La evolución de las lenguas regionales. Julio 1976

Durante la dictadura franquista (1939-1975) se adoptaron una serie de medidas políticas que impusieron el castellano como única lengua válida para el uso público y general. A pesar de que no se aprobaron leyes que prohibieran de manera directa el uso de las lenguas minoritarias en España se aprobaron determinadas órdenes ministeriales que son un reflejo de la represión lingüística impuesta durante estos años. Posteriormente, con el fin de la dictadura franquista, numerosos sectores de la sociedad lucharon por tratar de concienciar a la opinión pública de la necesidad de reconocer la diversidad lingüística en España.

Concretamente, durante el mes de julio de 1976 el Congreso se planteó la necesidad de que los grupos nacionales recuperaran protagonismo para iniciar un proceso de normalización cultural. La sociedad exigió el restablecimiento de la libertad de expresión en todas las lenguas del Estado español, lo cual requería la abolición de determinadas leyes, ya que hasta el momento, el Estado ejercía un gran control sobre la opinión pública.

Desde los inicios del mes, concretamente desde el día 7,  empezaron  a surgir opiniones que defendieron la pluralidad lingüística de España y también el reconocimiento independiente de cada una de estas lenguas minoritarias (por ejemplo, el valenciano respecto al catalán). También se crearon las mancomunidades para iniciar el estudio y la redacción de los Estatutos de Autonomía, como informó el diario Información a fecha de 24 de julio, ya que se pretendía impulsar la oficialidad de las lenguas regionales existentes en España a través de su reconocimiento en dichos Estatutos. Por ello fueron muy comunes las reuniones en las que se reiteraba la necesidad de llevar a cabo un desarrollo completo de la legislación de las lenguas regionales, como plasman algunos periódicos, como es el caso del Información. La sociedad a través de movimientos reivindicativos también exigía dicha normalización de las lenguas regionales a través de los Estatutos. Concretamente, estos movimientos, plasmados en el diario Información el día 8 de Julio, se realizaron en defensa de la lengua valenciana y de la identidad vasca, exigiéndose la declaración del euskera como lengua oficial en las escuelas así como la restauración de sus fueros.

Con la finalidad de obtener el reconocimiento de la identidad valenciana, se organizó la Asamblea de Delegados del MEC, como informaba el periódico Información el 24 de este mes, que tuvo como consecuencia la publicación de la “Gramática valenciana” y además, en esta se fijaron determinados libros como el “Llibre de Pau” para la enseñanza de la lengua valenciana en preescolar.

La importancia que adquirió paulatinamente el catalán también se ve reflejada en la catalanización de determinados sindicatos obreros como la UGT, y lo que es más importante, se creó un secretariado nacional en catalán, cuya información fue transmitida por el periódico Avui. Además, se siguieron organizando cursos de catalán para los profesores, que en este mes tuvieron gran éxito ya que contaron con una afluencia de participantes superior a la esperada.

Por otra parte, cobraron importancia actos conmemorativos de personajes históricos de la Comunidad Valenciana, como Jaume I El Conquistador y se rindieron homenajes a personalidades históricas importantes de nacionalidad catalana. Estos fueron los casos de Carles Rahoa cuyo acto conmemorativo transmitido por el periódico Avui el día 15, fue impulsado por las instituciones políticas catalanas y fue posible tras vencer los inconvenientes impuesto por el Gobierno nacional. Algunos sectores de la sociedad afirmaban que: “ja era hora de recuperar allò que durant aquests darrers anys ens havi estat amagat”, así como el homenaje realizado a Pau Casals, un músico descendiente de padres catalanes, el cual fue celebrado entre los días 21 y el 17, como relata el diario Avui,

Además, el diario El País el día 13 de Julio de 1976 relató la convocatoria los premios de “Octubre” de las letras valencianas, cuyo premio fue otorgado a escritores del país valenciano con el fin de promocionar una novelística valenciana,

Del mismo modo que en el territorio español las lenguas minoritarias iban adquiriendo un progresivo reconocimiento, este también se plasmó a nivel europeo, cuyo reflejo fue la entrega del premio francés “Manteau de Arlequin” al músico y compositor Lluís Llach por su nueva canción, recogido el día 10 en el diario Avui. El premio se le otorgaba al mejor cantante extranjero que hubiera actuado en los escenarios franceses, y para su obtención era necesario un gran prestigio. Además, constituye uno de los premios más importantes que se concedía tradicionalmente a Francia.

Este proceso de normalización lingüística ha sido lento y ha requerido numerosos esfuerzos por parte de grupos políticos, asociaciones sindicales y  en general, de la sociedad. También cabe destacar el papel que durante este momento tan delicado desempeñaron las tres diputaciones valencianas, las cuales impulsaron el reconocimiento pleno de la personalidad del reino de Valencia.

En definitiva, a partir de la caída de la dictadura franquista, numerosos grupos políticos y ciudadanos empezaron a pedir la oficialidad de las lenguas regionales en España a través de todo tipo de actos, como manifestaciones, reuniones, asambleas… Todos estos movimientos y actos sociales son una plasmación de los sentimientos de pertenencia a una determinada unidad geográfica, histórica y cultural, es decir, el sentimiento de una identidad propia.

Para finalizar, cabe afirmar que aunque la situación de las lenguas minoritarias cuyo uso fue prohibido durante la dictadura de Franco, ha mejorado considerablemente desde la entrada en vigor de la Constitución de 1978, la cual reconoce la pluralidad lingüística del territorio español.

 

Música: L’estaca – Lluís Llach

 

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