Tenemos el privilegio de asistir a un fenómeno singular: la última edición del “plan renove” del Auxilio Social ( http://es.wikipedia.org/wiki/Auxilio_Social)… Es la historia en plenitud!
Se trata de algo verdaderamente digno de investigación… Animemos a académicos de lo social, politólogos, antropólogos… Fornidos, doctorandos o becarios… Del periodismo y de la historia… Y, en algunos casos y momentos, de la criminología.
Esto ya empieza a parecer una especie de “dejávu” recurrente…. Una letanía que permite mantener obesos zombies en una opulencia embolsada engullendo libertades y haciendo presa en las vidas ajenas.
Me resulta muy difícil creer en que por esa vía se puedan alcanzar objetivos aceptables desde los presupuestos que aquí manejamos sobre independencia, inclusión, apoyos, derechos… Pero que muy difícil.
No me veo capaz de delegar claudicando ante un “plan renove”… Es más, animo a quienes se han involucrado en la defensa y promoción de nuestros derechos y a quienes se han “partido la cara” por los principio de Vida Independiente a ocupar espacios estructurales, formales, para HABLAR POR NOSOTROS MISMOS y ser nuestros propios interlocutores, marcando el camino sin derivas caciquiles ni atajos hacia el pasado.
Se ve venir…
Cuando una persona ha experimentado con intensidad durante mucho tiempo un medio ambiente, un ecosistema particular, aunque no tenga una formación científica particular que le sirva para poder interpretar los hechos ecológicos particulares y los sucesos que ocurren en ese medio, puede haber llegado de forma empírica a una especie de sintonía corporal y mental con el espacio en el que se desenvuelve, de tal manera que su intuición desarrollada le sirve para anticipar los cambios, alteraciones, convulsiones… situaciones de calma y de peligro.
Me temo que a muchos de nosotros, ante este panorama, la intuición y la comprensión difusa del medio, nos enciende el estado de alerta… Y eso es incompatible con la tranquilidad.
Por eso, me gustaría hacer memoria, para que quienes no lo vean venir lo tengan más claro.
http://blogs.periodistadigital.com/sillaruedas.php/2007/02/22/gatopardos-a-gogo
Y luego, habrá que pensar en como no dejar que los árboles que plantamos sean arrasados con nuestro aplauso.
Yo estoy dispuesto a seguir plantando árboles para que quienes vengan tengan frutos, sombra, madera… pero si uno echa margaritas a los cerdos es de esperar que se las coman ¿o no?
Antón Novoa