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Isabel de Valois

Isabel de Valois

Isabel de Valois nació el 3  de Abril de 1546 en Fontainebleau, siendo hija de Enrique II de Francia y Catalina de Médicis. El objetivo de este casamiento era la concordia política con Francia personificándose en la figura de Isabel de Valois quien será conocida popularmente con el nombre de “Isabel de la paz”. En un principio, Isabel iba a convertirse en mujer del príncipe Don Carlos el cual era el primogénito del que será su marido Felipe II, siendo ésta su tercera esposa. En este contexto, tuvieron lugar muchos rumores de los posibles amoríos entre este triangulo de personalidades, alegándose los terribles celos que sentía Carlos hacia su padre y  la que se convertiría en su madrastra. Finalmente, las nupcias tuvieron lugar el 22 de Junio de 1559. Como ya había sucedido en otros matrimonios reales, en vista de la ausencia física de Don Felipe, el duque de Alba se encargó de efectuar su representación simbólica, incluyendo el lecho matrimonial.

Cuando Isabel llegó a España tenía a penas catorce años y algunos cronistas cuentan que Felipe II quedó impactado por su juventud y belleza. Paralelamente, cabe destacar que cuando se pretendió consumar el matrimonio, Isabel era todavía una niña arrebatada de las faldas de su madre que fácilmente podía poseer muñecas como parte de sus pertenecías, además de que todavía no había alcanzado su madurez sexual, por lo que se pospuso la consumación para un año más tarde, algo sobre lo que el rey no estaba muy conforme. Sin embargo, a sus quince años de edad Isabel se había convertido en una muchacha vigorosa y alta que distaba mucho de la niña que había llegado a España aproximadamente un año atrás.

A pesar de ello, los comienzos de la consumación matrimonial fueron para Isabel de Valois un tanto dolorosos según algunos escritos que eran enviados a su madre Catalina, aunque posteriormente se solucionarán. Isabel padeció durante algunos de sus viajes una leve viruela que se solventó no con muchas dificultades y en el año 1564 se anunció su primer embarazo estando su marido pendiente de ella ante las dificultades de salud que experimentaba de manera continua. Finalmente y ante las numerosas sangrías que se le practicaron para establecer su recuperación, Isabel tuvo un esperado aborto.  Al parecer este hecho hizo que su marido Felipe II, el cual tenía relaciones extramatrimoniales y sabidas amantes, decidiera serle fiel a su esposa.

En su ansiado deseo por engendrar un hijo, Isabel de Valois seguía pintorescas indicaciones como las de darse baños, a los que la reina se oponía por su vergüenza a presentarse desnuda, o las de ingerir ungüentos y brebajes, muchos de ellos recomendados por su madre Catalina, asimismo la solución a su problema fue buscada también en el ámbito religioso. Finalmente, su primera hija Isabel Clara Eugenia nacerá el 12 de agosto de 1566. Parece ser que esta niña fue el ojo derecho Felipe II a quién no le importó que fuera mujer ya que creía fielmente en que poseía una anomalía para engendrar varones, teniendo su único hijo Carlos cierta deficiencia física. Un año después, llegará un tercer embarazo que traerá al mundo a una segunda hija llamada Catalina Micaela. El nacimiento de una segunda hija provocó  más desconsuelo en Isabel que en Felipe, ya que ella sabía que los planes de futuro de su reinado dependían de un hijo varón.

Por último, cabe decir que la reina falleció expulsando un feto que murió al poco tiempo de llegar a la vida. Se especula sobre una medicina que le provocó la muerte ya que murió a las pocas horas de ingerirla, como si fuese una especie de veneno y a ello se atribuyó su muerte sin ningún fundamento histórico. Lo cierto es que doña Isabel contó con un estado de salud delicado en su vida que fue agravado por las numerosas atenciones médicas que en esa época agravaban más que mejoraban su estado y en esta línea, más debilitada que nunca. Isabel de Valois dejó a su reinado, a su marido y a sus dos hijas para siempre.