¿Se puede proteger a tu hijo a que no se convierta en un acosador ni en un acosado? Pues claro que sí.
A continuación proponemos algunas pautas de actuación que pueden ayudar tanto a la familia como a los educadores y a la sociedad de un modo general, a prevenir este fenómeno. Veamos:
Con respecto a la familia:
Existen cursos y reuniones de escuela de padres y madres que pueden orientar a los progenitores acerca de lo que puede hacer para mantener alejados a sus hijos del bulling. Se basan, normalmente, en reglas básicas como:
1. Preocuparse por sus hijos, hablando con ellos. Crean un canal de diálogo con ellos. Eviten los monólogos. Se aprende y se conoce mejor a los hijos oyéndoles.
2. Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar, fobia escolar, etc.
3. Controlar y supervisar las conductas de sus hijos, observando qué hace, a dónde va, con quién juega, cuáles son sus intereses, proyectos, etc.
4. Determinar los límites y las normas, exigiendo el cumplimiento de las elementales.
5. Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás, para convivir con otros.
6. Observar los comportamientos, estados de ánimo, y los cambios en los hábitos de los niños.
En relación a las escuelas:
En un principio, no cerrar los ojos ante la realidad. Establecer reglas para evitar el bulling, mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar. En complicidad con el centro escolar, los profesores deben colaborar en la identificación de algún caso, o simplemente estableciendo con sus alumnos unas normas de no agresión. Sobretodo es muy importante que la escuela mantenga un contacto directo con las familias de los alumnos (citas, consultas mensuales,…).
Y las instituciones y los medios de comunicación:
Crear y mantener un teléfono público para los niños. Es una forma de abrir una puerta a sus posibles conflictos. Las campañas anuales de sensibilización también pueden funcionar para prevenir el acoso escolar. En cuanto a los medios de comunicación sería interesante y muy viable que controlasen más los contenidos que emiten o publican.
La sociedad en general debe prevenir y atajar posibles brotes de acoso. Es necesario estar atento y no dejar pasar nada o pensar que todo es normal o se trata de una broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro niño, se debe intervenir para que eso no se repita. Cuando en el patio del colegio alguien se burla del aspecto de otra persona, hay que reprenderle. Lo malo se corta de raíz.
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