La actividad comercial en estos momentos se centra fundamentalmente en las fachadas litorales debido a la situación ventajosa en cuanto a infraestructuras de estas zonas con respecto al interior peninsular. El principal mercado exterior de la corona de Castilla eran los Países Bajos donde se van a exportar una gran cantidad de productos entre los que podemos destacar: lana, vino o hierro. En cuanto al comercio interior este estaba mucho menos desarrollado, esto se debe a que no había una demanda interna suficiente como para satisfacer el mercado y también por los obstáculos naturales que hacía que el precio de los productos se incrementara de forma notable.