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De la cuesta de enero a la cuesta de la vida

Es curioso ver como comienza 2008 en los medios de comunicación. De una parte se nos presenta lo que economicamente nos depara el año con la subida inflacionista que nos viene encima, pero lo que más llama la atención es ese pretendido alivio manifiesto cuando se dice: “Y pese a la Ley de la Dependencia y la rebaja fiscal, las ayudas no compiten en la UE” Dos inexcusables excusas, para suavizar que la chimenea de nuestro País, no caldea.


El año 2008 llega con más subidas de precios y escasos incentivos frente a la UE

Publicado el 02/01/2008, por D. Gracia. Madrid


Dura cuesta de enero. A la escalada de los alimentos se suma la hipoteca, alquiler, transporte, agua y luz, que suben más de un 4%. Frente a ello, y pese a la Ley de Dependencia y la rebaja fiscal, las ayudas no compiten en la UE.

La cuesta de enero ha comenzado en 2008 con la última uva de Noche Vieja. La rampa de los precios de los alimentos y carburantes sufrida en el tramo final de 2007 se va a dejar notar con más contundencia este mes. La razón: empieza el año y toca revisar el coste de la mayoría de servicios básicos, las tarifas del agua, la luz o el transporte, los alquileres, los márgenes comerciales de algunos productos, etcétera. Y la base de cálculo utilizada, en general, no es otra que el Índice de Precios de Consumo (IPC), que ha cerrado el año por encima de la peligrosa barrera del 4%.


Algunas de estas subidas ya han sido anunciadas. Una de la que nadie quedará exento es el incremento del 3,3% de la electricidad, fijado por el Gobierno para compensar el déficit de tarifa –diferencia entre el coste de producción y su precio de mercado– del sector energético en los últimos años. Encender la estufa también se pagará más caro: el gas natural cuesta un 4,93% más para los hogares este enero. Y la bombona de butano para cocinar, un 5,2% más.


Otras subidas, aunque tendrán un sobrecoste distinto en función de la comunidad autónoma o ciudad en la que se resida, mantienen una tónica general: la subida de este enero apunta más alta que la del pasado, fruto de la fuerte desviación del IPC.


Así, por ejemplo, la tarifa del agua en Madrid subirá un 4%; en Castilla y León, un 4,3%, y en País Vasco, un 5%. En la misma línea, la mayoría de ayuntamientos han fijado ya la subida del transporte público. En Madrid, el precio del billete sencillo se mantendrá en un euro, pero sube un 4,1% el coste de los abonos. Mientras que en Barcelona, el billete sencillo pasa de 1,25 euros a 1,30 euros, con una subida del 4,3% para el resto de tarifas. Coger un taxi tampoco se perfila como una opción económica. Además de la actualización de la tarifa con el IPC, algunos consistorios como el de Madrid proponen elevar la tarifa nocturna un 14% y la de los viernes por la noche un 59%, para animar a los taxistas a realizar este tipo de servicios. O desanimar a los usuarios a salir casa.


La espiral inflacionista continúa. Los ganaderos y productores cárnicos anunciaron hace dos semanas una subida del 10% de la carne, para compensar el repunte de los precios de producción de 2007, ya que los piensos de los animales se han encarecido entre un 35% y un 40%. Los transportistas, principales damnificados por el encarecimiento del petróleo –los carburantes cuestan un 15% más que en enero pasado– prevén un encarecimiento de tarifas de entre el 4,5% –anunciada por la patronal de autobuses, Fenebus– y del 7% –propuesta por las principales asociaciones de logística–. La suma no para ahí. Si, además, la familia paga hipoteca, el importe medio ha subido un 9,2% en el último año, es decir entre 70 y 80 euros al mes, debido a que el euribor, tipo de referencia, se ha situado en el entorno del 4,79%, su nivel más alto en siete años. Si el piso, en cambio, es de alquiler, la factura ha engordado un 4,3%.


El cafetín de la mañana también ha subido un 4,4% de media; el cigarrillo, un 7,9%; la caña con los amigos, un 3,1%, y si es vino, un 4,2%… Al final, con la leche un 30% más cara, la barra de pan un 14% y la mantequilla un 9,3%, hasta el desayuno de Año Nuevo vino impreso con las mismas letras: inflación.