Tras su divorcio, Catalina se vio relegada a una vida alejada de la corte y de su hija María.
De las seis esposas de Enrique VIII, Catalina fue a la que mejor se la trató, ya que el resto o bien las decapitaba, como Ana Bolena, o bien se divorciaba sin más. En su búsqueda por tener un hijo varón que heredara el trono, el Rey no tuvo ninguna consideración con sus mujeres.
Asi pues, tras la muerte de Enrique VIII, Eduardo VI ,hijo del Rey y Jane Seymour ( tercera esposa) subió al trono. Eduardo VI fue un rey inteligente y enfermizo,quien murió a la edad de quinze años y fue sucedido por su sobrina Lady Jane Grey.
Paradójicamente, el Rey que cambió la fe de un pueblo por negarse a obedecer los mandatos de Roma que no reconocían su voluntad de divorciarse, y que buscaba un heredero varón con tanta ansia como para decapitar esposas, fue sucedido por un reina católica, su hija María, y con posterioridad por Isabel I, quien reafirmó el Anglicanismo como la religión de Inglaterra.