España no sólo necesita con urgencia una reforma de sus leyes para llegar a ser una verdadera democracia, sino que necesita también, con la misma urgencia, un severo plan de adelgazamiento de su Estado, el más obeso y pesado de toda la Unión Europea y uno de los menos sostenibles del Occidente desarrollado.
La democracia española no para de incrementar sus estructuras de poder y burocracia, y lo hace como un cáncer, engordando sin control y creando nuevas consejerías, instituciones, empresas públicas, departamentos, comisiones y burocracias inútiles que convierten al Estado en un monstruo nada sostenible.
Los parlamentos regionales operan como órganos legislativos durante todo el año y, para justificar su existencia, aprueban leyes innecesarias. Las autonomías, obsesionadas con incrementar su poder, son ya enormes estructuras estatales injustificadas y costosas, impuestas por los políticos a unos ciudadanos que no las necesitan.
Con gobiernos y parlamentos en cada región e inútiles gobiernos provinciales radicados en las diputaciones, con miles de instituciones y empresas públicas y con legiones de servidores contratados para incrementar el clientelismo político, sin que sus funciones sean necesarias, la estructura del Estado español es un despilfarro tan superfluo como monstruoso e irracional. Para encontrar otro país donde el peso del Estado resulte tan intenso como en la España actual habría que compararse con las ya desaparecidas repúblicas del socialismo real, con la URSS y sus aliados en el Este de Europa, o con los actuales regímenes dictatoriales o muy pobres de paises del Tercer Mundo.
Sólo Italia, con un Estado ridículamente hinchado y burocratizado, se asemeja a España entre los paises ricos y desarrollados de Occidente.
La “sostenibilidad”, que las administraciones predican como panacea e imponen al sector empresarial privado, no es respetada por el Gobierno, que está convirtiendo la burocracia y la organización del Estado en un monstruo insostenible. Si el Estado español no abandona con urgencia su enfermiza obesidad mórbida, pronto será inviable.
De todas las autonomías españolas, Andalucía, Extremadura, Cataluña y Castilla la Mancha son las que tienen más Estado, siendo Andalucía la primera, con diferencia. La Junta de Andalucía es la primera economía de la región y la que tiene más empleados, pero apenas aporta riqueza al PIB. Las comunidades en las que el Estado tiene un peso menor son Madrid, Valencia y Castilla León, aunque la ciudad de Madrid sea una excepción, por causa del excesivo intervencionismo de su ayuntamiento.
Para escapar a los controles financieros impuestos por la Unión Europea, los gobiernos autonómicos crean nuevas empresas públicas, que se endeudan sin control y pagan las facturas que el gobierno no puede pagar por ley. Esa vía truculenta constituye una manera tan legal como ilícita de burlar la normativa y un pésimo ejemplo del poder político que contamina al mundo empresarial.
No existen estadísticas fiables que midan el peso del Estado porque al poder no le interesa, pero si existieran revelarían sorpresas inquietantes como que en algunas regiones más de la mitad de la economía está controlada por las administraciones públicas, empeñadas en no privatizar y en mantener bajo control unos servicios esenciales como la educación, la sanidad y otros, que, según la experiencia histórica, jamás funcionan con eficiencia cuando están en manos del Estado.
La existencia del enorme Estado improductivo español no sólo genera servicios ineficientes, sino que impide que los ciudadanos sean más ricos. El Estado español es intervencionista y avaro cobrando impuestos, pero demuestra ser un maniroto ineficiente que, en su afan de poder y de control, no para de generar clientelismo y de crecer inecesaria y desordenadamente.
Zapatero tiene un centenar de asesores más en La Moncloa que Aznar, pero el próximo presidente tal vez supere a Zapatero. La Junta de Andalucía tiene más funcionarios y empleados que Felipe II en todos sus reinos y posesiones en los cinco continentes, donde “nunca se ponía el sol”. El ayuntamiento de Sevilla tiene casi los mismos funcionarios y empleados que Felipe II en toda España, sin contar las fuerzas militares del emperador.
El Estado español es el menos “sostenible” de la Unión Europea y uno de los mas costosos de todo el occidente democrático. Sólo es superado por algunas repúblicas bananeras americanas, como Cuba, y por unos pocos Estados subdesarrollados del profundo Tercer Mundo asiático o africano.
La sostenibilidad es la capacidad de crecer de manera continuada y ordenada, sin que ese crecimiento implique morir o desaparecer. El Estado español no es sostenible porque, si continúa creciendo al mismo ritmo o si tuviera que enfrentarse a una dura crisis económica, tendría que desaparecer, víctima de sus propios excesos.
El Estado español padece obesidad mórbida en grado extremo y necesita una urgente cura de adelgazamiento que permita a sus ciudadanos mayores márgenes de libertad, creatividad, libre pensamiento, libre expresión y desarrollo general.
El Estado español es una maquinaria agobiante que pesa como una losa de plomo sobre la sociedad y que se parece poco a una verdadera democracia moderna.
Francisco Rubiales.
Francisco Rubiales.
2 replies on “Elecciones 2008: La Democracia española no es "sostenible"”
Dejadme explicar por qué, si voto, lo haré en blanco. Al PP, cueva de curas trabucaires, horteras congénitos y cutres sociológicos, no se le puede votar sin cometer pecado mortal. Al PSOE, incumplidor de sus promesas electorales más importantes, tampoco. Y menos con el optimista visceral al frente, Sr. Zapatero, incapaz de ver que no se pueden hacer concesiones a los nacionalistas que, por definición, son profesionales del chantaje; que con ETA se negocia, sí, pero en silencio; la Iglesia, insaciable, les tiene “acongojados”; el Poder Judicial se utiliza dependiendo para qué (acción popular OK para condenar a Atutxa pero no a Botín y sus cesiones de crédito; a ver si acertáis por qué); los Albertos en la calle y los choricillos a la trena por robar cuatro gallinas; beneficios empresariales más altos que nunca, etc., etc. Que les den. Y mirad qué panda: Usuarios.lycos.es/ecues
Sí, es pura verdad. El Estado en su conjunto es una monstruo capaz de devorar más riqueza de la que se genera. Pero ¿Qué puede hacer el ciudadano de apie?
ELECCIONES 2008
PASCUAL MARAGALL
PIDE EL VOTO EN BLANCO
Rafael del Barco Carreras
Las posibles pérdidas de memoria no le alcanzan para continuar la línea de abstractas elucubraciones que le condujeron a pretender ser un PUJOL pero con el soporte de su Partido Socialista, el universalismo socialista ante el nacionalismo de su abuelo el poeta de San Gervasio. Más prosaico que deslindar sus ambiciones desde que aupado por José María de PORCIOLES se coló en el franquista Ayuntamiento de Barcelona y desde tan humilde trabajo alcanzar no ya LA ALCALDÍA por designación a dedo de Narcís Serra, otro colocado burócrata franquista, sino su soñada vida de burgués en el selecto Ampurdán, donde veraneaban sus padres, no sin antes pasar por nada menos la Presidencia de la GENERALITAT.
Pero como siempre y apuntando http://www.lagrancorrupción.com me remontaré a su primer gran encargo en el Ayuntamiento de Narcís Serra, delegado en el Consorcio de la Zona Franca, después del desfalco, para enderezarlo…y de paso enderezaba las “finanzas del Partido Socialista de Cataluña”, PSC… con un pillado Javier de la Rosa Martí concediendo créditos y avales…por miles de millones… y yo en la cárcel…y él al alimón con su Jefe Narcís Serra…pidiendo más cárcel…y más dinero a De la Rosa…
Sería un milagro que luciendo memoria…contara la verdad…