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El pirata en la Historia

Función política del corso en el siglo XVII

El corso aparece en la Baja Edad Media con el desarrollo del Estado Moderno y su origen se encuentra en la intención del estado de controlar la piratería de sus súbditos y utilizarla a su favor para la realización de sus propios objetivos.

*Para saber las diferencias entre corsario y pirata dirígete a la entrada “Los corsarios”.

Al parecer, el corso fue utilizado por la Monarquía española como un arma más en la compleja lucha militar y política contra las Provincias Unidas y contra Francia, una potencia creciente.

Sin embargo, a lo largo del siglo XVII los objetivos de la Corona y sus posturas con respecto al corso variarán en varias ocasiones. En un principio, se considerará como una valiosa arma de apoyo (tanto militar como económica) y por tanto podremos observar un gran interés por su desarrollo (por ejemplo en proyectos de organización o ayudas económicas).

La derrota de las Dunas, la caída del conde-duque de Olivares (1643) y el desarrollo del principio de libertad de los mares que obligaron a dar licencias a mercantes enemigos, dieron lugar a cierta crisis del corso y el Gobierno español llegó a considerarlo como una molestia en su política. La Corona española acabaría cambiando de postura respecto al corso, aunque con diferencias de opiniones entre los Consejos (incluso dentro de los mismos).

La guerra contra Cromwell y el “bloqueo” de Portugal revalorizaron al corso como arma militar y política. Esta segunda fase de apoyo (aunque más débil que la anterior) se extiende de 1655 al 1668.

En 1675 se dio el último intento de utilizar a los corsarios como ayuda en operaciones militares. Desde entonces, la postura del Gobierno español fue de un cierto desentendimiento del corso.

Pero, ¿Cuáles eran los objetivos que quería conseguir la Corona permitiendo el corso?

Por un lado, la defensa de las costas españolas frente a corsarios enemigos y como consecuencia, la seguridad del comercio español. Básicamente esta era la justificación moral del corso.

Por otro lado, el ataque al comercio enemigo. De hecho, los corsarios españoles ayudaron a la Armada Real  reconociendo o tomando noticias del enemigo, llevando mensajes de la Corona, transportando material bélico y socorriendo plazas sitiadas. A lo largo del siglo, los corsistas colaboraron con la Armada española evitándole distraer sus fuerzas en misiones de tipo secundario.

Un objetivo que no se llegó a conseguir fue el siguiente: que de sus actividades saldría marinería para las Armadas Reales. De hecho, el corso, no sólo no daba marinería a la Armada, sino que incluso la sustraía al ofrecer mejores posibilidades económicas.

Por último, también tendrían el objetivo de aumentar el poder naval de España sin gasto para su Hacienda (o con un gasto mínimo al menos).

El corso fue por tanto, un arma más de las utilizadas por la Monarquía española en sus enfrentamientos con otras potencias durante el siglo XVII.

Fuentes consultadas:
-R.ABELLA. “Los halcones del mar. La gran aventura de la piratería.
-E.SOlA. “Un Mediterráneo de piratas: corsarios, renegados y cautivos”
-R.FEIJOO. “Corsarios berberiscos: reino corsario que provocó la guerra más larga de la Historia de España”

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El espectáculo de la piratería: cine y teatro

La Isla de las Cabezas Cortadas

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La película “La Isla de las Cabezas Cortadas” (Cutthroat Island) fue dirigida por Renny Harling y protagonizada por Geena Davis (Morgan), Matthew Modine (William Shaw) y Frank Langella (Perro Adams). Se estrenó en 1995.

Morgan, la hija de un capitán pirata que acaba de ser asesinado, tomará el control del barco de su padre (Estrella de la Mañana) y se embarcará hacia la búsqueda de un tesoro del cual tiene un tercio del mapa. Los otros dos tercios pertenecen a sus tíos, e irá en su búsqueda. Sin embargo, Perro Adams (su tío) intentará por todos los medios acabar con su sobrina y encontrar primero el tesoro. Para poder descifrar el mapa, comprará como esclavo a William Shaw, quien dice conocer el latín.

Tras enfrentarse a numerosos peligros y amenazas, entre ellos un intento de motín o la persecución de su tío y de la armada británica, Morgan llegará a la Isla de las Cabezas Cortadas donde tendrá que conseguir obtener su tesoro.

Este es un film típico de piratas en el que se unen todos los elementos que componen la imagen típica de un pirata: la búsqueda de un tesoro, batallas en alta mar, abordajes, luchas de espadas y piratas borrachos.

Sin embargo, he de confesar que es una de mis películas favoritas. Mezcla acción, historia, la intriga de una búsqueda y una historia de amor.

En cuanto a lo histórico, la película se centra más en reflejar la típica imagen de un pirata que en representar la figura histórica del pirata. Sin embargo, el resultado tampoco queda muy lejos de la realidad y, como no existe la isla que da nombre a la película ni el tesoro que en ella se dice que se escondió, lo que nos queda es una película de acción ambientada (con más o menos precisión) en el siglo XVII.

Lamentablemente hay que señalar que es conocida por haber obtenido una pésima recaudación en su estreno.