hi ha dos tipus de proposicions que tenen sentit. Són les ‘relacions d’idees’ [‘relations of ideas’] i les ‘qüestions de fet’ [‘matters of fact’]. Relacions d’idees són les que s’estableixen entre proposicions de les matemàtiques i és obvi que en l’ètica no existeixen. Però en ètica tampoc no hi ha ‘qüestions de fet’: l’ètica parla del bé i del mal, del just i de l’injust. I això no són qüestions de fet sinó problemes de ‘valors’ en què, a més hi poden haver opinions molt contrastades.

Per tant si l’ètica no depèn ni de les matemàtiques ni dels fets, només ens resta una possibilitat: els conceptes ètics depenen de les emocions o dels sentiments. Els fonaments de la moral no pertanyen a la lògica sinó a un altre nivell: el dels sentiments. Amb això no es vol dir que la moral sigui del irracional; simplement el que s’indica és que no hi ha cap criteri objectiu i universal per jutjar si un acte és bo o és dolent. Per un raonament inductiu podem considerar que si hi ha algun ‘sentiment social’ [‘social feeling’] molt majoritari a favor d’un acte, llavors aquest acte podria ser moral però fins i tot d’això mai no en podem estar gaire segurs perquè les emocions són àmbits molt contradictoris i manipulables. Com a empirista, Hume es limita a constatar que els individus actuen, però l’experiència mateixa indica que les accions que suposadament es presenten com a ‘morals’ no tenen necessàriament perquè ser ni racionals ni lloables. Una gran multitud podria demanar que es fessin actes (el linxament, la violació de drets de les minories, l’extermini dels practicants de determinats costums sexuals o religiosos) que repugnen el sentiment moral d’altres persones.

Per Hume, a més, la causalitat no és concepte que tingui un fonament real. El que podem observar empíricament és que hi ha una relació de successió entre un fenomen ‘A’ i un altre fenomen ‘B’; però res no ens autoritza a considerar que ‘A’ sigui causa de ‘B’. Observant l’acció social és fàcil observar que hi ha un buit entre la raó (la lògica) i l’acció (guiada pels sentiments). Els judicis morals no se segueixen dels fets o com es diu en el vocabulari moral, constitueix una ‘fal•làcia naturalista’ derivar un ‘haver de ser’ a partir d’un ‘ser’.

Quan Hume diu que ‘tota la moralitat depèn dels sentiments’, ens està explicant que la moral no és lògica. La raó sola – sense les emocions – no ens conduiria a l’acció i les accions mai no són necessàriament racionals. A més, les idees abstractes, per a Hume, són buides, sense contingut per no tenir un corresponent real; és clar que, així, qualsevol submissió a un ideal moral seria absurda per a ell.

No podem aspirar a cap universalisme moral. Una bona acció serà la que ens aporta un sentiment de plaer i, en canvi, una mala acció la que ens reporta dolor. Es legisla (en l’ordre moral, i també en el polític) en funció d’aquest sentiment, provant d’evitar, per obligació, el dolor. Els sentiments són, per tant, els fonaments de la moral, com les impressions ho són per a la ciència.

4. Relaciona el “sentiment moral” en Hume amb altres autors que coneguis. Cal que justifiquis la teva resposta. [3 punts.]

La seva teoria moral emotivista cal posar-la en relació amb l’utilitarisme de Mill. Com Mill, Hume és profundament indeterminista i creu en la llibertat humana per a triar. Però hi ha una diferència fonamental. Mentre per a Hume totes les accions morals valen igual – i no hi ha cap criteri capaç de dir si una acció és més o menys moral que una altra -, en canvi per a l’utilitarisme sí que hi ha un criteri per valorar les diferents preses de posició morals. Els utilitaristes defensen que la moral es regeix pel criteri del ‘màxim bé per al màxim nombre’: és a dir un sentiment moral que faci el bé a més gent durant més temps tindrà un valor moral superior: és millor, per exemple, ajudar un hospital amb donacions voluntàries que dedicar els diners exclusivament a petits plaers. Però això no vol dir que els petits plaers personals siguin dolents: només significa que no són tan bons perquè no augment la felicitat de tanta gent com es podria fer en l’altre cas.

L’ètica de Mill és conseqüencialista: un acte és tant més bo com millors conseqüències té. Per això l’utilitarisme no podria entendre’s sense el compromís de l’individu per fer ‘el màxim bé’ i, en conseqüència, sense voluntat ni llibertat, i precisament res d’això conforma la moral de Hume que és purament subjectivista.
Hume es pot comparar també amb l’ètica hedonista d’Epicur en la mesura que opta pel plaer com a bé moral. Augmentar el plaer i disminuir el dolor és per a ambdós la via a la felicitat.

5. Fes una valoració personal del text, relacionant-lo amb la postura política de Hume. [2 punts.]

És interessant la manera com Hume entén les promeses perquè les considera un compromís inútil i absurd. Prometem coses perquè sentimentalment quelcom ens afecta però això no vol dir que quan els nostres sentiments i emocions canvien, les promeses que hem fet anteriorment no ens puguin arribar a semblar insconsistents i absurdes. Recordem que segons la teoria del coneixement de Hume, el jo (o ‘identitat personal’) és ‘un feix d’impressions i sensacions’ i, per tant, quan aquestes impressions i sensacions canvien, el nostre jo es modifica amb elles i els nostres sentiments també ho fan.

Hume és liberal per coherència amb la seva posició empirista: si l’experiència és la base del coneixement i si l’experiència ens mostra un món en canviï i transformació constant, llavors el més assenyat és fer una opció política oberta a la llibertat. El liberalisme convencionalista. Les tesis convencionalistes – que es van originar en la sofística a Grècia – estan del tot enfrontades al que en filosofia política s’anomena ‘iusnaturalisme’ segons el qual hi ha principis morals universals i a priori. Per a Hume, en canvi, cap sentiment morals i cap idea política no és universal i, encara menys, ‘natural’: tot en l’home depèn de l’experiència i, per tant, res no pot ser ‘innat’, ni ‘natural’, malgrat que el costum repetit ens vulgui fer creure el contrari.

Observem, per exemple, l’explotació laboral dels infants. Hi ha algú a qui satisfaci la imatge d’un nen treballant en una mina, per exemple? Hume ens diria que l’explotació ens produeix un sentiment de vergonya i que, per tant, no pot ser bona. Però això no significa tampoc que comparativament no pugui ser millor el treball infantil que la fam o que altres tipus d’explotació. No és natural ni que els nens treballin, ni que no ho facin: dependrà de l’experiència concreta, de la situació de l’economia, de l’evolució de les mentalitats, etc.

La decisió política (com la moral) està determinada per l’experiència dels fets (els sentiments, hàbits i costums). Quan la situació empírica canvia, les idees canvien també. El bon govern liberal està basat en el vot de la majoria dels ciutadans que representa o expressa els sentiments i les emocions sobre les quals hi ha un acord més ampli. Estrictament parlant, ‘prometre’ serà absurd en matèria política: una promesa serà sempre buida; si es promet quelcom que està d’acord amb el que s’infereix de l’experiència i amb els sentiments majoritaris, (és a dir, d’acord amb l’ordre establert pels costums, els hàbits i els sentiments que els ciutadans ja tenen assumits), la promesa serà redundant, absurda i inútil, perquè serà innecessària. Si, en canvi, la promesa atempta contra aquest ordre, la seva absurditat serà encara més majúscula, perquè serà impossible complir-la. La superioritat del liberalisme sobre altres opcions està en el fet d’atenir-se a la situació de fet i no idealitzar o prometre el que no es pot complir.

“Oír una voz articulada y una conversación racional en la oscuridad, nos asegura la presencia de alguien. ¿Por qué? Porque éstas son efectos de origen y textura humanos, y estrechamente conectados con ella. Si analizamos todos los demás razonamientos de esta índole, encontraremos que están fundados en la relación causa-efecto, y que esta relación es próxima o remota, directa o colateral. El calor y la luz son efectos colaterales del fuego y uno de los efectos puede acertadamente inferirse del otro.
Así pues, si quisiéramos llegar a una conclusión satisfactoria en cuanto a la naturaleza de aquella evidencia que nos asegura de las cuestiones de hecho, nos hemos de preguntar cómo llegamos al conocimiento de la causa y del efecto.
Me permitiré afirmar, como proposición general que no admite excepción, que el conocimiento de esta relación en ningún caso se alcanza por razonamientos a priori, sino que surge enteramente de la experiencia, cuando encontramos que objetos particulares cualesquiera están constantemente unidos entre sí.”

D. Hume, Investigación sobre el conocimiento humano, Sección IV, Parte I. Ed. F.C.E. Madrid

1. Explica el significado de las siguientes expresiones del texto: “relación causa-efecto”, “cuestiones de hecho”, “experiencia”.
2. Explica las críticas humeanas a la concepción tradicional de la causalidad.
3. Relaciona el contenido del texto con la cuestión general del conocimiento en Hume.

“Así, las fronteras y oficios de la razón y del gusto pueden fijarse con facilidad. La primera procura el conocimiento de la verdad y de la falsedad; éste da el sentimiento de belleza y deformidad, de vicio y de virtud. La una descubre los objetos tal y como están realmente en la naturaleza, sin adición ni disminución. El otro tiene una facultad productora y embelleciendo y tiñendo todos los objetos naturales con los colores que toma del sentimiento interno, origina, en cierto modo, una nueva creación. La razón, fría e independiente, no es motivo de acción y dirige sólo el impulso recibido del apetito o inclinación, mostrándonos los medios de lograr felicidad y evitar la miseria. El gusto, en cuanto que da placer o dolor y, por tanto, constituye la felicidad o la miseria, se convierte en motivo de acción y es el primer resorte o impulso para el deseo y la volición. De circunstancias o relaciones, conocidas o supuestas, la primera nos lleva al descubrimiento de lo oculto y desconocido. Después que todas las circunstancias y relaciones están ante nosotros, el último nos hace experimentar, por el conjunto, un nuevo sentimiento de censura o aprobación. El canon de aquélla, fundado en la naturaleza de las cosas, es eterno e inflexible, incluso por la voluntad del Ser Supremo; el de éste, nacido de la estructura y constitución eterna de los animales, se deriva últimamente de esa Suprema Voluntad que otorgó a cada ser su naturaleza peculiar y dispuso las varias clases y órdenes de existencia.”

D. Hume, Investigación sobre los principios de la moral, Apéndice I. Sobre el sentimiento moral. Ed. Aguilar, Buenos Aires

1. Explica el significado de los siguientes términos del texto: “gusto”, “virtud”, “sentimiento”.
2. Explica cómo se relaciona la frase del texto “la razón, fría e independiente, no es motivo de acción y dirige sólo el impulso recibido del apetito o inclinación” con la ética humeana.

Categories
Sin categoría

Turismo en Edimburgo

Para todos aquellos que deseen viajar a la cuna de Hume, podrá encontrar vuelos económicos o a módico precio. Una vez allí podrá descubrir una rica ciudad repleta de lugares a los que acudir. Entre ellos castillos y edificios emblemáticos:

– Castillo de Edimburgo: abre diariamente de 9 a 18 entre abril y septiembre y de 9 a 17 de octubre a marzo. Está situado en lo alto de una gran roca, en pleno centro urbano. En su interior destaca la pequeña capilla normanda de St. Margaret´s Chapel. En el recorrido por el complejo puede visitar las residencias reales, las joyas de la Corona y la Piedra del Destino, un bloque de arenisca con leyendas grabadas sobre el que se coronaba a los reyes escoceses.

– Castillo de Craigmillar: Está abierto de lunes a sábado de 9:30 a 18:30 de abril a septiembre, domingos de 9:30 a 16:30; y de osctubre a marzo de 14 a 16:30. Es una fortaleza construida en el siglo XV, que se yergue por encima de dos tramos de muralla con troneras. Fue refuigo de ls Reina María Estuardo. Llama la atención la celda de la prisión, equipada con instalación sanitaria. Dista a 4km del centro, hacia el sudeste. Para llegar allí se toma un autobús desde Princesa St hasta Old Dalkeith y luego se recorren 500 m a pie por Craigmillar Castle Rd.

– Palacio de Holyroodhouse: Con un horario de apertura diariamente de 9:30 a 18:30 los meses de abril a octubre y de 9:30 a 16:30 de noviembre a marzo. Está ubicado al final de Royal Mille. El edificio barroco se asienta en las laderas del Holyrood Park. Es la residencia oficial en Escocia de la Reina Isabel II, pero su celebridad se debe a que fue el hogar de la Reina María Estuardo en el siglo XVI. El palacio permanece cerrado durante las estancias de la familia real y durante actos de estado. La visita guiada comprende algunas dependencias reales que incluyen la sala del Trono y el Comedor Real y finaliza en la Great Gallery. Lo más destacado del recorrido es la cámara de la Reina María Estuardo, que estaba conectado por un pasadizo secreto con el dormitorio de se esposo.

Jardines placenteros, que varían su extensión desde pequeñas franjas hasta varias hectáreas, salpican de verde la ciudad y realzan las construcciones más notables que acompaña. Infinidad de monumentos históricos se cuelan entre las edificaciones y parques recordando la riqueza histórica de la ciudad:

– Parque Holyrood: Tiene una apertura al público diaria de 9:30 a 17:15, aunque en invierno cierra a las 15:45. Está contiguo al palacio y es una extensa zona de campo que servía de coto de caza para la realeza. Hoy día es un popular parque con una extensión de 263 ha. en ñas que se alternan diversas clases de paisajes que incluyen grandes peñascos, brezales y lagos. El punto más alto se conoce como Arthur´s Seat, una colina de 251m de altura, volcán extinto y símbolo de Edimburgo.

– Jardín botánico de Edimburgo: Está abierto diariamente de 10 a 19 de abril a septiembre y de 10 a 16 de noviembre a febrero. Esta localizado al norte de Stockbridge. Sus 28 ha. ajardinadas esconden espléndidos invernaderos victorianos, coloristas ringleras de rododendros y azaleas y un jardín rocoso famoso en todo el mundo.

– Calton Hill: Está situado al este del centro, en vía Waterllo. Es la acrópolis de Edimburgo que con sus 100 metros de altitud se eleva imponente en la parte este de Princess St., un espacio abierto salpicado de monumentos neoclásicos. Alberga una de las estructuras más desconcertantes de Edimburgo, el Monumento Nacional, un partenón inacabado que, concebido como monumento a los caídos en las guerras napoleónicas, comenzó a construirse en 1822. La falta de fondos evitó su culminación. La torre cercana, Nelson Monument, conmemora la victoria en Trafalgar y proporciona buenas vistas de Edimburgo. El estilo clásico continúa en la cima, en Dunca´s Monument y en el antiguo City Observatory, diseñado por William Playfair en 1818 a imitación de la torre de los Vientos de Atenas.

– Grassmarket: Está situado al sur de Royal Mille y ha sido siempre un punto de referencia esencial de Old Town. Antiguo emplazamiento de un mercado desde el siglo XV hasta comienzos del XX, allí se celebraban ejecuciones públicas. Un monumento en el extremo este, justo donde se montaban las horcas, recuerda el martirio que sufrieron en ese lugar. En la espaciosa plaza abierta, ribeteada por altos edificios de vivienda y dominada por el imponente castillo, hay varios pubs y restaurantes muy concurridos.

– Plaza de Charlotte: Está situada en e extremo este de George St. Fue diseñada por Robert Adam en 1791. La parte norte de la plaza constituye la obra maestra del artista. La Bute House, en el número 6, es la residencia oficial del Primer Ministro. Al lado se encuentra la Georgian House, que permite conocer como vivía la clase privilegiada de Edimburgo a finales del s. XVIII. Las oficinas centrales del National Trust for Scotland se hallan en la parte sur de la plaza. El edificio encierra un salón restaurado de la década de 1820 con mobiliario de estilo regencia y una colección de pinturas escocesas del siglo X.

– Plaza de Andrew: Está dominada por la columna acanalada del Monumento a Melville, que recuerda a Henry Dundas, primer vizconde de Melville y el político más poderoso de su tiempo, al que solía hacerse referencia como Enrique IX, rey sin corona de Escocia. La impresionante mansión de estilo palladiano del lado este de la plaza, la Dundas House, se erigió en 1774 para Sir Dundas. Desde 1825  está ocupada por la oficina central del Royal Bank of Scotland. A pocos metros se levanta la Iglesia de St Andrew con una inusual nave ovalada.

– Scott Monument: Está abierto de lunes a sábado de 9 a 18 y los domingos de 10 a 18 desde abril a septiembre; y de lunes a sábado de 9 a 15 y domingos de 10 a 15 de octubre a marzo.  Se encuentra en la mitad oriental de los Princess Street Garden erigida en homenaje al novelista Sir Walter Scott, financiado por suscripción pública en su memoria.

– Old Town: La espina dorsal de la Old Town es la Royal Mille, calle de una milla de longitud que consiguió su apelativo real en el siglo XVI porque el rey la utilizaba para desplazarse entre el castillo y el Palacio. A ambos lados se levantan elegantes edificios y residencias de nobles y las calles que la rodean conservan su caótico trazado medieval. Se divide en cuatro tramos, cuyos nombres revelan sus orígenes históricos: Castlehill, Lawnmarket, High Street y Canongate. El Castillo de Edimburgo está en la colina de Castle Rock. Cerca del castillo se haya la Scotch Whisky Heritage Centre, en el que se explica la historia y la elaboración del líquido. Más adelante, el Writer´s Museum expone objetos personales y otras curiosidades de los afamados escritores escoceses Robert Burns, Walter Scott y Robert Louis Stevenson. Continuando por la Royal Mille encontraremos un palacio del siglo XVII, el Palacio de Lady Stair´s y la catedral de St. Giles de estilo gótico.

– A todo esto habría que añadir la infinidad de museos que ofrece Edimburgo, como el Museo de Edimburgo, la Galería Nacional de Escocia, el Museo Real, Museo del Whisky, Museo de los Escritores, Galería Nacional de Retratos de Escocia, Museo de los Niños entre otros. También habría que añadir los imponentes edificios religiosos que pasean por varios lenguajes y periodos arquitectónicos como Rosslyn chapel o catedrla de St. Giles entre las más importantes.

– Un aspecto importante es la movilidad por la ciudad de Edimburgo. La ciudad es bastante pequeña, lo que permite que se pueda ir andando a cualquier sitio, aunque si no desea hacerlo, el servicio de autobuses urbanos es bueno y a precios accesibles, no así el de taxis. Los autobuses funcionan sin obstrucciones algunas de 6 a 24 y después de medianoche es cuando opera el servicio nocturno. Las tarifas van de 0,80 libras a 1 libra y los nocturnos alrededor de 2 libras. Es necesario tener el dinero exacto. También existen una serie de bonos de transporte con tarifas reducidas.  La mayoría de los taxis son negros y se pueden parar por la calle, aunque es mejor hacerlo en una parada. Las tarifas suelen ser bastante elevadas, suelen cobrar 1,80 libras por km recorrido, unas 2,30 libras por milla y lo normal es dejar una propina del 10%.