Las matanzas de 1391

Desde mediados del siglo XIV la peste negra y las crisis han dado la oportunidad para que demagogos de toda clase – tanto los frailes mendicantes como los políticos que rodean a Enrique de Trastamara – desvíen hacia los judíos el profundo malestar del pueblo menudo. La comunidad judía de España sirve de chivo expiatorio por los males que aquejan la sociedad: los judíos son los culpables de la muerte de Cristo; por ello, Dios se ensaña contra los cristianos que toleran la presencia de los deicidas; si se quiere aplacar la ira de Dios, es preciso pedir perdón por los pecados cometidos, mejorar de vida y, sobre todo, obligar a los judíos a confesar que Cristo es el Mesías que dicen esperar. Eso produce un cambio decisivo en la actitud de los medios eclesiásticos en relación con el tema judío.

Hasta 1391, se registran en toda España varias y dramáticas escenas de violencia antijudía en las que el populacho, excitado por la propaganda y los sermones, a veces también animado por demagogos sin escrúpulos, se lanzaba al asalto de juderías, robando, destrozando, violando, asesinando sin que las autoridades pudieran impedirlo. Se trata de acontecimientos trágicos, que acarrearon decenas, tal vez centenares, de muertes, pero eran, sin embargo, aislados. Lo que ocurre en 1391 ofrece un carácter muy distinto. Aquel año se produce una ola de violencia contra las comunidades judías de la parte meridional de la Corona de Castilla y que se extiende inmediatamente a toda la Corona de Aragón. Las consecuencias van a ser catastróficas para el judaísmo español en su conjunto.

Una primera revuelta sangrienta estalla en enero de 1391; el alguacil mayor, Alvar Pérez de Guzmán, el conde de Niebla y los alcaldes mayores logran sofocarla y castigan a sus fautores, mandándoles a la horca. Pero el consejo de regencia cambia aquellas autoridades por otras. Ferrán Martínez,  clérigo españo el 6 de junio lanza a sus hombres contra la judería. Dos sinagogas son convertidas en iglesias; otras son quemadas; la revuelta causa la muerte de unas cuatrocientas personas de la comunidad judía, cifra tal vez exagerada, pero que da idea del horror que causaron los acontecimientos; el saqueo y el pillaje acompañan las matanzas y los incendios.

Ferrán Martínez

Ferrán Martínez

Matanza de judíos en 1391 en Sevilla

Matanza de judíos en 1391 en Sevilla

La violencia se extiende en los alrededores de Sevilla. Desde la baja Andalucía pasa, a mediados de junio, a Córdoba, luego a Andújar, Úbeda, Baeza… En todas aquella poblaciones vuelven a producirse revueltas antijudías, no siempre espontáneas, asesinatos, robos, saqueos, incendios. La ola llega pronto a Ciudad Real, a Toledo, a Cuenca.

Matanza de judíos en Barcelona

Matanza de judíos en Barcelona

 

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