Juan de Herrera (1530-1593) es un arquitecto español típica del Renacimiento. Se interesó por todas las ramas del saber y manifestó siempre un espíritu aventurero y un gran afán de novedades.
En 1563 pasó a ser colaborador de Juan Bautista de Toledo en la construcción de El Escorial y, a la muerte de éste en 1567, le sucedió en la dirección de las obras. Sin duda este monasterio fue la gran realización de tan singular arquitecto, cuyo apellido ha dado nombre a un estilo, el herreriano, que siguieron destacados alarifes españoles, sobre todo en el siglo siguiente.
Herrera modificó y amplió los planos primitivos e intervino decisivamente en la ornamentación interior de la iglesia y la traza de su fachada, así como en la concepción de la fachada del monasterio. En estas obras se encuentran las líneas maestras de su estilo, basado en la horizontalidad, la uniformidad compositiva y una absoluta sobriedad en la decoración, que se reduce al empleo ordenado de las formas constructivas y las líneas arquitectónicas.
Obras
Deja un comentario