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Opinión

Carta a un juez demócrata

A pesar de haber sido publicada esta opinión, que traigo hoy a la Weblog, el pasado día 30 de abril, lo hago por la necesidad de encadenarla a una Carta a un juez demócrata escrita por la Síndica de Greuges de la Comunitat Valenciana, Emilia Caballero que también reproduzco para difundir y hacer resaltar algo que para algunos podría haber pasado inadvertido, pero que es de gan interés, como para haber creado el gobierno el Ministerio para la Igualdad.

El gobierno rosa

LUIS SEGOVIA LÓPEZ *

El condotiero Berlusconi ha dicho que admira a Zapatero pero que siente lástima por él, ya que al nombrar tantas mujeres en su “gobierno rosa” no le va a ser fácil dominarlas. Aparte de esta machistada, la admiración por Zapatero en Italia y en muchos países de Europa es grande, basta consultar cualquier hemeroteca y ver los elogios a su figura desde todas las posturas ideológicas. Y es que Zapatero ha roto, para bien, muchos esquemas. Así ha creado un Ministerio de Igualdad y ha puesto al frente a la ministra más joven de Europa y de la historia española. El primer ejemplo de igualdad ha sido el nombramiento masivo de mujeres en su gabinete. La ley de paridad electoral y la discriminación positiva de la mujer en cargos públicos y aún en empresas, ha sido criticado por los sectores conservadores con el manipulado argumento de que se debe elegir los cargos de responsabilidad según los méritos y capacidad, no por ser hombre ni mujer, que la cuota femenina mínima igualitaria es tratar a la mujer como a una menor de edad. Veamos: estadísticamente la mujer, tanto en estudios profesionales, universitarios como en oposiciones, saca tan buena nota o más que los hombres: luego según sus méritos y capacidades deberían ser mujeres más o menos la mitad de catedráticos, rectores, jefes de cirugía y directores de hospitales, miembros de la Real Academia, presidentes de audiencias, tribunal supremo, fiscales jefes, comisarios jefes, presidentes de consejo de administración, generales, oficiales y obispos ¿no es verdad? Pero es una vergüenza comprobar la realidad de la falta de igualdad. Se dice por el mismo sector ideológico conservador que poco a poco se va alcanzando esa igualdad, que ya vendrá, que se avanza muy deprisa; y eso ya se lo oí a mi abuelito -“Pero si las mujeres ya pueden salir solas a la calle”-. El último argumento machista del cínico es que las mujeres no piden puestos de responsabilidad, pues prefieren sacrificarse por su familia antes que por su profesión. Para estos tíos las mujeres son tontitas ellas: donde esté limpiar un culito, que se quite una jefatura. Y es que ya no se atreven a decir como una ley de 1958 que “la religión, la naturaleza y la historia ha hecho al hombre jefe de la familia y gestor único de la sociedad de gananciales”, hasta que una ley de 1975 de un plumazo se cargó la religión, la naturaleza y la historia disponiendo que la patria potestad y demás facultades en el matrimonio tenían que ser compartidas entre el hombre y la mujer, y que los gananciales debían gestionarse por ambos cónyuges. Por lo mismo, mientras exista esta discriminación real e intolerante contra la mujer en puestos de responsabilidad, se debe imponer una cuota por ley, y cuando sea una cosa natural y libremente aceptada, que la mujer comparta con el hombre el trabajo social, ya se podrán derogar estas leyes de cuotas por innecesarias. Mientras tanto que no nos tomen el pelo con lo de mérito y capacidad para mantener la existente discriminación femenina.

También ha sido muy ejemplarizante el nombramiento como ministro de Defensa a una mujer joven y embarazada de seis meses. A diferencia del espectáculo vergonzante de feria, de la toma de posesión como ministro del muy gallardo Bono, esta mujer pasa revista a las tropas serena y firma con su preñez muy resaltada.

Se declara pacifista, sí que ya no es Ministerio de Guerra que es el de Defensa, y exhibiendo la esperanza de vida en su seno, está diciendo a los soldados: defendedme, defended el fruto de este vientre, y por nuestro futuro sed guardadores de la paz. Su primera actuación fue un viaje de doce horas en avión, para visitar a nuestros soldados en Afganistán a enterarse de sus condiciones, y no como el muy viril Trillo que no se enteraba en qué condiciones viajaba su tropa cuando ocurrió la tragedia del Yak 42. Su segunda actuación ha indignado a la asociación profesional de militares de prohibir en cuarteles y oficinas militares el acceso por internet a revistas eróticas, diarios de deportes o de subastas. Pero no es cierto que sea prohibición, pues no se trata de internet sino de extranet, regulado exclusivamente para el trabajo oficial, como siempre ha existido en los juzgados o en los puestos de la Guardia Civil. ¿Por qué los militares van a ser diferentes? Este gobierno rosa me está gustando.


* fue Juez del Registro Civil Único de Alicante
y pertenece a Jueces para la Democracia.

Carta a un juez demócrata

Emilia Caballero *

Hace muchos años escribí un artículo con este mismo título dirigido, como en esta ocasión, al magistrado Luis Segovia.

En aquel momento se trataba de mostrar mi gratitud hacia él por haber dictado un auto de sobreseimiento en unas diligencias penales abiertas contra las primeras clínicas concertadas en las que, además de dedicarse a traer bebés al mundo, también practicaban interrupciones de embarazo por las causas que en aquellos momentos habían sido despenalizadas en nuestro ordenamiento jurídico. Aquella resolución no sólo puso fin a unas diligencias penales que nunca debieron abrirse, como el mismo juez Segovia tituló un artículo periodístico “Seamos bien nacidos”, mostraba en su contenido la sensibilidad que le anima, su reconocimiento hacia las mujeres, lo que le lleva a comprender la realidad que viven, a valorarlas en su propia individualidad, en su identidad como mujeres.

Y nuevamente debo darle las gracias ahora por “El Gobierno rosa” publicado en este diario el 30 de abril último (página 36).

Una vez más en este nuevo artículo da cuenta de lo profundo que es su conocimiento y comprensión del fenómeno de la desigualdad, de sus raíces culturales e ideológicas, de constituir un elemento clave de la estructura social en la que estamos inmersos.

Saluda al Gobierno de Zapatero porque ha roto esquemas. Se felicita por la creación de un Ministerio de Igualdad. Defiende la Ley de paridad electoral y las medidas de discriminación positiva. Frente a quienes argumentan que la elección de los cargos de responsabilidad política o empresarial debe hacerse según los principios de mérito y capacidad y no atendiendo a ser hombre o mujer, razona que las mujeres tanto en los estudios, bien sean profesionales o universitarios, oposiciones o concursos, alcanzan la misma o mejor puntuación que los hombres “luego según sus méritos y capacidades deberían ser mujeres más o menos la mitad de catedráticos, rectores, jefes de cirugía y directores de hospitales, miembros de la Real Academia, presidentes de audiencias, Tribunal Supremo, fiscales jefes, comisarios jefes, presidentes de consejo de administración, generales, oficiales y obispos, ¿no es verdad?”.

Respecto al tópico de que las mujeres prefieren dedicarse a la familia, exclama “son tontitas ellas: donde esté limpiar un culito, que se quite una jefatura”.

Pero donde ha llegado a emocionarme es la referencia al nombramiento de la ministra de Defensa, Carmen Chacón. Para ella son sus palabras “pasa revista a las tropas serena y firme con su preñez muy resaltada”. “Se declara pacifista, sí, que ya no es Ministerio de Guerra que es el de Defensa, y exhibiendo la esperanza de vida en su seno, está diciendo a los soldados: defendedme, defended el fruto de este vientre, y por nuestro futuro sed guardadores de la paz. Su primera actuación fue un viaje de doce horas en avión para visitar a nuestros soldados en Afganistán”.

Han pasado los años, mi querido amigo, las feministas y algún varón, como tú, seguimos defendiendo lo mismo con la misma conciencia crítica, con ese lenguaje común que proporciona la profunda convicción de que la decencia está de nuestra parte.

Otros, e incluso otras, de manera pública, se han unido más recientemente a esta causa por la que ya pagamos un alto precio en otros tiempos. De todos ellos y ellas solamente conozco a uno que confiesa, también públicamente, haber cambiado su forma de pensar, los demás parecería que estuvieron ahí siempre. Pero sabemos que no fue así y sería hermoso escucharles decir que, gracias a quienes como tú, has luchado y te has expuesto por la igualdad entre mujeres y varones, está produciéndose el cambio real del que aún queda mucho por conseguir. Y sería bueno escuchar que también están dispuestos/as a luchar frente a la reacción que este avance está produciendo y que seguirá incansable bajo mil formas nuevas en todos los ámbitos del que el tuyo, la Administración de Justicia, es con frecuencia un buen ejemplo, como valientemente exponía hace unos días Rosa Sansegundo. Saber que tú estás ahí es realmente importante para las mujeres.

Gracias, mil gracias al juez Segovia y a quienes de corazón actualmente se unen a esa misma lucha.

* Emilia Caballero es síndica de Greuges de la Comunidad Valenciana.