Home » Montaña (Page 2)

Category Archives: Montaña

Categorías

Enlaces

Campos de Hernán Perea en octubre

Recorrimos la altiplanicie de Los Campos de Hernán Perea, que es uno de los paisajes más grandiosos y auténticos del parque natural de Cazorla, Segura y las Villas.

Es un terreno con muy pocos desniveles, pero repleto de dolinas y simas, muy representativas del paisaje kárstico, y flanqueado por las grandes alturas del parque, como Empanadas, Puerto Lézar y El Banderillas.

Según la estación del año en la que hagamos este recorrido, nos llevaremos una impresión diferente. En invierno es zona de nevadas intensas y en primavera abundan el agua y los verdes pastos. En verano y otoño el paisaje es más duro, más seco, pero es probablemente cuando más vida hay, con los miles de cabezas de ganado que aquí pastan.

IMG-20151011-WA0032

Realizamos una ruta circular de 50 kms que en un principio nos parecía asequible y luego nos sorprendió con algún percance.

Desde el refugio nos desplazamos hasta la cima del Banderillas. Luego seguimos por la pista del Cortijo de Pinar Negro que a través de las majadas del camino de los Charcones va al Alto del Infierno. La pista no estaba en buenas condiciones y tuvimos que sacar fuerzas de flaqueza. Por fin llegamos a Rambla Seca, ya desde allí completamos la vuelta al refugio Cañada del Rincón, punto de partida.

IMG-20151011-WA0035

Mapa

Cazorla, un paraíso en primavera

Disfrutar de estas montañas es una experiencia que compensa con creces. Una vez más recorriendo el GR-247 que une los Campos de Hernán Perea, Sierra de Segura y Cazorla. La primavera es ideal para relajarse y practicar actividades de senderismo o de bicicleta de montaña.

Durante el primer día, visitamos el nacimiento del Segura en Santiago-Pontones. Luego una aproximación hasta la cumbre del Banderillas. Hicimos noche en el refugio de Campo del Espino.

De mañana tomé la bicicleta hasta el refugio de Rambla Seca. Proseguí en ruta al pino de Félix Rodríguez de la Fuente. Allí conocimos unos montañeros y echando un vistazo al mapa improviso la jornada.

Desde ese punto se inicia la pista que recorre el barranco del Guadalentín, tomo esta variante que discurre junto al río. Estoy con ganas y decido ampliar el recorrido pasando también por la Senda de Pescadores. De vuelta al cruce dónde se bifurcan ambas rutas sólo quedaba subir para alcanzar la pista principal.

Llegando!
Una vuelta por el barranco del Guadalentín

Prosigo en ruta hacia el desvío de la pista de Poyos de la Mesa. Una pausa y a reponer, aún quedan kilómetros. Otra vez con ánimo para realizar esta derivación que en fuerte ascensión llega hasta los miradores de la altiplanicie. Regreso hacia dónde espera Gines en el coche, el sigue la ruta y se queda en los cruces.

De nuevo en marcha, continuo por la pista que va a Navas de San Pedro y acabo llegando al refugio de Fuente Acero, dónde disfrutamos de un merecido descanso.

En la última jornada, recorriendo el parque a través del Estrecho de los Perales y Navas de San Pedro hacia el camping del puente de las Herrerías. Algún tramo que se hace senda vertiginosa y toca bajar de la bicicleta. Llego con las fuerzas justas para una dura subida hacia el refugio de Saicejo. Desde allí, una cómoda bajada hacia Vadillo Castril, ahí encuentro a Gines.

Recomendable el sitio web: Bosques del Sur:  sendero de Cazorla, Segura y las Villas. Es una aplicación que contiene las etapas del GR-247 descritas con perfiles, cartografía y descargas de tracks.

25k en Calar de Rio Mundo

He vuelto a vivir las sensaciones de satisfacción y sufrimiento que se suceden en una carrera de montaña. Ya que desde la Yeti Trail de noviembre de 2013 no había realizado ninguna otra. Muy satisfecho tras la media de Elche del 22 de marzo. En aquel evento ilicitano tuve que abandonar por una contractura en el km 14.

Más si cabe, porque a pesar de no haber tenido tiempo apenas para prepararla, ha salido una buena marca. En suma, he salido reforzado y con ilusión de cara a afrontar con optimismo lo que vaya a suceder en los próximos tres meses de esta temporada.

16978875579_bbd2ae2e81_b

En definitiva, una dura y sufrida carrera con lluvia, dos repechos de órdago, una bajada técnica, un reto conseguido.

Instantánea de Google Earth

Clasificación

Imagenes del trail

Bosques del Sur en abril

Hacia tiempo que no disfrutaba de una Semana Santa como en esta ocasión.
Agradecer a los amigos Tifi, Satur y Gines, el realizar un viaje inolvidable.

Hemos unido todos los valles, desde la mágica altiplanicie de los Campos de Hernán Perea (1700 mts) hasta la Sierra de Castril, en una ruta circular de bicicleta que nos llevó hasta el refugio de los Prados del Conde.

Banderillas

Nos deleitamos con los paisajes, los árboles, la fauna y los momentos compartidos. Además, subimos al Empanadas (2127 mts) que aún conservaba nieve. También pudimos hacer el pico Banderillas (1993 mts), dónde nos encontramos con ciervos, muflones, jabalíes, zorros, águilas y buitres .

Perea

En la última jornada, partimos del refugio en un descenso por Rambla Seca hasta la Sierra de Segura. Y desde allí hacia la laguna de Valdeazores, luego seguimos buscando los túneles del río Borosa, ya en plena Cazorla. Aún pasamos por la Cerrada de Elías, para finalizar por la pista que lleva a la piscifactoría cerca de Coto Ríos.

Borosa1

José E. Galiana Soler: una vida llena de amor a Valencia

Nació en Valencia, un 24 de mayo de 1894 en el seno de una cultivada familia de la pequeña burguesía. Durante su vida fue aparejador, escritor, dibujante, coleccionista, promotor turístico, e investigador amante del arte y la historia.
De su madre, Enriqueta heredó las dotes como dibujante. Su padre, José Luis que era abogado, le mostró las habilidades para el arte de escribir. El matrimonio aparece retratado en esta fotografía.

Además, el abuelo paterno, Salvador, había sido maestro de obras y así prosiguió el camino de la arquitectura.
Por la otra rama, su abuelo materno, Antonio, le transmitió el amor a Valencia y al arte. Y su abuela materna, Vicenta, le dejó las vivencias de Picaña y los recuerdos de la sombrerería sita en la calle de la abadía de san Martín.
Realiza estudios en el Instituto Luis Vives. Estudia Arquitectura Técnica en la Universidad de Valencia.
Entre sus obras plásticas de juventud: “La Cenicienta”: dibujo al carbón del año 1913.

“Un secuestrado”: dibujo a pluma, esta última es copia de Mariano Fortuny.

En la parte inferior Dama de Elche, escultura capital de la civilización ibérica, apunte realizado por José E. Galiana en 1914.

José E. Galiana retratado a los 28 años.
Estuvo centrado en el entorno catedralicio durante su vida. Prueba de ello, son los diseños y propuestas para este espacio urbano plasmados en distintos proyectos que se sucedieron durante cuatro décadas
En este sentido, podemos conocer sus actividades plásticas gracias a la colección de láminas de la Biblioteca Valenciana.
En 1914 José Enrique había cumplido 20 años y ofrece un repertorio creativo particularmente fructífero. Ya que realiza por una parte un estudio de la catedral con la “Planta del Templo Metropolitano: delineado en marzo.

A esto se añade, un proyecto de actuación urbanística en este ámbito espacial, diseñado en septiembre de 1914.
”Un dibujo que trataba de prefigurar – en perspectiva – la actual plaza de la Reina. Por su calidad, verosimilitud y alcance, la propuesta urbanística implícita en el proyecto interpretaba rigurosamente las trazas definidas por F. Aymami en su Plano general de reforma interior de la ciudad de Valencia, aprobado por real orden de 21 de agosto de 1911 ”.
“El proyecto de reforma urbana referido tenia ciertas concomitancias con las intervenciones propiciadas por Napoleón III”
“En él se pierde el efecto barroco de sorpresa a favor de la idea de fondo con perspectiva clasicista”. Hay que tener en cuenta que a principios del siglo XX la antigua trama urbana de la Plaza de la Reina era completamente distinta. “La puerta barroca de la catedral se descubría a través de la calle de Zaragoza”

Durante aquellos años de juventud realiza unos dibujos que son el testimonio de un viaje veraniego al Monasterio de El Escorial de julio de 1916. Fachada principal e Iglesia. Planta general.

En mayo de 1918 obtuvo una plaza de aparejador en el catastro urbano .

Durante aquel verano de 1922 dibujó en Chelva “Fachada y campanario de la Iglesia Parroquial”.

Fueron sus inicios como funcionario del catastro y su destino laboral estuvo en Teruel . De su paso por aquellas tierras turolenses queda una tarjeta postal “Calle Mayor de Albarracín, 1924.

Ese mismo año, estuvo realizando bocetos de la “Catedral Metropolitana, portada gótica y cimborio: octubre de 1922.

Uno de sus proyectos más conocidos era del la ampliación de la Basílica de los Desamparados hacia el sur, sobre los solares de la Almoina. De hecho, se conservan tarjetas postales que recrean una ampliación de la Capilla .

Entre estos proyectos para la reforma de la Basílica de la Virgen, estos dos bocetos fechados entre 1922 y 1924.
“Una nueva idea, ésta de José E. Galiana, era partidaria de ampliar la Capilla hacia el sur, sobre los solares de la Almoina. En 1925, la junta general de la Antigua y Real Cofradía acordó: que se lleve a la práctica el proyecto de Basílica”. En 1927, la Cofradía había reunido tres millones de pesetas de entonces, toda una fortuna, para la construcción de la Basílica de la Virgen”.
“En 1929, el arquitecto Juan Guardiola redactaba un proyecto de Basílica, cuyo edificio debería tener una planta útil de 40.000 m2 capaz de albergar a 150.000 personas. Otro proyecto fue elaborado por el arquitecto Eduardo Burgos Bosch. Y un tercero en ese mismo año lo presentaba José E. Galiana Soler. Surgieron numerosas aportaciones y colaboraciones, entre ellas la de Mariano Benlliure, quien se ofreció a embellecer el templo. Se abrió concurso público, que se publicó el comenzar el año 1931 en la Gaceta de Madrid, presentándose 10 anteproyectos, el cual ganó el arquitecto de Castellón Vicente Traver Tomás. El 14 de abril fue proclamada la República y quedaron paralizados todos los proyectos” .
La imagen recoge el segundo proyecto gráfico de José E. Galiana para ampliar la Basílica de la Virgen: planta, mayo de 1929.

“Vino la guerra civil y posguerra y hasta 1975 no volvería a moverse el viejísimo deseo de ampliar la Basílica. El 7 de mayo, el Ayuntamiento firmó las escrituras de compra o las expropiaciones de casas y suelo de los alrededores de la Capilla para ampliar la plaza. En los años 80, la Cofradía tenía compradas casas para derribar con cuyo suelo ampliar la Basílica. Aparecieron los restos arqueológicos de la Almoina y se paralizó todo. Ya nunca más se construiría un templo acorde a la gran devoción que despierta la patrona” . En la actualidad, este espacio está habilitado como museo arqueológico.
Estos hechos confirmaron las hipótesis sobre la ubicación de la Valencia romana que defendía el historiador Julián San Valero Aparisi en los años 60.
José E. Galiana escribió muchos artículos en prensa sobre arte de las provincias de Teruel y Valencia . Su trabajo en el catastro le ocupaba las mañanas y por las tardes se entregaba a su pasión por la escritura. De este modo, han quedado testimonios de sus quehaceres en las revistas: Construcción Arquitectónica, Germania, Valencia Atracción, La Voz Valenciana, Gaceta del Viajero, La Voz del Comercio, Sucrona, Pensat i Fet, y La Semana Gráfica.
Además, hay que mencionar otras publicaciones, citadas a continuación. Guía descriptiva de la Lonja de Valencia / por José E. Galiana. – Valencia : Tipo-Litografía y Relieves de Estanislao Machi, 1922.

Una segunda edición ampliada de la Lonja aparece en los años 30: “Guía descriptiva y artística de la Lonja” / por José E. Galiana; portada de Federico Mellado. — 2ª ed. — Valencia: [s.n.] ,1930 (Valencia: Imprenta de José Olmos)

Otro folleto a destacar es el que versa sobre El Palacio Municipal de la Exposición / por José E. Galiana. — Valencia: Imprenta Valderrobres, 1923.

Sobre estas líneas ilustración de un plan urbanístico para la reforma de la ciudad de Valencia: “Proyecto de gran plaza de la Glorieta: diciembre de 1925.

Su afición por la escritura unida a su espíritu apasionado por la cultura valenciana, le involucro plenamente en la labor de difusión de la Revista Valencia Atracción en la que actuaba como redactor jefe
Esta publicación fue el órgano de la Sociedad Valenciana para el Fomento del Turismo. Entidad fundada en 1919 por Manuel Feliu, el conde Trenor y otros intelectuales. Fue en septiembre de 1926, cuando la SVFT plasmó sus iniciativas en la revista con el objetivo que sirviese como propaganda y guía para los visitantes y excursionistas, dando a conocer lugares, edificios notables, obras de arte y fiestas de la ciudad y la región .

“Gracias a los esfuerzos de José E. Galiana, José Sanchis Sivera, Teodoro Llorente, Carlos Sarthou Carreres y José Rico de Estasen, que veían como una oportunidad para la prosperidad la promoción de la imagen turística a través de la difusión de la historia de Valencia, pronto consiguieron apoyos institucionales del ayuntamiento de la ciudad. A este primer bloque de colaboradores se fueron sumando Maximiliano Thous, Carles Salvador, Francesc Almela i Vives, Emili Beüt i Berenguer” .

La primera marca turística oficial de Valencia pasa por ser la acuñada por José E. Galiana (1929) «Ciudad de las flores» que se arropaba con símbolos costumbristas (escudo de la ciudad, Senyera, figura de Jaume I), y era producto de una poética marketización que recurría a atributos fuerza abigarrados y vinculados a la herencia del s. XIX .
En este contexto de trabajo aparece su obra más conocida la “Guía del turista en Valencia”. Reconocida como oficial de la ciudad por el ayuntamiento de Valencia en 1929. El propósito de la guía era contribuir a que desaparezca la incomprensible ignorancia que hasta ahora se ha tenido de Valencia bajo el punto de vista turístico .

Constituyó un referente para el visitante que se acercara a la ciudad con el ánimo de conocerla por el corpus de información tan amplio que contiene, ya que abarca todo tipo de fiestas, costumbres, itinerarios turísticos, y recursos culturales para disfrute del turista .
Hay que destacar el compromiso y afecto del autor y este mecenazgo cultural, ya que no se olvide, José Enrique fue quién, desinteresadamente publico la guía y se erigió en un ejemplo de ciudadano tal y cómo refleja su prologuista, Don José Candela, presidente de la Sociedad de Fomento del Turismo en aquellos años .
Enamorado de Valencia, frecuentaba el Ateneo, el Círculo de Bellas Artes y los Rat Penat. En este contexto, hay que mencionar las amistades y relaciones sociales que fueron determinantes durante toda su vida .
De este modo, su personalidad se erigió en una figura de su época, a través de numerosos artículos de estudio y difusión del patrimonio cultural y monumental.
En este sentido, curiosamente, hay un hecho que permite comprobar el prestigio y la consideración de José Enrique en la protección del patrimonio de su época. La lectura del artículo sobre la torre derruida del Castillo de Alaquas es ilustrativa a este respecto .
De todo lo ocurrido, puede extraerse esta reflexión sobre el desenlace de la acción humana. Lo que en un principio parece va a acontecer, restaurar y limpiar de tabiques el Castillo. Y lo que finalmente acaba ocurriendo con la torre derruida. La paradoja que puede darse en un acto humano. Por un lado, intereses que convergen en un sentido. Y por otro lado, fuerzas divergentes encerradas dentro del mismo hecho, que acaban imponiéndose. Ya que a veces la acción humana, en sí misma, encierra una contradicción en su propia naturaleza. Y el resultado a la postre fue y es, que no siempre se pueden conseguir los buenos propósitos que se persiguen.

Disfrutó de un viaje a Italia, como lo atestigua esta tarjeta postal: “Torre románica en el trayecto Pisa Roma : apunte del natural desde el tren, 1934 / dibujo de José E. Galiana.

En mayo de 1936 recrea en una lámina “Dos aspectos de la plaza de la Fuente Villar del Arzobispo”.

Tras la guerra civil retoma el proyecto de remodelación de la Plaza de la Reina con algunas modificaciones en sus planteamientos, tal y como muestra la imágen.“Un segundo proyecto gráfico de la plaza de la Reina. Detalle, mayo de 1948”.

En el año 1963 prosigue con la idea de un Miguelete al que corona un pináculo en un boceto para la terminación del “Micalet”.

Fue mecenas de arte, amigo de González Martí. En los años 60 realizó varias donaciones al Museo de Cerámica consistentes en barajas de naipes, cajas de cerillas con imágenes del Quijote, un cuadro con retrato de niña y un dibujo a plumilla sobre papel, algunos de ellos dedicados-como es el caso de este último dibujo. Como prueba de agradecimiento y reconocimiento público, González Martí, de forma regular hacia publicar en prensa todas las donaciones que el Museo recibía por parte de particulares. Hay que tener presente que su trabajo en el catastro le puso en contacto con la cerámica y su interés por su conservación como un legado a las generaciones venideras coincidió con muchos intelectuales de su época .
A esto hay que añadir la donación realizada al Museo de Prehistoria de Valencia. Ocho croquis originales del arquitecto Muguruza sobre la restauración ideal de diversos monumentos romanos de la ciudad de Sagunto .
Los recuerdos de su vida privada son muchos. Durante su juventud José Enrique se enamoró, aunque tuvo mala fortuna. Porque su novia murió desangrada a consecuencia de una operación de amigdalitis.
Posteriormente lo quisieron casar con otra persona. El no quiso y faltando pocas semanas para el enlace su hermano Luis tuvo que devolver los regalos de boda. Todos estos percances llevaron a empeorar la relación con su cuñada Emilia.
Su familia residía en Gran Vía Marqués del Turia nº 36, le llamaban la casa de los pajaritos. Durante aquellos años la familia había estado viviendo allí y a la muerte de su madre en 1945 continuó viviendo en el domicilio familiar que era arrendado.
Gracias al testimonio de Ana Cort Climent, he sabido que trabajó muchos años como aparejador con José Cort Botí que era arquitecto del catastro. “No presumía de ello, pero tampoco ocultaba que no iba a misa los domingos, aunque muchas tardes de su vida fue a la Basílica a rendir pleitesía a la mare de Deu, por quien sentía un amor de locura. El mismo que, en otro orden de cosas, sentía por todo lo valenciano: su bilingüismo era perfecto, tenía una buena cultura, sus amistades preferentemente pertenecían, como él mismo, a lo Rat Penat y en su casa tenía una excelente colección artística de la cultura valenciana. Era un hombre fiel a sus ideas y a sus principios.”
Entre las evocaciones difuminadas en la memoria, aparece José Enrique en un restaurante. Una comida compartida con su sobrino José Luis. El instante de ese tiempo de sosiego, que acontece durante la espera de la sobremesa. Distraído y con presteza se entretiene con su pasión. Dibuja ágilmente con la estilográfica en el reverso de un plato de loza. Ya lo conocen los camareros, más de uno guardará un plato de aquellos momentos.
Tenía un carácter un tanto excéntrico. Si bien las cosas son según las vemos. Unos pensaremos que prima un punto de vista y otros lo verán desde otra óptica. En este sentido, paso a comentar una anécdota, lo ocurrido en su actuación con el patrimonio familiar pictórico que albergaba en su casa. Allí colgaban cuadros reunidos gracias a las buenas relaciones que mantuvo su abuelo materno Antonio Soler con los pintores de sus tertulias. Buena parte de los cuadros son retratos de la familia Soler Moreno y constituyen un testimonio gráfico de indudable valor genealógico.
El caso es que lo que llama la atención de lo acontecido es que únicamente se lo comunicará a su hermano durante la celebración de las bodas de plata de Luis, celebradas en el Club Náutico. Comentó que había donado 20 cuadros de la familia al Ayuntamiento de Valencia. Y claro aquello cayó como una bomba para los comensales. Seguramente la intención de José Enrique haya sido generosa, altruista y finalmente facilite su conservación como bien público, si bien era patrimonio de la familia.
Estas fueron sus palabras: “Vecino de Valencia y enamorado de su patria por cuya cultura ha venido colaborando toda su vida atentamente: Que siguiendo la huella de otras personalidades y continuando sus propias donaciones en libros y elementos decorativos de pequeña importancia, aparte del afecto hacia la ciudad de su cuna que supuso la “Guía del Turista Valenciano”…” .
Esta donación se denominó colección Galiana Soler y se conserva en el Museo de la Ciudad. La forman obras de Joaquín Agrasot, Daniel Cortina, José Genovés Llansol, Vicente Castells, Miguel Parra, Juan Peiró, Manuel Jiménez Aranda, José Roger y Agustín Almar. Asimismo, hay unas tablas de los siglos XV, XVI y XVII anónimas .
Puede verse la noticia en varios diarios de fines de octubre de 1966: importante donación al Museo Histórico Municipal, una sala dedicada a las obras de arte que se han donado a la ciudad .
Todo esto ha llevado a una curiosa situación: Enriqueta Soler Moreno, la abuela de mi padre, tiene un retrato en el Museo de la Ciudad de Valencia. En realidad, los retratos de toda su familia están allí, aunque no estén expuestos públicamente, ya que en la actualidad se conservan en depósito.
Por otra parte, durante una visita al cementerio me comentaron que hay unos lienzos de temática religiosa, enormes y oscuros, adornando las paredes de la iglesia de dicho camposanto.
La soltería conlleva soledad, después de todo, siempre necesitamos el calor de los seres queridos. Y ese cariño lo recondujo con su sobrino, José Luis que guarda buenos recuerdos de su tío, siendo un niño sostenía una cinta métrica mientras realizaban una medición para el catastro.
Su hermano Luis tenía un carácter muy austero, era hombre de pocas palabras y esto le llevaba a no ser muy comunicativo. En realidad, los dos hermanos eran bastante diferentes en cuanto a su carácter. José Enrique era una persona más abierta y sociable. Por otra parte, la relación con su nuera Emilia no era afortunada y chocaban habitualmente. Ella era una defensora del régimen imperante. Porque José Enrique era republicano y antimonárquico.
Solía telefonear por las noches al domicilio de su hermano Luis mientras estaban frente al televisor viendo una película en blanco y negro. Era una situación frecuente y mandaban al sobrino que cogiera el teléfono para atenderlo. Y mi padre de buena gana interrumpía la sesión para atender las necesidades afectivas de su tío Pepe.
A través de los años esa relación creció y fue a más con el paso del tiempo. Cuando José Luis conoció a su novia María Vicenta y se la presentó a su tío volvió a llenarse el corazón de amor. Aquella jovencita le recordaba a su añorada hermana Vicenta y siempre se mostró encantado por la lozanía, simpatía y dulzura de mi madre.
A José Enrique le gustaba hablar en valenciano. En aquellos años, socialmente estaba mal visto usar nuestra lengua vernácula. Y el que lo hacía se arriesgaba a que lo señalarán públicamente como una persona inculta. Todo esto era debido a la idiosincrasia que postulaba el régimen franquista.
Creo que hay una relación entre el hecho de que mi madre me comentase que la barraca de su familia fue premiada al mérito turístico con la circunstancia de que José Enrique estaba vinculado a ese mundo de promoción turística.
En ocasiones, arrastrado por los recuerdos, iba con María Vicenta a la cafetería Monterrey que estaba casualmente muy próxima a al domicilio de su abuelo materno Antonio Soler. Junto a la esquina de la Iglesia de san Martin y el hotel Bristol, cercano a la desaparecida sombrerería de la calle de la Abadía san Martín nº 2.
Esta relación tan estrecha le llevó a su muerte a dejar la herencia en su totalidad a su sobrino José Luis, aunque él la rechazó por respeto a la familia y se la entregó a su padre Luis. Pasaron los años y la herencia volvió al hogar de su sobrino.
Durante esos días desde la cafetería Goya, le llevaban la comida en cazuelas a su casa. José Enrique ya había cumplido años y gracias a sus relaciones le cuidaron. Si bien es cierto que no era su familia la que se hacía cargo de estos servicios. Una mujer, Josefina, había estado limpiando en su casa durante años y luego iba a su casa a cuidar a su familia.
Pasaron los años y todos habían envejecido. El marido de Josefina, Vicente, había perdido la visión y acabó viviendo en la casa de los pajaritos haciendo compañía a José Enrique.
Cuando murieron Josefina y Vicente. El marido de su hija Pepita, una joven de mejillas sonrosadas, era cocinero en el restaurante Navarro y le cuidaba por las noches después de finalizar su trabajo.
En conclusión, José Enrique Galiana Soler, acabó siendo un personaje peculiar y querido dentro de la sociedad valenciana y tuvo un gran reconocimiento en su funeral por las personas que lo conocieron. Esa sencillez, ese amor a la humanidad, fue la herencia que recibió de su abuelo materno Antonio Bosca Soler y fue la que nos legó.
Acudieron muchas personas a su funeral, entre ellas, su amigo el alcalde de Valencia, Rincón de Arellano.
La huella que ha dejado en nuestra cultura se descubre a través de los artículos que hablan de su amor a Valencia y de su espíritu altruista que en transcurso del tiempo se trasladan a los nuevos soportes de información.

Alicante en invierno

Las estampas que nos deja el paso de las nevadas por el interior de nuestras tierras son maravillosas. Una ocasión que no se presenta todos los años.

La Font Rotja vestida de blanco. Fotógrafo Juan Agulló.
La Font Rotja vestida de blanco. Fotógrafo Juan Agulló.
Disfrutando Aitana un sábado de enero. Fotógrafo José Luis Galiana.
Disfrutando Aitana un sábado de enero. Fotógrafo José Luis Galiana.
La Serrella un domingo cerca de Famorca. Fotógrafo Franklin Ceballo
La Serrella un domingo cerca de Famorca. Fotógrafo Franklin Ceballo.

La Sagra Skyrace

Sagra25jpg

Gracias a los Machacapiedras, que aparecen en la cumbre de la montaña, me animé a la Sagra SkyRace, carrera técnica de montaña.

Un día antes asistimos a la boda de Gussi y Roca. Y tal como fue tranquila y relajada disfrutamos de la ceremonia montañera en el Benicadell. A media tarde cogimos camino de la Puebla de don Fabrique. Allí, teníamos reservado un apartamento para pasar la noche.

El domingo era la prueba que habíamos estado preparando durante el verano. Una carrera exigente de 27.5kms y 2200 mts de desnivel positivo, esto puede apreciarse en el perfil.

perfil

Al principio, regule bastante mis fuerzas corriendo en los tramos de subida, incluso, aunque sin pasarme de pulsaciones. En el cortafuegos kilómetro 9, noté mis carencias para bajar cómo los trailers experimentados que se dejan caer. Después, conseguí rehacer nuevamente posiciones. En este tramo, mi amigo José Vicente Vicent Marchan notó que no podía seguir el ritmo porque no se encontraba bien. Quizás eso me pasó factura en el tramo duro del kilómetro 19 al 22, un muro de 600 mts de desnivel. Aquí quiero hacer mención al compañerismo que hay en este tipo de pruebas, una persona desconocida que me dio un gel porque se lo estaba pidiendo a una amiga. En resumen, una experiencia y mil sensaciones en una carrera de estas características. Por cierto, darle la enhorabuena a la organización. Muy bien balizada, los avituallamientos muy completos. Y tras la prueba buenos servicios: duchas, fisioterapeutas y comida disfrutada en compañía de Vicente Martinez Simón, José Ramón Escobar, Jesús Ordoñez, Alejandro, Juan Carlos y sus familias.

Galería de fotos

Clasificación Skyrace2013

Trail en Cabeçó d’Or

Cabecó

Una jornada compartida con los Machapiedras, un buen grupo de corredores de montaña de Elche. Durante este año hemos coincidido entrenando. Estamos en la fase última de la preparación para la Sagra Skyrace.

El trail al Cabeço d´Or lo comenzamos desde el Pla de la Gralla en dirección a las cuevas de Canelobre. Una vez allí tomamos el sendero PRCV2, más adelante se coge una desvío a la izquierda para enlazar con el PRCV243. Este asciende por la temida subida de la Bacorera, una canal que por una pedrera y una senda, llega hasta la cima de forma directa. Bajamos por el PRCV2, una larga bajada tendida, la ruta va por la Casa de Polzet, para llegar de nuevo a las cuevas.

En suma, un buen entrenamiento de 13 kms (931mts D+ y 825mts D-)

20 subidas a la Serra Grossa

El 31 de agosto, repetimos objetivo corremontañero en la SERRA GROSSA ampliándolo a 20 SUBIDAS DIFERENTES SEGUIDAS… aproximadamente 25km con 2.500m D+.
Hemos compartido la actividad Mario Santulario Guterrez, Ramón David Rocamora, José Vicente Vicent Marchan, Javier Cruz y un servidor.

Comentario de José Vicente: “He hecho mis averiguaciones Roca Ramón David y con la opción del autopausa seleccionada. El hecho de que algunas de las subidas son tan sumamente técnicas y empinadas, y como ibamos tan despacio porque no se podía más, pues el gps se paraba. De este modo, calculo que unas cinco subidas se han omitido, comparando con el track de el año pasado de las 15 subidas que hicimos. Así que calculo que, en realidad, habrán sido unos 24 kilómetros, unas 5 horas de tiempo y unos 2500 positivos. Sería conveniente desactivar el autopausa para la próxima. Porque si vas a menos de una velocidad se para; y en esas subidas no puedes ir corriendo, es imposible, tienes que ir poquito a poco si no te despeñas”.

Perfil de la ruta

CIMG1804

Más información

Cresta de los Tajos de la Virgen

Gussi Roca

Momento de relax en el que disfrutamos de un merecido descanso, después de la actividad compartida con Gussi y Roca en Sierra Nevada.

Ruta iniciada desde la Hoya de la Mora hasta el Refugio de la Carihuela.

Desde ese punto, realizamos la arista de los Tajos de la Virgen que cuenta, al menos, con seis picos de 3.200m sin nombre. Una cresta que nos encantó y disfrutandola llegamos al Refugio Elorrieta. Por cierto, una plataforma cívica ha arreglado el refugio. Ya tenemos un buen punto para una invernal.

Una vez allí, nos dirigimos al cordal paralelo al del Caballo que discurre junto al Valle de Lanjarón. Desde el camino divisamos el Refugio del Peñón Colorado y conseguimos alcanzar los dos tresmiles que nos faltaban: Pico Tajo de los Machos 3.088m y Cerrillo Redondo 3.058m.

De vuelta, descansamos y comimos junto al Refugio Elorrieta. Luego descendimos a cañón dando un rodeo por Borreguiles para volver a tomar la pista que lleva al Veleta.

Trail de 22kms. con 1.700m de desnivel positivo.

Más información