Cada vez dicen algo distinto ¿Qué estarán tramando ahora?

Pagar las pensiones españolas costará en 2050 cuatro veces más que ahora

MIGUEL FARALDO. Ésta es una de las conclusiones de un estudio de cinco economistas, difundido en inglés en el último número de la revista “Hacienda Pública Española”, del Instituto de Estudios Fiscales (IEF). Los autores del estudio son Concepció Patxot, del propio IEF; Joan Gil, de la Universitat de Barcelona; Miguel Ángel López García y Guadalupe Souto, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Jorge Onrubia, de la Universidad Complutense.

El informe, recogido por Crónica Social y titulado “A projection model of the contributory pension expenditure of the spanish social security system. 2004-2050”, evalúa el crecimiento del gasto del sistema de pensiones entre las dos fechas citadas. Su conclusión es que, en cifras expresadas en euros constantes de 2004 (para evitar las distorsiones de la inflación), el gasto de las pensiones pasará de 64.307 millones de euros en 2004 a 246.320 millones en 2050, es decir, 3,83 veces más.

La cifra de pensiones pagadas subirá de menos de ocho millones en 2004 a más de 14 millones en 2050, ejercicio en el que las prestaciones de jubilación exigirán un desembolso de 199.223 millones de euros, las de viudedad de 25.068 millones, las de discapacidad de 18.870 millones y el resto de 3.254 millones. Como consecuencia del envejecimiento de la población española, las pensiones de retiro cobrarán cada vez mayor protagonismo, especialmente cuando, a partir de los años veinte del siglo XXI, empiecen a retirarse los nacidos en la década de explosión de la natalidad en España, los años sesenta del siglo XX. Eso hará que las pensiones de retiro, que en 2004 suponían el 66% del desembolso total del sistema de pensiones, se lleven más del 80% al llegar a 2050.

En relación al PIB, la evolución resulta algo menos espectacular, pero igualmente llamativa. Las pensiones, a las que en 2004 había que dedicar casi el 8% de la riqueza nacional del año, requerirán el 15% del PIB, casi el doble, en 2050. Sin embargo, el crecimiento del gasto no será lineal año a año. Ese 8% permanecerá prácticamente constante hasta 2017, cuando comenzará a crecer, por la jubilación de los nacidos en los años sesenta, hasta llegar al 15% del PIB ya en el año 2045.

PACTO DE TOLEDO

Los autores del estudio señalan que sus conclusiones podrían verse alteradas por las reformas de las prestaciones públicas que se vienen adoptando al amparo del Pacto de Toledo, pero advierten de que “en conjunto, no es de esperar que resuelvan las dificultades del sistema de pensiones de España”. La razón estriba en que, “aunque la mayoría de medidas pretenden reducir el gasto, inevitablemente es previsible que algunas otras lo incrementen”. Incluso, advierten, “la eficacia de las medidas dirigidas a prolongar la vida laboral -tanto penalizando la jubilación temprana como recompensando el retiro tardío- podría verse reducida por los incentivos vinculados a ellas”.

Los autores de la investigación señalan que, en las premisas de su trabajo, no han previsto cambios en el ratio entre el importe de la pensión media y el PIB por trabajador, por lo que el aumento estimado en el gasto absorbido por los pensionistas es atribuible al aumento en el número de beneficiarios. “De hecho, los resultados muestran claramente”, señalan en el capítulo de conclusiones, “que para 2050 el número de pensiones sería de más de 14 millones, comparadas con las apenas 8 millones de 2004”. Este importante incremento es debido principalmente a la evolución demográfica prevista, ya que “en 2050 más del 35% de la población tendrá 65 años o más, comparado con un 16,8% en 2004”.