Excelso Conde, que al Estado ilustras De quien eres columna y firme escudo Claro esplendor de la española Toga, Ven presuroso a promover la Ciencia Con que la Juventud aquí enseñada De inmensa variedad de vegetables, Nombres, virtudes y usos nos explica, Siguiendo en este laberinto el hilo Del Linneano, docto y fiel sistema. Hoy del Monarca, padre de los pueblos, Y del sabio Ministro reconoce, Y ostenta con amor los beneficios. A ti, oh glorioso domador del ocio E ignorancia, previene presurosa Guirnaldas, que te ciñan la alta frente, Guirnaldas que anual y justo obsequio Al protector renovará de Flora, Mientras produzca plantas la alima tierra. No será vano, no, mi vaticinio: Faltaran en la industria de los hombres Monumentos soberbios: no habrá cosa Que el tiempo respete la cruel saña: Sucederse han los siglos, y entre tanto Vivirá inmarcescible entre las plantas Del jardín floreciente a tu influencia FLORIDABLANCA, tu inmortal nombre.
Casimiro Gómez Ortega
Si habéis estado atentos al último post, observaréis que el autor de este poema, es uno de los científicos (concretamente botánico, además de médico) que participaron en el proyecto de construcción del Jardín Botánico de Madrid. Casimiro Gómez Ortega, estuvo muy agradecido a José Moñino por la confianza que depositó el murciano en él.
Bonito poema.