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El pirata en la Historia

Barbarroja



Todos conocemos el nombre de Barbarroja y lo identificamos como un famoso y temible pirata, sin embargo, vamos a intentar descubrir la verdadera figura de Barbarroja.

Para empezar, Barbarroja no fue solo una persona, sino una misma familia. Aruch (el primer Barbarroja) procedía de la isla de Lesbos y era hijo de un alfarero cristiano. Tras renegar y abjurar de la fe cristiana se embarcó en una galeota turca como corsario en busca de fortuna. Aprovechó asimismo para formarse en la lucha contra las naves cristianas que operaban desde la isla de Rodas contra los turcos (que estaban en plena expansión por el Mediterráneo tras tomar Constantinopla en 1453.

Al parecer, la galera turca en la que se encontraba fue apresada y él condenado a remar en la galera de la nave de los Caballeros de Rodas. Allí fue donde nació el apodo de Barbarroja (por el color de su barba).  Según la leyenda, Aruch consiguió hacerse con un cuchillo y logró desencadenarse (hiriéndose un pie). Llegó nadando a tierra y se dirigió a Estambul. Tras un período de miseria logró entrar en un barco corsario como timonero. Una vez allí se ganó la voluntad de los remeros y encabezó un motín que le hizo conseguir el control del navío.

La conquista de Granada por los Reyes Católicos llevó al destierro y emigración de miles de musulmanes a Berbería que se trasladaron sin a penas pertenencias e impotentes y sedientos de venganza. En estas circunstancias se produjo la llegada de Barbarroja a las costas africanas. Aruch se dispuso a convertirse en azote de la cristiandad.

Comenzó atacando dos naves pontificias que navegaban por el Mediterráneo. Según cuenta la historia, Barbarroja atacó el primer barco (a pesar de estar en una clara inferioridad de condiciones) y consiguió un éxito total. Tras esta primera victoria, Barbarroja ideó un plan para atacar la segunda: todos sus hombres se vestirían con las ropas de los marineros de la  primera nave asaltada.  La estratagema surtió efecto y la segunda nave se acercó completamente engañada, siendo atacada por sorpresa. Cuando días después Barbarroja llegó a Túnez con sus dos valiosas presas, su nombre empezó a extenderse y a cobrar fama como hábil guerrero.

Su siguiente objetivo fue una nave española que transportaba soldados. El rey de Túnez acreditó su triunfo otorgándole una serie de credenciales que le permiten: “acogimiento a los puertos de su Reino y provisión que le fuera menester para el corso”. La patente de corso le autorizaba a llevar alguna nave real a cambio del pago de la décima.

A comienzos del siglo XVI el enfrentamiento entre las potencias cristianas y el Islam estaban llegando a alcanzar una enorme tensión. España respondió ante la impunidad con la que actuaban Barbarroja (y otros corsarios) en el Mediterráneo mediante una política expansiva dirigida hacia el norte de África. Además en este momento aparece Pedro Navarro, contrapirata cristiano al servicio de Fernando el Católico y que protagonizó la toma de Orán, Bugía y Trípoli. Finalmente su aventura terminó en un gran desastre en aguas de Djerba a mano de los berberiscos.

La leyenda y creciente fama de Barbarroja hace que cientos de turcos se unan al corsario en busca de aventuras y botín. El rey de Bugía pidió ayuda a Aruch quien se dirigió al lugar con sus seguidores y lo sitió. Sin embargo, en el sitio de Bugía perdió un brazo (se dice que se haría poner un brazo y una mano de plata).

Tiempo después, en 1514, protagonizó un nuevo ataque contra Bugía ante la impotencia de la anterior derrota. Sin embargo, este ataque le saldría caro pues en él moriría su hermano Isaac. La leyenda dice que para este ataque, Barbarroja tuvo la idea de que una vez desembarcados todos los tripulantes, los navíos fueran quemados, con el fin de que sus hombres privados de la retirada, lucharan como pudieran hasta morir. Pero la resistencia de los defensores fue determinante para la derrota de Barbarroja.

Ya retirado en Yiyel vio la necesidad de obtener una victoria que reestableciera su fama. Se dirigió a Sicilia y se topó con tres barcos cargados de trigo y bastimentos navegando rumbo a España.

En esos momentos, Argel (tributaria de los españoles) le llamó pidiéndole ayuda. Cuando Barbarroja se acercaba a Argel, se dirigió a Chercherll donde había instalada una colonia de moriscos españoles procedentes de Valencia y Aragón y donde se encontraba el corsario Carasán. Barbarroja lo asesinó demostrando que no toleraría competencia. Tras esto, los moriscos exiliados se adhirieron a su tripulación y Barbarroja entró de esta manera en Argel. Sin embargo, cuando Selim ben Tumi, rey de Argel, se dirigió a él para agradecerle la hazaña, Barbarroja (sabiéndose caudillo de turcos, cabiles, moriscos y berberiscos) le dio muerte. Aruch se apresuró a proclamarse rey, creando una corte a la que acudiría su hermano Jeredín.

Se dice que la crueldad de Aruch rayaba el sadismo, tenía una gran ambición (guerreó contra el rey Hamid de Tenes y contra el rey Abdallah de Tlemecen) y su insolencia le llevó a entrar en contacto con el rey de Fez a fin de crear un amplio frente anticristiano. Esto último hizo reaccionar a los españoles de Orán. En 1518 el gobernador marqués de Comares llevó a cabo un esfuerzo de recluta y pertrechos para enfrentarle. Barbarroja supo ver la superioridad hispánica y optaría por retirarse con todas las riquezas que se pudo llevar.

Sin embargo, las tropas españolas continuaron en su búsqueda y finalmente sería cercado en una corraliza. Tras pelear con desesperación hasta que fue alcanzado por una pica y, al caer herido al el suelo,  García de Tineo aprovechó la ocasión y le cortó la cabeza, la cual llegaría a Orán como trofeo.

Aunque la  muerte de Aruch Barbarroja fue muy celebrada y los españoles sintieron que se quitaban un gran peso de encima, la realidad era que su hermano, Jeredín Barbarroja vivía aún (tenía alrededor de 33 años) y estaba dispuesto a continuar la acción de su hermano mayor.

Fuentes consultadas:
-E.SOLA. “Un Mediterráneo de piratas: corsarios, renegados y cautivos”
-R.FEIJOO. “Corsarios berberiscos: reino corsario que provocó la guerra más larga de la Historia de España”