Los Medici

Los medici, una familia de comerciantes y banqueros de Florencia que llegaron a gobernar la Toscana y a ejercer una influencia considerable sobre la política italiana. Representantes de la burguesía ascendente en las ciudades del norte de Italia en la época de expansión del capitalismo mercantil y financiero, los Médicis o Medici dejaron su impronta en el arte del Renacimiento ejerciendo abundantemente el mecenazgo. Aparecen ocupando el cargo de gonfaloniero o jefe de la ciudad de Florencia desde el siglo XIV.
Los logros más significativos de la familia Médici predominaron en el campo del arte y la arquitectura, tanto que los talentos que emplearon son hoy las referencias principales.
El primer miembro importante de los Médici fue Juan de Médici nacido en 1360. Él fue un hombre que invirtió su dinero de manera bastante inteligente y se volvió rico.
Junto a su hijo Cosme de Médici, nacido en 1389, creó el Banco de los Médici, que funcionó tan bien que pronto tuvo sedes en las mayores ciudades del continente, incluyendo Londres y París. Juan y Cosme de Médici se convirtieron en los hombres más ricos del viejo continente.
Cosme de Médici participaba del gobierno y era un mecenas; con su dinero, apoyaba a la iglesia, los escritores, los arquitectos y los artistas. Para promover la filosofía, fundó la ‘Academia Platónica’ en donde los estudiantes podían aprender sobre las obras de los escritores de la Antigua Grecia y debatir sobre diversos temas. A los arquitectos, les sugería que sus construcciones obedecieran el estilo de la Antigua Roma.
Al morir Cosme, su nieto Lorenzo de Médici, nacido en 1449, fue aún más reconocido. Era llamado Lorenzo El Magnífico, ya que con su mecenazgo apoyó algunos de los artistas más famosos de la historia: Botticelli, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. Justamente a la época en la que Lorenzo apoyó el arte se le conoce La época de oro, y es considerada una de las más importantes dentro del mecenazgo gracias al esplendor artístico alcanzado en la Florencia de fines del siglo XV.


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