El realizar este trabajo ha supuesto un pequeño viaje por la historia de aquella época, sin contar con una mayor comprensión de las dimensiones traídas por la guerra y su posterior represión por el bando vencedor, dentro del contexto del pequeño municipio de Crevillente.
En este lugar se reprodujeron exactamente las mismas situaciones que en el resto de España, solo que a una escala algo menor; la población sufrió de igual modo las consecuencias de la posguerra, lo cual se intentó paliar creando una especie de Beneficencia Municipal a la cual todas las familias que se certificasen como pobres en el Ayuntamiento podían acogerse. Allí se les daban medicamentos, comida… lo necesario para sobrevivir a una época tan dura como aquella. Claro, también tenían que pasar por expedientes que certificasen su lealtad al bando vencedor.
En la cúpula del Ayuntamiento también se dieron estas “depuraciones”. El alcalde consiguió mantenerse en su puesto, así como el secretario general, tras una dura prueba, mas la mayoría cayeron para dar paso a fieles al régimen de Francisco Franco. Por ejemplo, será el 21 de abril de 1939 cuando se forma, desde un poder mucho mayor en la Comunidad Valenciana, la llamada Comisión Gestora, perfectamente franquista y apegada a las normal del movimiento nacional.
Muchos soldados caídos en batalla, otros exiliados… todos ellos fueron convertidos en prófugos. Claro, eran republicanos. A los soldados del lado sublevado fueron canonizados en gran medida, llamados “camaradas caídos”, y teniendo un estatus muy por encima de los primeros.
En conclusión, estas actas han sido una herramienta para vivir un trocito tan negro de nuestra historia como fue la dictadura franquista, para comprobar los métodos y represalias, los cambios. Aquí solo hay un pequeño ejemplo de las más interesantes para facilitar esta comprensión.