Además, critica que todavía no se ha evaluado el grado de dependencia de los alicantinos y sólo se ha hecho con las personas que están en residencias. «Esa gente ya se sabe que es dependiente», explica molesta Soler, quien el pasado miércoles acompañó al Síndic de Greuges a un grupo de discapacitados que exigían al Consell que aplique la Ley de la Dependencia.
«En el pasado Pleno de diciembre pedí a la concejal de Acción Social que no diera la espalda a los discapacitados porque yo, como referente, tengo que repartir la información. Y la obligación es del Ayuntamiento, ya que tienen trabajadores sociales por cada centro social que lo anuncien y se lo hagan llegar a la gente». La concejal explica molesta que «mucha gente no sabe ni dónde tiene que acudir. La obligación del Ayuntamiento es no dar la espalda a los ciudadanos discapacitados».
Con las ideas muy claras de cómo se debe de tratar y actuar a las personas que sufren alguna minusvalía, Soler propone la creación de un plan integral de la discapacidad con el que dar respuesta a todas las necesidades que se plantean.
Por ser también una persona que padece una discapacidad reconoce que se ha convertido un símbolo y un referente para muchas personas impedidas o con algún problema sensitivo, y añade que han pasado muchas personas por su despacho, un recinto que, reitera, «siempre está abierto para todo el mundo» que busque respuesta, ayuda o simplemente asesoramiento. «Ha venido a verme todo tipo de ciudadanos y si no puedo asesorarles les ponemos en contacto con quien corresponda», explica la concejal socialista.
Desde que entró en el Ayuntamiento, su agenda siempre ha estado repleta. Tras la toma de contacto y de conocimiento del Ayuntamiento, Laura Soler iniciaba en el mes de septiembre una ronda de encuentros con asociaciones de discapacitados para conocer su trabajo y sus inquietudes y necesidades. Entre otros, ha visitado el Centro San Rafael; a la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales, Afema; a la asociación de ayuda al drogodependiente, Apralad; a la Asociación de afectados de Colitis Ulcerosa, Acu; ha tratado con la asociación de daño cerebral adquirido, Adacea; con la Asociación de Ayuda a la Dona, Ada; y con otras entidades como el Consejo de la Juventud; o una entidad diocesana de ayuda a los inmigrantes, Asti, entre otras. Y tiene previstos encuentros con otras muchas entidades.
A los centros sociales
También ha iniciado unas visitas que la llenan de satisfacción a los centros sociales de Alicante, donde le aseguran los funcionarios que nunca antes un concejal había acudido para conocer a los funcionarios que allí trabajan y el trabajo que desempeñan.
No ha parado de reivindicar desde que entró que a los discapacitados no se les trate «como ciudadanos de segunda». En agosto denunció que el autobús turístico de la ciudad no estaba adaptado para minusválidos; y exigió en un Pleno que el servicio de playas adaptadas se amplíe en las fechas y los horarios. «Pido que no vayan a salto de mata porque lo que da la impresión es que no les importamos», reivindica.