Comes ha asegurado, en declaraciones a Efe, que ha querido hacer público su caso para hacer evidente la existencia de ayudas económicas ‘ridículas’ e incluso ‘insultantes’ para las personas consideradas grandes dependientes.
‘Mi caso no es único y yo lo quiero explicar para que se vea el gran contraste que hay entre las promesas políticas y de las administraciones y la realidad’, ha asegurado la actriz.
Su pareja, que trabajaba en una notaría en Sitges (Barcelona), sufrió hace diez años un ictus -cuando contaba 50 años- que, tras un periodo en coma, le ha dejado secuelas importantes que requieren de atención permanente y especializada.
Merce Comes ha afirmado que la aprobación de la ley de Dependencia creó tanto en su pareja como en ella misma unas expectativas positivas, que fueron alimentadas por la misma administración que hizo pasar a su compañero por un proceso de valoración y de tramitación de papeles que ahora han visto era ‘inútil’.
‘No se entiende cómo es que en los siete meses que han pasado desde que nos dieron el ‘ok’ a nuestra solicitud de ayuda nadie nos advirtiera de que podía ocurrir esto. Hemos perdido muchas energías por el camino’, ha asegurado.
En principio, la Administración ha justificado la ayuda de 0.99 euros asegurando que la pensión de invalidez definitiva que cobra su pareja (de 1.300 euros) ya lleva integrada una ayuda personal.
El resultado final es que la pareja de Comes recibe ahora, tras acogerse a la Ley de Dependencia, menos ayuda económica de la que disfrutaba antes, cuando la nueva norma pasa por ser uno de los grandes avances sociales de la pasada legislatura, ha señalado.
Con una fuerte dosis de ironía, esta actriz, conocida por sus papeles en series de TV3 y por su paso por la compañía La Cubana, asegura que ahora incluso se plantea si deberá devolver dinero a la Administración ya que la ley tiene efectos retroactivos y su pareja ha estado cobrando la ayuda anterior (la PUA), que es incompatible con la de dependencia.
‘Yo he tenido personas que me han guiado en toda la tramitación de las ayudas de la Ley de Dependencia, pero me imagino la cara que deben poner aquellas otras que quizás han tenido que recurrir a un gestor o un abogado para que luego les llegue una ayuda irrisoria de este tipo’, ha apuntado.