Bartolomé de Carranza, nace apenas dos años después que Carlos I. Al ser más longevo que éste,su vida se prolongará veinte años en el reinado de Felipe II. Sabemos que Carranza fue miembro de la Iglesia Católica y será precisamente la cuestión religiosa la que marque indefectiblemente ambos reinados y en particular, su propia existencia.
En 1517 Martín Lucero publicaba en Wittenberg sus 95 tesis, iniciando la formulación de un nuevo cristianismo, que se desarrolló rápidamente en países como Alemania como más tarde lo serian las ideas Calvinistas irradiadas desde Ginebra. Si bien el Emperador optó en primer lugar por la vía de la concordia, luchó después contra los protestantes pero con poco éxito. Durante el reinado de Felipe II, el papel de la Inquisición fue determinante, en defensa de la fé católica. En 1558 se publicó el Índice de libros prohibidos. En 1559 se ordenó el regreso de todos los universitarios que estudiaban fuera de España. En ese contexto, Carranza publicaba su Catecismo.
En Valladolid y Sevilla habían sido descubiertos algunos grupos protestantes, lo que generó un clima de represión violenta de la herejía.
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