En conclusión, podemos ver cómo la prensa causó un despliegue de imágenes verdaderamente competitivo, tanto en las portadas con fotos que ocupaban, prácticamente, la página como en el interior, donde se incluían, además de instantáneas de alto valor expresivo, gráficos informativos y explicativos de gran tamaño.
Por parte de la prensa americana, no se muestra los cuerpos de sus víctimas y aluden más a unos titulares sensacionalistas, breves y duros que provocan en primer lugar un patriotismo entre sus compatriotas. Mientras que en las cabeceras españolas se muestran unos textos más largos y explicativos. La prensa europea al estar lejos de los hechos contó con más elementos para aproximarse a la objetividad. Destacar también el código de barras que aparece en el margen inferior de la derecha de las portadas estadounidenses, ocupando un espacio mínimo, mientras que en los periódicos españoles no aparecen.
Por último, decir que hay diferencias notables entre las actitudes periodísticas estadounidenses y las españolas, cada una con unos tintes muy diferentes en el modo de tratar la información y en las decisiones diarias de dar o de callar un dato o una noticia. En cuanto a la personalidad de los periódicos, tanto españoles como americanos, podemos apreciar como siguen las mismas pautas para su difusión e impresión. Con la llegada de internet se han comenzado a digitalizar todos los periódicos de origen físico para así poder prestar un servicio Online, de forma que los lectores puedan acceder mediante una aplicación o por la página web. tras este cambio se producen muchas modificaciones que no podían tener los periódicos físicos, como el poder transmitir una noticia o el poder actualizarla de manera instantánea. En conclusión podemos decir que la evolución de los periódicos han sido bastante radicales, en cuanto a su cambio de formato, se siguen vendiendo ediciones en papel pero menos intensivas.