¿Dormir? ¿Para qué?
Dormir está sobrevalorado, tanto que anoche parte de Vortex decidió quedarse hasta las tantas en la universidad para avanzar el juego, ya que al día siguiente (hoy) tendríamos que entregarlo perfecto. Y quien dice ‘perfecto’, quizás quiera decir ‘decente’, porque bien sabemos que a última hora aparecen problemas. A las 17:00h tendremos que entregar “Heros Not Allowed”, uno de los pocos juegos en 2D de la Brains Eden 2015 Gaming Festival.
Uno de nuestros desarrolladores se llama Redbull, y es el que se encarga de la parte más tediosa del proyecto. Pero bueno, no se queja mucho. Y es que alguno se ha arrepentido de dormir por el estrés de las últimas horas, por olvidar pequeños detalles y maldecirlos a todos. Gajes del oficio. Pero no olvidemos que dormir es esencial, porque sino nuestra CPU no riega.
El resultado del día 3 fue un juego ya casi jugable, al que le faltaban pequeños arreglillos: animaciones, partículas, etc. Todo eso ha llegado el día 4. Y la verdad es que ha quedado bastante decente.
La guerra de los drones
¡Drones! Quizá uno de los visit últimos retoques de HNA sea lo que más guerra ha dado. Que si el grid, que si los intercambios de posición, que si se mueve para otro lado. Pero bueno, el tema era “displacement” y los drones eran protagonistas, así que había que dar el todo por el todo con ellos. A última hora (o bueno, casi) se estaba implementando el ya mencionado sistema piedra-papel-tijera de los drones y enemigos, cuando acto seguido nos han llamado para hacer un play & feedback de los mentores. Se les ha enseñado el juego y aunque al principio les parecía un poco complicado, luego se han ido pasando la tablet para jugar. Esperemos que eso sea una buena noticia.
En el momento en el que escribo esto, quedan dos horas para la entrega final. Los nervios están que crispan y Vortex se va repartiendo las últimas tareas de pulido, entre lamentos y gritos de euforía. En estos días gran parte de la Brains Eden habrá aprendido español gracias a nosotros.
Aún estamos decidiendo si iremos o no a la Closing Party, celebrada en la sede de Jagex, una empresa de videojuegos establecida en Cambridge. Tanto tiempo de trabajo nos ha dejado molidos, y quizás vayamos un poco de “sightseeing” por la ciudad.
Jagex, house of freaks
Pues no, al final iríamos a Jagex.
Pero antes, la última hora antes de la entrega fue un huracán de gritos, desesperación y retoques a cascoporro. El resto de grupos lo llevaban bastante bien: con calma, relax, hablando las cosas con coherencia y pasando el proyecto y los ejecutables al pen-drive proporcionado por la Brains Eden (una PSVita en miniatura). Pero, cómo no, el grupo español fue el que armó el barullo. Si ya de por sí habíamos sido la voz de fondo durante el concurso, los últimos minutos fuimos objeto de miradas, comentarios y caras de incredulidad.
“¡Pasalo! ¡No, para! ¡Corrige esto! ¡Así, no, como antes! ¡CORRE! ¡Dios! ¡Dios! ¡DIOOOOS!”
A las 17:01 estábamos corriendo por el edificio para entregar “Heros Not Allowed” a tiempo cuando, para nuestra sorpresa, otro equipo estaba generando el proyecto en la misma mesa de entrega. Quizá eso nos hizo sentir mejor.
Acto seguido, las salas del concurso se fueron vaciando y, cuando ya llegaba el servicio de limpieza, acordamos ir a Jagex en el último bus de la Brains Eden, en lugar de ir de turismo por Cambridge. ¿Una decisión acertada? Pronto lo averiguaríamos. La empresa está situada en el parque empresarial que hay a las afueras de la ciudad, al norte. Después de pegar unas cuantas vueltas (y una interminable marcha atrás cuando el conductor se equivocó de camino, aunque hubiera hecho ese recorrido varias veces antes), finalmente llegamos a las puertas de un gran edificio en cuyo letrero figuraba el nombre “JAGEX”. Al cruzar las puertas, nos encontramos con los mentores del concurso, de copas, y charlando. Eso no fue ni mucho menos lo sorprendente, ya que lo que realmente nos dislocó el cerebro fue lo que nos encontramos más adelante.
Una imagen vale más que mil palabras.
Y a eso añádele montañas de pizza. No sabemos si era eventual, pero en ese momento Jagex era el cielo de los gamers. Casi todos los participantes de la Brains Eden desahogaban jugando sus esfuerzos de los dos días anteriores, desfogándose con el League of Legends, el Counter y más. Los integrantes de Vortex dedicamos unos minutos a darnos cuenta de lo que estaban viendo nuestros ojos, y luego un par de nosotros se pusieron en ordenadores. Cuando finalmente nos sentimos extraños allí, descubrimos una sala anexa con mesas, barra de bar, futbolín (sobretodo futbolín) y un chroma para hacerse fotos. Allí descansaban algunos otros grupos de la Brains Eden, aunque socializando más bien poco entre ellos, todo hay que decirlo. Nos hicimos algunas fotos en el chroma, con boas de plumas, cuernos y cascos. Por hacer el monguer un rato que no se diga. Pero sobretodo, a lo que nos dedicamos fue a acaparar el futbolín como si nos fuera la vida en ello, a base de piques, gritos y euforia en estado puro.
Cuando llegamos a la Anglia Ruskin University estábamos para el arrastre.
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