El arte de ¨España¨ en el siglo XVI
El siglo XVI en ¨España¨ es una época de renacimiento y manierismo. Durante este periódo, se coincide con el reinado de la dinastía de los Habsburgo, que se introduce en España a principios del siglo XVI como consecuencia de la política matrimonial de los Reyes Católicos para acabar en 1700 por la falta de descendencia directa de Carlos II, último rey de la Casa de Habsburgo en España. El reinado de Carlos V y Felipe II, en la mayor parte del siglo XVI, representa la plenitud del Renacimiento en España.
A lo largo del siglo XVI había una disminución de las influencias del norte europeo, debido probablemente al alejamiento espiritual de la Europa protestante y a la renuncia de Carlos V al Imperio. El espíritu de la cultura española de este tiempo fue convertido en un proceso de introversión, de búsqueda y mantenimiento de valores tradicionales. Estos efectos se harían más perceptibles en el siglo XVII.
Durante la primera mitad del siglo XVI, coincidiendo con el reinado de Carlos V y gran parte del de Felipe II, continuó desarrollándose el renacimiento español. Aunque se mantuvo fiel a los estilos tradicionales hispanos, que continúa cultivando, estuvo, al mismo tiempo, muy influido también por las nuevas formas renacentistas y manieristas importadas italianas. Ya se sabe que Italia es centro y fuente de inspiración de la cultura renacentista española durante el siglo XVI.
Tanto en arquitectura como en escultura y pintura se pasa por varias etapas:
Predominio del estilo gótico aunque se van introduciendo formas italianas. Mezcla de elementos góticos y renacentistas.
Arquitectura.
Los edificios que se hacen durante el reinado de los RR.CC. eran góticos, como San Juan de los Reyes en Toledo o la Capilla Real de Granada, aunque en esa etapa empiezan a aparecer las primeras obras realizadas por italianos de la mano de la familia Mendoza. En una segunda fase empiezan a surgir de manera tímida algunos elementos renacentistas, como el arco de medio punto, que se mezclan con la exuberante decoración gótica en un estilo decorativo llamado plateresco por imitar la labor de los plateros. El plateresco se basará exclusivamente en la decoración exterior de edificios realizados en estilo gótico. Ejemplos de esta etapa son: la fachada de la Universidad de Salamanca o el Hospital de Santa Cruz (hoy museo) en Toledo.
En una etapa más tardía las formas italianas y con ellas el renacimiento de lo clásico triunfan con la catedral de Granada o más aún con el Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada. Por último, el Renacimiento pleno, exento de decoración, y ya de transición hacia lo barroco lo encontramos en El Escorial, construido por Juan de Herrera que hará realidad el gran proyecto arquitectónico de Felipe II.
Escultura.
El Renacimiento entrará en España con la llegada de autores italianos como Domenico Fancelli, que trabajará en los sepulcros de los RR.CC. en la Capilla Real de Granada. Más adelante, serán los propios españoles formados en Italia los que tomarán el relevo, entre ellos destaca Bartolomé Ordoñez que hace los sepulcros de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, a escasos metros de los anteriores. Con todo, en España la escultura fue, a diferencia de Italia, eminentemente religiosa y empleará la madera policromada como material más usual. Escultores de esta etapa serán Alonso de Berruguete y Juan de Juni. A finales de la etapa llegarán a El Escorial escultores que trabajan el bronce como los Leoni.
Pintura.
Tendrá mucha menos importancia que las demás artes. A finales del XV confluyen en España las influencias flamencas y las italianas. La llegada del estilo renacentista y su dominio de la perspectiva será asumida por pintores como Pedro Berruguete, Juan de Juanes, todos ellos con temática religiosa. En la segunda mitad del siglo destacará una escuela de retratistas en la Corte con figuras como Sánchez Coello.
Pero sin duda el pintor más destacado fue El Greco, de origen cretense y formación veneciana y romana, se asentó en Toledo a partir de 1576 y fue autor de una pintura muy personal que va camino del Manierismo, la transición entre el Renacimiento y el Barroco. Obras suyas importantes fueron: el Entierro del señor de Orgaz, varios apostolados o cuadros sobre apóstoles, el Expolio, el Caballero de la mano al pecho, la Vista de Toledo, el Martirio de San Mauricio.
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