Desde primavera de 1981 España sufrió un grave problema relacionado con el aceite, ya que fue tóxico para el consumo humano. Durante el mes de Agosto, muchas personas murieron debido a su consumo y otras muchas quedaron con secuelas para el resto de sus días. Todas aquellas empresas causantes de este desastre alimenticio fueron cerradas y sus dueños encarcelados por haber manipulado el aceite para evitar que fuera detectado como altamente tóxico.