En la estación de origen y en la de destino, si no se dan estos requisitos, no le ayudan, ni le permiten subir al tren, según se recoge en un acuerdo firmado por Renfe y las entidades CERMI (Comité Español de Representantes de Minusválidos) y la Fundación ONCE.
Con este acuerdo, Renfe niega la igualdad de derechos para viajar a los que tienen mayores dificultades de movilidad para desplazarse, que van o vienen de estaciones de segunda categoría, y niega la urgencia que puede tener una persona para trasladarse.
Anterior a esta norma, a través del departamento de Atención al Cliente o en la oficina del jefe de estación, se encargaban de organizar, sobre la marcha, el desplazamiento de la persona en silla de ruedas, a la vez que avisaban al lugar de destino.
Renfe da marcha atrás en la mejora de la accesibilidad al transporte en un país que pertenece a Europa, pero que en derechos y servicios para los discapacitados está en la prehistoria.—
Gloria Lucena Fernández.