El juego de pelota, tlachtli, se jugaba en un patio que tenía forma de “H” acostada. A ambos lados del travesaño de la H se extendían los muros y en el medio de cada uno se insertaba verticalmente un anillo de piedra o de madera, a diferencia de la posición horizontal del aro en el juego del baloncesto que hoy conocemos.
Los jugadores trataban de pasar a través de este anillo una pelota de hule macizo, a la cual sólo le podían pegar con los codos, las caderas o las piernas. Debe haber habido otros métodos de señalar los puntos además del antes mencionado, pues éstos, naturalmente, raras veces se lograban; tan es así que cuando tal sucedía los jugadores y sus partidarios tenían el derecho a despojar de sus ropas a los contrarios.
Este deporte se jugaba por todas partes, pues se han encontrado lugares donde se practicaba desde la república de Honduras hasta el sudeste de Arizona; y tiene un interés especial por que la primera descripción del hule, tan importante en la economía moderna de la zona, fue hecha cuando Oviedo escribió en el siglo XVI acerca del juego y de la pelota que se empleaba en sus prácticas