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Los datos, correspondientes a 31 de diciembre de 2007, muestran una tasa de demandantes ligeramente inferior a la media española que se sitúa en el 2,76%, pero también ponen de manifiesto que Alicante es una de las tres provincias del país que registra un mayor peso porcentual de demandantes de empleo entre personas que padecen una minusvalía en el lenguaje.
De los 2.943 alicantinos que sufren una discapacidad y que están en la cola del Inem, 47 no han declarado su minusvalía frente a 1.570 personas que sufren una discapacidad física (el 53% del total). Respecto a las discapacidades psíquicas, hay 850 demandantes de empleo, y otros 422 que padecen una discapacidad tipo sensorial. En el caso de las minusvalías del lenguaje, el Inem tenía registrados a final de año a 54 personas, la segunda cifra más alta del país sólo por detrás de Valencia (76 personas). En tercer lugar se sitúa Madrid con 44 personas.
Menor tasa de contratos
Otro de los aspectos que recoge el informe es el número de contratos realizados en este mismo año. Así, las provincias con mayor volumen de contratación a personas con discapacidad son las más pobladas como Madrid, Valencia y Barcelona. En el caso de la provincia de Alicante se realizaron 3.811 contrataciones, lo que representa el 2,32% del total de contratos que se registraron en España y una tasa del 0,65%, por debajo de la media del país que se situó 0,88%. Esta última cifra es destacada en el informe.
Respecto al perfil de las personas que fueron contratadas, la mayoría de los empleos fueron ocupados por alicantinos con una discapacidad física (1.252), le siguieron los discapacitados psíquicos (513), sensoriales (390), sin discapacidad declarada (52) y del lenguaje (41).
Principales ocupaciones
Personal de limpieza de oficinas y hoteles, peones de industrias manufactureras, dependientes en tiendas, almacenes o quioscos, peones del transporte y descargadores, conserjes de edificios, peones agrícolas, taquígrafos y mecanógrafos, vigilantes y guardianes y camareros son las ocupaciones que registran un mayor número de contratos a personas con discapacidad.
En cuanto al perfil de los demandantes, el Inem destaca que casi dos tercios poseen estudios a nivel de ESO con o sin titulación (32,74% y 30,82%, respectivamente). Le siguen las personas sin estudios (8,20%), los que poseen grado medio de FP (7,23%) y de Bachillerato o equivalentes (6,84%).
Por género, el 48,35% son mujeres, por lo que -según resalta el informe- tienen una doble dificultad para encontrar un empleo dada su discapacidad y además por su condición de mujer. Si se tienen en cuenta las edades, el 28,28% de los demandantes tienen entre 45 a 54 años, y otro 27,30%, entre los 35 a 44 años.
Le siguen el colectivo entre 25 a 34 años (19,44), los mayores de 54 años (17,56%) y los menores de 25 (7,42%).
Ahora bien, a la hora de realizar contrataciones, las tasas más altas de empleo a personas con discapacidad se dan entre el colectivo de 25 a 44 años (60% del total) y más de dos tercios tenían estudios de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) con o sin titulación académica.
Peor lo tienen las mujeres, porque en su caso, en las contrataciones de las mujeres las cifras vuelven a ser más bajas, con sólo un 38,11% de los contratos.