¡Bienvenidos, historiadores y turistas!

¡Hola! Somos un grupo de estudiantes, formado por Pablo Lozano Oliva, Miguel Quiles Ruiz de Lope, Javier Ferrández Sánchez, Jhon Andrés Chila Huacón y Óscar Albarrán Pelegrín, del Grado de Historia de la Universidad de Alicante, y que con motivo de un trabajo de investigación, vamos a realizar este Blog sobre Cracovia y sus más llamativos y singulares aspectos.

¡Qué lo disfrutéis y os ayude tanto como a nosotros realizándolo!

Contexto histórico de Cracovia.

vista aerea Stare Miasto

Cracovia es la capital del viovodato de Pequeña Polonia y una de las ciudades mas antiguas e importantes de Polonia. En el año 1038, Casimiro I el Renovador establece su sede en Cracovia, convirtiéndose así en la capital de Polonia. Hasta que, en 1596, Segismundo III Vasa la traslade a Varsovia, donde se encuentra situada hoy día.
Durante el S. XIII sufrió varias invasiones tártaras, siendo destruida y posteriormente restaurada por colonos alemanes, lo que dejaría una gran influencia germánica.
De 1333 a 1370 gobierna el rey Casimiro III el Grande, considerado el gran reformador de Polonia. Situando a Polonia en un plano principal con respecto al comercio, la política, la cultura y la ciencia. Durante su reinado, en 1364 concretamente, mandó fundar la universidad de Cracovia.

Posteriormente, llegaría al poder la dinastía Jagellón (1386-1572), la más importante de Polonia. Siendo una dinastía de origen lituano, reino en diversos países de Europa central durante su vida. Estuvo establecida en Polonia desde 1386 hasta 1572. Llegaron al poder polaco gracias a la unión de una hija de Luis I con un Jagellón duque de Lituania, dando fruto a la formación de la República de las dos Naciones. Esta unión dio lugar a una gran potencia que abarcó desde el Báltico hasta el Cáucaso, con Cracovia como centro político.
En 1434 llega al poder Vladislao III, dando lugar a que Cracovia, un estado católico, se viera rodeado de germanistas, ortodoxos e islamistas otomanos. Estas guerras continuadas debilitaron al país y el poder económico se vio desplazado, lo que junto a la búsqueda de una salida por el mar Báltico llevó a que, en 1596, como se mentó antes, Segismundo III Vasa trasladase la capital al centro del país, Varsovia.
A pesar de que perdió la capitalidad, Cracovia mantuvo el prestigio, lo cual podemos ver en como la catedral de Wawel, construida entre 1320-1364, se siguió usando como lugar para coronar a los reyes.

Caída de Polonia.

defensa del monasterio de Jasna Góra

A finales del XVII con el estallido de las “guerras cosacas”, revueltas por parte de los cosacos de Ucrania, que pertenecía a Polonia, comienza el declive definitivo del país.

Con estas revueltas, la dinastía Vasa cae y se crea un vacío de poder aprovechado por los rusos para ocupar Polonia y tomar diversos emplazamientos como Ucrania. Estas guerras entre polacos y rusos dejaron muy debilitada a Polonia, que fue aprovechado por el ejército sueco en 1655, para invadir casi todo el país, mientras rusos y cosacos invadían los territorios orientales.

mapa de las invasiones

Pero se produjo un punto de inflexión con la derrota sueca en la defensa del monasterio de Jasna Góra. A pesar de que los suecos fueron derrotados, las guerras por todo el país dejaron graves daños en la mancomunidad y una gran pérdida de población debido a los conflictos y las hambrunas. Además, esto llevo a la perdida de la soberanía polaca sobre Prusia.

Esta época de invasión sueca se conoce como el diluvio y finalizo con el Tratado de Oliva en 1660. Con este la mancomunidad polaco-lituana tuvo que renunciar a Livonia y conceder la independencia del Ducado de Prusia.

Este diluvio supone el fin de la época dorada de la república de las dos naciones, y con ella su importancia en el plano europeo.

Religión y cultura.

Religión:

Al igual que pasa con el resto de Polonia, la religión de Cracovia durante la época conocida como el Barroco se caracteriza por ser una especie de paraíso para todas las religiones y creencias consideradas heréticas por el catolicismo. Encontramos una mayoría de católicos, seguidos por los ortodoxos, judíos, luteranos, calvinistas y anabaptistas, entre otros.

Centrándonos en las religiones mayoritarias, en el caso de los judíos, encontramos que antes del siglo XVI su situación era bastante difícil, marcada por la persecución que se dio a éstos en Cracovia en el siglo XIV, estimándose que murieron unos 10.000 judíos, pero esto no era nada comparado con las matanzas que se dieron en la Europa occidental, por lo que muchos judíos alemanes emigraron hasta Polonia.  A finales del siglo XIV, y comienzos del XV, se dieron  numerosas persecuciones hacia el pueblo judío, a pesar de que sus derechos hubiesen aumentado en 1338 bajo el reinado de Ladislao III. Esta situación se detuvo durante el reinado de Casimiro IV Jagellón, pero éste abolió los derechos de los judíos mediante el Estatuto de Nieszawa, pues los consideraba “contrarios al derecho divino y a las leyes del país”.

Con el reinado de Alejandro I, la situación cambió, pues Polonia pasó a ser un refugio de los judíos que eran expulsados de países como España, Austria, Bohemia y Alemania. Con el reinado de Segismundo I la situación de los judíos mejoró, pues el monarca les otorgó protección dentro de sus dominios, y su hijo Segismundo II les  permitió la creación de un órgano autónomo de la comunidad judía, el Kahal.

Encontramos numerosos testimonios de la presencia de los judíos en Cracovia, como es el caso de la sinagoga de Remuh, creada en el año 1557, llamada la nueva sinagoga, para diferenciarla de la anterior. Junto a esta sinagoga se erigió un cementerio que ha sido utilizado hasta comienzos del siglo XIX.

En cuanto a los protestantes, encontramos que en el siglo XV, a raíz de las guerras husitas y la presión del Vaticano, éstos ganan muchos seguidores en el territorio polaco, mientras que el catolicismo conservaba su posición dominante, la cual se consolidaría tras la Contrarreforma.

Cultura:

El barroco predominó en las ciudades polacas desde finales del siglo XVI, años en los que coexistió con el Renacimiento, hasta mediados del siglo XVIII. Al principio se gozaba de gran libertad, debido en gran medida a las disputas entre católicos y protestantes, pero con la Contrarreforma se implantó un canon inspirado en las tradiciones medievales, impulsando por lo tanto la censura en la educación, y un estilo más serio. A mediados del siglo XVII, con la doctrina católica restablecida, comenzaron a surgir corrientes que se basaban en los ejemplos orientales.

Con la crisis que hubo en el siglo XVI, y la aceptación de los términos de la Contrarreforma, los jesuitas comenzaron a fundar universidades, como la Universidad de Vilna, por lo que mucha gente decidía ir a estudiar al extranjero. Este predominio de los jesuitas produjo que la cultura polaca comenzase a estar marcada por sus esquemas. Pese a esto, tanto en poesía como en el teatro se desarrolló el barroco de una manera fluida. En cuanto a la poesía, encontramos poetas ilustres como Sebastian Grabowisck, el cual escribía poesía religiosa metafísica y mística, el cual representaba la corriente pasiva del quietismo (movimiento místico surgido en el siglo XVII en el seno de la Iglesia Católica, propuesta por el sacerdote Miguel de Molinos), o como Samuel Twardowski, el cual cultivó la poesía épica. La poesía urbana también tuvo importancia en este siglo XVII,  la cual criticaba el orden social y conservaba elementos renacimiento. Entre estos poetas encontramos a Juan de Kijany, el cual se caracteriza por su radicalismo social. Sin embargo, la poesía más destacada es la perteneciente al orador y predicador Piotr Skarga, caracterizado por criticar a la nobleza y al Estado.

En cuanto al teatro, encontramos que las funciones solían coincidir con celebraciones religiosas, y se solía emplear un lenguaje popular. Muchas de las escuelas católicas y protestantes contaban con teatros propios, y el monarca Vladislao IV estableció uno permanente en la corte en 1637, en el cual se representaba sobre todo operas italianas y obras de ballet.

 

Basílica de Santa María (fachada).

 

La basílica de Santa María también denominada Hejnał mariacki  se erigió durante el siglo XIV por iniciativa de la burguesía local. Este edificio religioso se encuentra ubicado en la plaza central y es uno de los monumentos más representativos de la ciudad, pues de ella destacan notoriamente sus dos torres. Al visitante  suele resultarle llamativa la diferencia de altura entre ambas.  Así mismo,  destaca su sublime decoración interior. 

 Durante el siglo XV se añadieron capillas laterales obra de Franciszek Wiechoń. También se elevaron las dos torres; la de mayor altura fue empleada como punto estratégico pues desde ella se podían observar amenazas externas.  Por el contrario,  la torre más baja se empleó como campanario de la iglesia.

En la basílica permanece vigente una tradición, denominada la  canción del trompetista: dicha  canción se toca cada hora en punto y la trompeta cobra protagoniso pues se empleaba  para alertar a los residentes de la ciudad de un asedio inminente.  Pero el trompetista fue herido a causa de una flecha lanzada por los invasores y no pudo alterar a la ciudad, y ésta cayó.

Basílica de Santa María (interior).

 

Resulta sumamente cautivador e impresionante el interior de la basílica de Santa María, esto  se debe en gran medida a las obras escultóricas de artistas  de la talla de Wit Stwosz y Andrzej Radwańsk.

Observamos como cobran protagonismo las vidrieras que además de ser decorativas aportan gran luz al interior de la basílica. El empleo de las vidrieras se da en el arte Gótico, dejando atrás la atmósfera lúgubre de las Iglesias Iglesias glesias románicas.

Sobrecoge la belleza del interior de la basílica, pues presenta elementos decorativos y arquitectónicos de gran calidad como sus arcos puntiagudos, el retablo de madera  y el cristo crucificado labrado en arenisca, obras de Wit Stwosz.

Retablo de la Virgen de Cracovia, Wit Stwosz.

Hemos visto con anterioridad la maravillosa Basílica de Santa María, ahora es turno de centrarnos en su obra más característica: Retablo de la Virgen de Cracovia elaborada por Wit Stwosz (1477-1489) , escultor de origen alemán que desarolló parte de su trabajo en tierras polacas.

El artista cobró gran prestigio en la ciudad que hasta construyó la tumba del rey polaco Casimiro IV, en la catedral de Wawel. Destaca sobretodo su decorativismo, de ahí la belleza de su obra junto al naturalismo de las figuras.

El retablo se data de finales del siglo XV, elaborado en madera y en él impregna el estilo naturalista propio del período Gótico tardío, donde las expresiones faciales y gestuales cobran protagonismo con el objetivo de transmitir mensajes, ideas o pensamientos.

La escultura, de carácter religioso, nos muestra en su parte central la desolación de la Virgen María y de los apósteles que la acompañan.  La obra se realizó de dicha manera puesto que su  intencionalidad fue generar impacto en el receptor además,  poseía labor educativa. En las alas del retablo podemos observar escenas de índole religiosa  acerca de la vida de la Virgen María y Jesús; se nos muestra la concepción de Jesús , la visita de los reyes magos          (ala izquierda del retablo), y el ascenso del espíritu de Jesús al cielo (ala derecha).

Catedral de Wawel, Castillo de Wawel y La Barbacana.

En la colina de wawel, extremo sur del casco antiguo,  se articula el poder político y religioso de la ciudad de cracovia, dado que en este paraje se encuentra la Catedral, el castillo y la barbacana.

En la Catedral de Wawel se han coronado y dado sepulcro  a la mayoría de los reyes polacos. 

El castillo de Wawel se ubica en la colina de Wawel y su construcción data del siglo XIII construido bajo el reinado del rey Casimiro III. Reconstruido en el siglo XIV y restaurado  tras el incendio acaecido en el siglo XVI, dicho incendio quemó una parte de la estructura.

El castillo encuentra en el estilo renacentista su elemento de distinción. Este edificio de poder fue empleado como residencia oficial de los reyes polacos hasta que se oficializó el traslado de la capital de Cracovia a Varsovia. Durante la caída de Polonia, llevada a cabo por los suecos a mediados del siglo XVII, el edificio perdió su esplendor.

Es destacable el patio interior que posee el castillo puesto que  cuenta con las  características renacentistas propias del sigloXVI. Junto al castillo, en la misma colina, se encuentra la Barbacana una estructura defensiva circular que presenta el estilo Gótico ejecutado en el siglo XV.

Lonja de Paños o Sukiennice.

Ubicada en la  plaza Rynek Glowny, lugar de gran interés turístico de la ciudad,  se levanta este enclave comercial que se edificó en el siglo XV y XVI. La construcción del edificio presenta un estilo renacentista. En la lonja se vendían diversidad de productos tanto de consumo como exóticos (telas, sedas…) pues era y sigue siendo  centro de comercio de la ciudad.

Los Notables: Eduviges I de Anjou-Hungría, la Reina Santa (1374-1399).

Reina Eduviges I, cuadro de Bacciarelli

Perteneciente a la casa Anjou de Hungría, que gobernó Polonia y Hungría, llevándola a una etapa dorada desde el reinado del rey Casimiro III de Polonia, que falleció en 1370. Le sucedió su hijo, el rey Luis I el Grande de Hungría, padre de Eduviges. Su descendencia se componía de Eduviges y de María, sin hijos varones, pero logró que la nobleza aceptara a sus hijas como herederas al trono. Sin embargo, a su muerte en 1382 se dieron conflictos sucesorios, que no llegaron a triunfar y Eduviges obtuvo la corona de Polonia, y su hermana María I, la de Hungría, pero con menor dependencia que un rey varón, pues compartían el poder con sus maridos, nobles muy influyentes. En el caso de Eduviges, contrajo matrimonio con Jagellón, duque pagano de Lituania, que se convirtió al cristianismo (convirtiendo por tanto a Lituania a dicha religión también) para casarse y convertirse en rey, renombrado ahora como Vladislao II de Polonia.

A pesar de eso, la reina Eduviges I de Polonia prolongó esa edad dorada de Polonia hasta 1399, año en el que falleció semanas después de su segundo parto, debido a una mala recuperación. Por sus éxitos, espiritualidad y ayuda para convertir Lituania al cristianismo, la Iglesia cristiana le ha venerado desde su fallecimiento hasta hoy, llegando a ser beatificada (1986) y canonizada (1997) recientemente. Por tanto, fue una de las primeras mujeres en obtener el título de Reina por sucesión y no por matrimonio, y que a la vez ha sido nombrada Santa.