A raiz del “intento” de Google de hacerse con parte del espectro de frecuencias que se subastó en EEUU para montar una red inalámbrica nacional, vuestros compañeros de hace ya 2 cursos analizaron las acciones que se tomarían en España y la Unión Europea una vez quedaran libres ciertas partes del espectro radioeléctrico tras los apagones analógicos tomando como muestra la manera en que se estaba haciendo entonces en los EEUU.
Google pujó hasta 4.6 billones (americanos, en España serían miles de millones) de dólares y no obtuvo ni una sola frecuencia pero, como ya nos tiene acostumbrados, “ganó en la puja”. La astronómica cifra por la que pujó Google era la cifra mínima a la que la puja debía llegar, según sus normas, para que se obligara al ganador de la licencia (el que se quedase con las frecuencias) a que la red que monte sea abierta para que puedan acceder todo tipo de dispositivos así como otras reglas de apertura relativas a las aplicaciones.
Como ya decíamos en aquel post de 2008: Construir una red de telecomunicaciones, incluso inalámbrica como es el caso, es un negocio con un margen de beneficios mucho menor que el de la publicidad contextual y muchos accionistas de Google no lo veían muy claro (sobre todo ahora que las acciones están bajando bastante). Al poner los billones sobre la mesa Google marcó las reglas del juego que le interesaban, reglas que Verizon va a tener que cumplir. Todo lo que Google quería era que no se discriminase a sus aplicaciones y teléfonos móviles. De todas maneras, si hubiese ganado las licencias tampoco era una drama, el espectro electromagnético es un bien muy codiciado y un valor en alza.
Entonces, ¿por qué Google ha vuelto a liarla? Pues podéis acceder a esta entrada de su blog oficial donde también está este vídeo:
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