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Relación ideológica entre Lutero y Calvino

Pese a las diferencias entre las doctrinas de Lutero y Calvino apreciamos una clara relación ideológica:

Calvino sintió el mismo desprecio por Roma y sus abusos que había sentido Lutero. A primera vista las diferencias entre ambos parece más de matiz que de fondo. Con respecto a la salvación, Calvino acentuó más la desconfianza de Lutero en las fuerzas humanas (buenas obras) y llevó la predestinación a sus últimas consecuencias.

Según Calvino la humanidad desde un principio estaría dividida en dos partes desiguales. La más pequeña se beneficiaría de los méritos de Cristo, mientras que la parte más numerosa estaría condenada irremediablemente a las penas del infierno. Según Calvino la Iglesia sería la comunidad de los elegidos y las buenas obras no serían causa de salvación, sino síntoma de predestinación positiva.

Lógicamente estas tesis tuvieron objeciones en contra y Calvino respondía a estas críticas diciendo que cualquier colaboración humana para la salvación disminuiría la omnipotencia de Dios, que era quien elegía a los que quería de la condena universal que la humanidad entera sufría desde el pecado de Adán y Eva y el por qué de esa elección nos resultaba inaccesible.

Calvino, al igual que Lutero, sólo admitía dos sacramentos: bautismo y eucaristía, pero a diferencia de Lutero, Calvino no admitía la presencia real de Cristo en la eucaristía. Para él ambos sacramentos son simples ceremonias conmemorativas. La liturgia calvinista era más austera que la luterana. Lutero no prescribe las imágenes, pero Calvino sí y entre ambos había una mentalidad muy diferente.

Lutero tenía aspectos más humanos que Calvino. Lutero era sensible a los placeres, la amistad y la familia, mientras que Calvino era un asceta, fanático intransigente que se creía en posesión de la verdad. Calvino llegó a decir ‘el maestro es quien habla por mi boca’ e incluso sus seguidores estaban convencidos de esto.

Calvino creó en Ginebra una especie de seminario donde se formaban ministros o pastores destinados a extender la nueva doctrina y a organizar comunidades basadas en ese modelo. Una destacada formación humanística básica y un estudio teológico profundo, que abarcaba el estudio de la nueva fe calvinista y de la religión católica, hizo de los calvinistas personas ilustradas que atrajeron a nobles y burgueses de las ciudades a las que iban a predicar, ganando terreno a los luteranos.

bibliografía: http://www.liceus.com/cgi-bin/ac/pu/05002.asp