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Mariana de Austria

Mariana de Austria

Mariana de Austria nació el 24 de septiembre de 1635 y con apenas trece años fue destinada a casarse con su primo Baltasar Carlos pero ante la muerte de éste,  finalmente se casará con su tío carnal Felipe IV, el cual le sobrepasaba en casi treinta años de edad. El matrimonio tuvo lugar el 8 de noviembre de 1648 mediante procuradores. Al poco tiempo la pareja se encontró personalmente.

Este matrimonio no fue ni mucho menos ejemplo de felicidad y amor. El rey, libertino como era, no cesaba en sus aventuras extraconyugales debido a la juventud de su esposa y Mariana vivía sumida en un matrimonio infeliz con un esposo no le proporcionaba ningún tipo de atracción ni compartía gustos ni similitudes debido a la gran diferencia de edad.

Debido a los deseos de Felipe IV de tener descendencia de manera inmediata, la consumación del matrimonio no se hizo esperar mucho tiempo y de un primer embarazo nacerá en 1651 una niña llamada Margarita María, la cual despertaría enormes desilusiones para la corte y para su padre. Esta infanta será la que posteriormente Velázquez ilustrará en “Las Meninas”. Parece ser que tras dar a luz a su primera hija, la reina Mariana pasó por un largo periodo de apatía y desgana que pudo propiciarse por sentirse a disgusto en el ambiente que le había tocado vivir, incluso algunos cronistas afirmaban que el ambiente de palacio la entristecía de sobremanera.

En el año 1655 dio a luz a una nueva niña llamada María de la Concepción Ambrosia quien tendrá una corta vida. Después de este parto, doña Mariana sufrirá un grave estado de salud del que conseguirá recuperarse. Posteriormente, y tras un nacimiento fallido de otra niña que vivió pocas horas, doña Mariana volverá a quedar embarazada y el 28 de noviembre de 1657 la reina tendrá un varón llamado Felipe Próspero; un heredero fallido que murió a los cuatro años de edad. Más adelante, otro heredero bautizado como Fernando Tomás, morirá a los pocos meses de nacido. El sexto hijo del matrimonio fue el último intento procreativo de Felipe IV. Este  nacerá en el año 1661, unos días más tarde de la muerte de Felipe Próspero. Tendrá por nombre Carlos y será un infante con signos físicos de debilidad y por ello será ocultado por orden de su padre en sus primeros momentos vida. Sin embargo, este infante al fallecer de su padre Felipe IV en el año 1665 se convertirá rey con el nombre de Carlos II.
La muerte del monarca sumió a Mariana de Austria en un grave abatimiento. Los fracasos maternales nos recuerdan a Isabel de Borbón, sin descartar que pudiera sufrir alguna influencia física más que la  casualidad o el destino. En la etapa final de su vida perece que Mariana sufrió un cáncer de pecho que oculto durante mucho tiempo a sus médicos falleciendo el 16 de mayo de 1696.

Retrato de "Las Meninas" de Velázquez, donde aparece la infanta Margarita María, hija de Mariana de Austria y Felipe IV
Retrato de "Las Meninas" de Velázquez, donde aparece la infanta Margarita María, hija de Mariana de Austria y Felipe IV.
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Isabel de Borbón

Isabel de Borbón

Isabel de Borbón y de Médicis que nació el 22 de noviembre de 1603, fue destinada con  doce años al casarse con el heredero de la corona española Felipe IV cuando éste contaba con 10 años de edad. Esta boda, entre lo que eran dos niños, se celebró por poderes el 18 de octubre de 1615, conociéndose los desposados un mes después. Algunos cronistas postularon que Felipe IV quedó tan embelesado de su esposa cuando la vio que apenas articuló palabra alguna, pero esto se debería seguramente a una timidez propia de un niño y a una tendencia de los cronistas a postular este tipo de escenas.

Durante unos cuantos años la pareja vivió separada ya que no tenían la edad oportuna para convivir como un matrimonio. Los esposos procedieron a su unión al convivir juntos durante unos quince días, los cuales fueron suficientes para que Isabel quedase embarazada. Este hecho borraba los malos augurios que se cuenta el conde Duque de Olivares había planeado sobre la Isabel para impedir su fecundidad. En cuanto a su matrimonio, a pesar de que Isabel era una mujer dedicada a su marido, parece ser que el Felipe IV desfogaba su amplia actitud libertina con numerosas amantes que el conde duque de Olivares se encargaba de facilitar al monarca.

A igual de que en su primer embarazo, del cual nació una niña prematura que morirá unas pocas horas después de nacer, Isabel de Borbón trajo al mundo posteriormente a otra niña que tan sólo vivirá unos días y más tarde otras dos infantas que morirán con días de nacidas. Estos hechos crearon una  gran frustración en Isabel, quien se encomendó fervientemente a los designios religiosos. Finalmente, en 1629 nació un ansiado heredero varón llamado Baltasar Carlos.

Según algunos cronistas, la reina vivía los últimos tiempos de una manera muy melancólica y alicaída entre otras cosas por haber perdido otra nueva hija más y tener tan sólo un varón entre su descendencia, el cual morirá en 1646. Un último fruto de la unión de estos monarcas será una sexta niña que tendrá por nombre María Teresa, la cual será la única de todos sus hijos fallidos que llegará a edad adulta hasta convertirse en reina de Francia junto con Luis XIV.

Por estos tiempos parece ser que la reina reclamaba más que nunca la atención de su esposo a pesar de ser conocedora de sus múltiples infidelidades, algo que se tomaba en la corte generalmente de forma natural y sin tener las connotaciones tan negativas de la actualidad. Este nuevo acercamiento con su esposo fue para Isabel la mejor recompensa por la fidelidad y ternura que siempre había mostrado hacia su marido.

Doña Isabel de Borbón falleció  el 6 de octubre de 1644 cuando rondaba los cuarenta años de edad, unos días después de enfermar gravemente de una erísipela (enfermedad infectocontagiosa aguda y febril). Otra deficiencia de salud que poseía la reina quedaba patente en sus numerosos partos fracasados que se pueden achacar a una lues materna heredada de su padre o a la posibilidad de que Felipe IV padeciera sífilis debido a sus numerosos escarceos fuera del lecho conyugal.