– Eh, Zé, ¿qué estás haciendo?
– ¡Es un monumento a la paz actual!
La paz y las armas atómicas, dos de las obsesiones del principio de la Guerra Fría (Bueno, algo ha quedado de esa época, porque a mi manera sigo obsesionado con todo lo atómico)
Riso Mundial, nº8, 10 de julio de 1947.