Maquiavelo figura de un filósofo del renacimiento

El príncipe (3)

Política exterior:

El principado es uno más en un pluri universo de estados similares que están en lucha continua unos contra otros; por lo tanto lo que determina a un estado según Maquiavelo a nivel exterior es su fuerza, es decir su ejército.

Para Maquiavelo, el principio de derecho internacional no cuenta, ni tampoco el término de “guerra justa”.

Es normal que este pensamiento haya nacido de la situación social en que estaba imbuido nuestro autor, puesto que fue testigo de los innumerables tratados que se violaban. Por lo tanto para que un estado sea fuerte necesita un ejército, pero no un ejército mercenario que solo lucha por la soldada, sino de un ejército de milicianos del mismo estado que luchen por la defensa del mismo, los cuales estarán mucho más preparados y moralizados a la hora de enfrentarse al enemigo.

Solo cuando los ciudadanos, estén dispuestos a defender los intereses de su nación en un ejército permanente, el Estado se convierte en nacional, y la Nación en Estado.

Política Interior:

La característica de la política interior es la contradicción existente entre la clase social dominante (el príncipe) y los dominados (el pueblo), estos últimos nunca deben estorbar los intereses del príncipe, y para ello el gobernante debe utilizar dos instrumentos que tiene a mano para evitar que su poder sea debilitado por el Pueblo:

Siendo un príncipe temido ganándose la lealtad por la fuerza y por el miedo.

Siendo un príncipe amado y ganándose el favor de sus súbditos y su lealtad.

Maquiavelo considera más segura la primera vía para poder consolidar el poder; siempre hay que elegir una vía nunca se puede utilizar las dos, utilizando una debe renunciar a la otra; considera la primera vía la mejor, ya que la segunda solo sería una pérdida de tiempo, puesto que siguiendo la concepción que tiene Maquiavelo del hombre, la naturaleza innata del hombre nunca es “noble”. Sin embargo ser temido no significa ser odiado, para ello el príncipe debe utilizar su ingenio y cargar las medidas que le acarreen odio sobre otros, como pueden ser sus ministros, el príncipe tiene que saber ganarse también el favor de su pueblo.

Las medidas que pueden engendras odio se agrupan en dos medidas, una son las causas económicas (los bienes materiales) y otra son las causas físicas (en las personas)  los primeros generan más odio que los segundos.

En cuanto al carácter del príncipe, Maquiavelo recomienda que este sea austero puesto que si demuestra demasiado lujo en su forma de vestir o vivir podría terminar recurriendo a los bienes del pueblo mismo (como se dijo antes eso acarrearía odio); en cambio sí se puede ser más generoso cuando aún no ha accedido al poder, para generar esperanzas entre los súbditos y generar adeptos a su causa. La virtud debe acomodarse a la necessità.

Maquiavelo considera que la crueldad es buena, pero solo en ciertos periodos de tiempo sin embargo mal llevada puede generar odios dentro del pueblo.

Todo se basa en la apariencia, para conseguir que las acciones de los príncipes, sean lícitas o no puedan ganarse el favor de los súbditos para poder mantenerse en el poder, el príncipe debe guardar las apariencias y saber presentarse ante los súbditos puesto que si no sabe guardar las mismas podría generar el odio del pueblo.

El pueblo juega un papel pasivo no tiene virtud quedando fuera de la política heroica que protagoniza el príncipe. Con relación al poder político el pueblo debe pedir al príncipe no ser oprimido para poder entregarse libremente y sin temor, es decir, con seguridad, a sus negocios privados.

Por último Maquiavelo distingue dos agrupaciones dentro de un principado; la sociedad civil y el Estado; entre la esfera política (correspondiente al príncipe) y la esfera económica (correspondiente al pueblo) estos últimos como productores y consumidores.


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