Alicante (Local)

ALICANTE AL INICIO DE LA GUERRA CIVIL

 En “La ciudad de Alicante durante la Guerra Civil (1936-1939)”, epígrafe del capítulo II de la tesis doctoral Historia del Cine en Alicante durante la Guerra Civil Española (1936-1939) sustentada por Francisco Joaquín Cerdá Bañón en 2016 en la Universidad de Murcia, se menciona que las primeras noticias sobre la sublevación en las plazas del norte de África contra el régimen republicano llegaron a Alicante la noche del 17 de julio de1936. Desde entonces hubo una fuerte tensión entre el poder civil y el poder militar. El primero representado por el Gobernador Civil Valdés Casas y el segundo por el Gobernador Militar General García Aldave que esperaba órdenes militares superiores para actuar. Momentáneamente el poder civil se impone y consigue que la tropa acuartelada en la ciudad se encamine a Albacete para reabrir las comunicaciones con Madrid porque aquella ciudad había sido tomada por los sublevados. Hacia allí ya se habían encaminado milicianos, guardias civiles y guardias de asalto. El 4 de agosto, tras un mitin en la Plaza de Toros para intentar unificar a todo el bando republicano en unas solas milicias se produce el asalto al cuartel de Benalúa cuyas armas pasaron a las organizaciones del Frente Popular que empezarán poco a poco a hacerse con el control de la ciudad en diferentes ámbitos (políticos, civiles, judiciales, penales). El 6 de agosto partía hacia Granada una columna anarquista alicantina al mando de Maroto. El 8 de agosto se disuelve oficialmente el regimiento Tarifa Nº 11.

Si bien es cierto al inicio del conflicto el Comité Provincial del Frente Popular  apoyó al Gobierno Civil con el paso de los días dicho comité se fue haciendo de prerrogativas y acumulando funciones y potestades hasta prácticamente  empoderarse  en la ciudad. El 24 de julio se suspende las actividades del Ayuntamiento de Alicante y Lorenzo Carbonell, su último alcalde, es reemplazado por el comunista   Rafael Millá del Frente Popular que se pone al mando del nuevo Consejo Municipal formado principalmente por representantes sindicalistas de UGT, CNT, PSOE, PCE, Izquierda Republicana y Unión Republicana. Estas organizaciones políticas  inmediatamente entrarían en contradicciones y rupturas. En noviembre de 1936 el Comité del Frente Popular desaparece y en su lugar surge el Comité Provincial de Defensa donde centrales sindicales y partidos políticos afines al Frente Popular se organizan para gobernar la ciudad. Pero para entonces la tónica ya era la proliferación de comités – organizaciones autónomas y espontáneas de los obreros –  que se estaban haciendo con el control político, económico y judicial de la ciudad.

El Frente Popular tuvo en la ciudad dos bandos o lineamientos políticos e ideológicos bien definidos: el de la burguesía republicana y el de los obreros o sindicalistas que combatían la sublevación contra la República y que a la vez abogaban por la instauración de un nuevo sistema económico y político que defendiese los intereses de los obreros, de los trabajadores y de los sectores menos favorecidos   de la sociedad española. Estas posturas se resumen en dos frases propias de la época: “primero la guerra y luego la revolución” – que aglutinaba a comunistas, socialistas y republicanos –  o “guerra y revolución”, que era la consigna defendida por la CNT_FAI, para quienes la guerra y la revolución debían ir de la mano.

Y aunque se dice que Alicante se mantuvo a la retaguardia en el conflicto, lo cierto es que este se sintió cercano y desde los inicios del mismo salieron varios grupos de milicianos alicantinos a distintos frentes. Además la guerra afectó drásticamente a la vida diaria de la sociedad alicantina y no sólo en lo concerniente al abastecimiento de la ciudad – empezó una gran carestía de productos de primera necesidad, que se intentó paliar con el apoyo solidario de otros países que enviaban alimentos y vestimentas, entro ellos destaca la gran ayuda humanitaria que prestó el pueblo soviético enviando barcos con alimentos a esta ciudad – sino que a Alicante llegaron desplazados y refugiados víctimas de los enfrentamientos bélicos en otros lugares de la Península. A esto hubo que sumar los bombardeos de las fuerzas extranjeras aliadas al bando sublevado a una ciudad que se encontraba indefensa, donde no había guarnición militar, y cuyas únicas víctimas fueron la población civil. Estos se iniciaron a finales de 1936 y se prolongaron prácticamente durante toda la contienda. El más trágico  es comparable al bombardeo que sufrió la ciudad de Guernica – aquí no tuvimos un Picasso que lo plasmara en epopeya pictórica  – fue el del 25 de mayo de 1938 cuando 90 bombas explotaron en la ciudad, cayendo un de ellas en el Mercado Central a una hora muy concurrida ocasionando una gran mortandad.

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Cartel con la imagen de Stalin en la Rambla. La ayuda militar soviética fue uno de los factores clave del ascenso del Partido Comunista durante la guerra. (Sánchez, AMA

Fuente de la fotografía; Alicante Vivo: http://www.alicantevivo.org/2008/04/la-guerra-civil-en-alicante.html 

 

Un acto de Altavoz del Frente, en el Teatro Principal. Altavoz del Frente era una organización de 05la Alianza de Intelectuales Antifascistas en la que se integraron muchos hombres de la cultura alicantina: Gastón Castelló, Melchor Aracil, José Juan, Antonio Blanca o José Ramón Clemente (Sánchez, AMA)

Fuente de la fotografía;  Alicante Vivo: http://www.alicantevivo.org/2008/04/la-guerra-civil-en-alicante.html 


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