Adam Smith vivió en los años centrales del siglo XVIII, momento en el cual la burguesía se encontraba en desarrollo y escalando puestos en los centros de poder en lo que fue un ascenso que haría que se acabará convirtiendo con el paso del tiempo en la clase dominante.
En Inglaterra las revoluciones del siglo XVII consiguieron el establecimiento de un Gobierno parlamentario. La Revolución Gloriosa tuvo como consecuencia la proclamación como reyes de Inglaterra a María Estuardo y Guillermo de Orange y que la monarquía hereditaria de origen divino pasará a ser monarquía constitucional. La actitud del nuevo rey, según Adam Smith, fue una de las causas que permitieron el establecimiento en Inglaterra de un sistema de libertad. Gran parte de los conservadores acabaron por admitir la doctrina liberal. En 1689 el Parlamento escocés aceptó como soberanos a Guillermo y a María. Sin embargo, el Acta de Unión de ambos reinos no sería firmada hasta el 6 de marzo de 1707, habiendo entonces una unión política de la que se desprendió la formación del Reino Unido de Gran Bretaña.
Durante los años en los que vivió Adam Smith se consolidaron las conquistas políticas del XVII y se afianzaron los resultados de la revolución. El ministro Walpole mantuvo la paz y defendió los intereses de los propietarios y financieros mediante impuestos bajos sobre la tierra y eliminando los impuestos indirectos sobre el consumo. La expansión en los negocios que hubo en el reino tuvo el efecto de modificar las costumbres y los ideales de la sociedad inglesa de tal forma que el hombre de negocios se convirtió en el ideal a imitar. A finales del siglo XVIII surgieron los primeros síntomas de la revolución industrial impulsada por la Nueva Economía y los avances de la tecnología. William Pitt, el primer ministro en aquellos momentos, se declaró discípulo de Smith.
Deja un comentario