Luchar contra el bullying es una responsabilidad de todos. Pero sobretodo que la familia y la escuela, las partes más importantes del entorno de un niño, cumplan su papel. Amigos y demás, lo dejamos ahora en un plano secundario. Es vital que estos dos pilares de la vida del niño mantengan una línea de actuación correcta.
Sabemos que educar es una tarea muy difícil, ya que los padres no son expertos en pedagogía o han nacido ya preparados para educar a sus hijos. Pero la familia se construye y su estado es considerado esencial para la socialización de los niños, a través de la transmisión de valores, normas, comportamientos, etc. Según los expertos en acoso escolar, la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonable de la conducta de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y con quién van, también una disciplina demasiado dura, la falta de comunicación y la ocurrencia de tensiones y de peleas en la familia, pueden llevar a que los hijos adquieran conductas agresivas.
En cuanto a la escuela, el tipo de disciplina que haya en el aula y en el centro es de fundamental importancia en la construcción de una buena conducta. La constante supervisión en las aulas y en el patio, así como en el comedor, también cuenta a la hora de detectar si está o no ocurriendo algún acoso escolar. Profesores y cuidadores deben estar presentes, siempre. Jamás deben dejar pasar lo más mínimo.
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