“Sudor añejo de harina, de hollín y de hombre salado y dulce a la vez, que en tus manos entremezclas creando maravillas el trigo… las lágrimas… y la miel.”
En la calle de Lepanto, junto a una tradicional panadería encontramos el siguiente texto dedicado a la labor del panadero. Es uno de los muchos Poemas de barrio que decoran estas calles del centro histórico alicantino.
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