Resulta más que evidente que en esta ocasión el candidato a la presidencia, el Sr. Rodríguez Zapatero, ha desarrollado y propuesto su programa político, mientras que el otro aspirante se ha dedicado, única y exclusivamente, a tratar de desacreditar todo lo que su contrincante estaba ofreciendo a la audiencia, sin presentar ninguna de sus propuestas, con lo que ha demostrado, una vez más, su falta de respeto a la inteligencia humana.
Me ha decepcionado el Sr. Rajoy. Lo tenía todo a su favor al haber cambiado el turno de intervenciones y estar de su lado el cierre del debate en cada módulo del programa, y lo ha desperdiciado al subir paulatinamente su descompostura, llegando a ofrecer una imagen desencajada y un gesto incontenido de una mezcla de rabia y de inseguridad por la perdida de sus papeles que ha contrastado con el tono sereno y conciliador que ha esgrimido ZP.
Lo que durante cuatro años consecutivos se ha estado llevando como bandera, no puede desaparecer de la noche a la mañana, así pues su totalitarismo, su inesperado giro hacia la extrema derecha y esa constante sensación de mentira sostenida lo ha desautorizado para que pueda ser la alternativa al gobierno socialista.
Esta noche se olía en el plató a cadaverina y es que políticamente ha llegado al final de su tiempo. Ya no lo quieren ni en su propio partido. Esta noche pasará a engrosar las listas del paro, al menos en el sentido más ampliamente utilizado en el argot político.
No habiendo mostrado ninguna superioridad destacable, ZP ha pasado holgadamente la prueba a consecuencia del enorme descalabro sufrido por su contrincante. Así pues un consejo. Que aprenda de una vez por todas que la manipulación, la mentira y la tergiversación de los conceptos siempre desembocan en la perdida de credibilidad, en la perdida del favor del pueblo y, por supuesto, del tan deseado voto.
Y un consejo a los populares. Olvídense del pasado. Acepten sus errores como causa principal de su desastrosa actuación política que les ha privado, una vez más, del favor popular. Procuren ser más honestos y humildes y, a lo mejor un día lo lograrán. Por ahora solo toca esperar y aprender.
One reply on “El final de un debate fraudulento y encorsetado.”
De acuerdo con tus apreciaciones Teuladí, pero hasta añadiría más.
Ambos candidatos tuvieron la oportunidad de hacer gala de su raza política que brilló por su ausencia, porque en cierto modo carecen de ella y lo que es peor, la intervención de los moderadores en los dos debates, como estatuas de escayola más que como promotores de un auténtico debate, nos dibuja un pérfil de imposición bipartidista teledirigida en la que todos los miembros y representaciones sociales, parece que estorban incluso, en pro de las nomemclaturas.
¿Por qué no hubo participación de más partidos? ¿Qué pasa que los que votamos a otras opciones políticas no somos hijos de esta democracia, ni sujetos de derecho mediático alguno?
Cierto que tuvo oportunidad Rajoy de demostrarnos un giro hacia el pueblo y como no, por muchas niñas que el hombre se invente, de bien poco van a servirnos. Cierto que Zapatero denotó bastantes mejores formas y modales, pero cierto también, amigo, que lo que Zamora no da, Salamanca no lo presta.
Personalmene solo me aportaron imagen, que por cierto, ambos manejan fatal, por la sencilla razón de que ambos son esclavos de sus siglas.
Queremos políticos no frontis partidistas. Llevan el logo y la imposición interna por delante de la figura y así es dificil que la naturaleza política se desenvuelva y desarrode en la debida forma.
Si todos los debates electorales de futuro van a ser similares a estos, mejor que se los ahorrén y lo inviertan en la dependencia, por ejemplo. Al menos harían algo políticay socialmente correcto. Prefiero no saber la pasta que han generado esos dos pésimos debates, conociendo como conozco, lo que cada día sufre tanta gente.